El título puede sonar como el comienzo de un chiste, pero a veces las carreras de aceleración rozan lo absurdo. En esta ocasión, han llevado el concepto al siguiente nivel al enfrentar vehículos de lo más dispar. La idea de poner en una drag race a un Tesla Model S P100D, un avión privado, un caza de combate, un Lotus Evora 400, un Aston Martin Vantage, un monoplaza de Fórmula 1 y una Kawasaki H2R Superbike parece salida de una película de ciencia ficción.
El Escenario: El Nuevo Aeropuerto de Estambul
La hazaña tuvo lugar en la pista de aterrizaje y despegue del recién inaugurado aeropuerto de Estambul, Turquía. Este tipo de pistas, con su longitud infinita, fueron el escenario perfecto para que estos vehículos tan variados se enfrentaran. Aunque los aviones parecen haber comenzado con cierta desventaja, los resultados de la carrera no dejan de ser sorprendentes.
Una Competencia Desigual
Es evidente que los vehículos no están distribuidos por igual en cuanto a sus capacidades. Cada uno de ellos está diseñado para un propósito muy diferente, desde la velocidad en carretera hasta el vuelo supersónico. Sin embargo, eso es lo que hace que esta carrera sea tan interesante: la posibilidad de ver cómo se comportan estos gigantes tecnológicos en un mismo entorno.
El Tesla: Sorprendentemente Competitivo
Uno de los mayores logros de esta carrera fue ver cómo el Tesla Model S P100D logró mantenerse firme frente a competidores tan potentes. Aunque la competencia incluye un monoplaza de Fórmula 1 y una Kawasaki H2R Superbike, el rendimiento del Tesla fue excepcional. A pesar de ser un vehículo eléctrico, demostró estar a la altura de esta peculiar batalla.
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