El escándalo de las emisiones de Volkswagen, popularmente conocido como ‘Dieselgate’, ha hecho mella en otros fabricantes, quienes han sido investigados por diversos gobiernos, especialmente el alemán. Son muchas las compañías señaladas por posible fraude de emisiones, sólo hace falta recordar que recientemente registraron la sede de BMW y las oficinas de Porsche en busca de un software fraudulento.
Mercedes-Benz es otro de los fabricantes enmarcados en la polémica, pues recientemente hemos hablado de que podría enfrentarse a una multa de 4.400 millones de dólares -unos 3.750 millones de euros al cambio- en caso de que se descubra el supuesto fraude de emisiones y de la llamada a revisión de nada menos que 774.000 unidades de diversos modelos de su gama.
¿Te parecen muchos? Pues ahora la cifra ha aumentado hasta otros 980.000 ejemplares de toda Europa -700.000 en el Continente y 280.000 en Alemania-, comprendiendo incluso modelos híbridos y el motor Renault de la Clase C. Así lo ha declarado el Ministerio de Transporte Alemán (KBA) después de que varias investigaciones encontraran pruebas concluyentes.
La retirada afecta a las versiones de los vehículos con el estándar Euro 6b, la norma de transición hacia el Euro 6c. La producción de estos modelos se detuvo a finales del pasado mes de mayo.
Dichas pruebas confirman que algunas unidades de la marca cuentan con un software no autorizado o un dispositivo de desactivación que podría ser usado para manipular las emisiones de escape de las unidades equipadas con algunos motores diésel. Cuando el Kraftfahrt-Bundesamt (KBA) autorice a Daimler para proceder con la actualización del software, esta se llevará a cabo en los talleres oficiales de la marca (en menos de una hora).
Esta retirada se produce justo después de que el ministro de transporte alemán, Andreas Scheuer, hablase en Berlín con el presidente de Mercedes, Dieter Zetsche, de lo que ha sido descrito como “irregularidades en los resultados de pruebas independientes de varios modelos de Mercedes-Benz con motores diésel de cuatro cilindros turboalimentados”.
La KBA habla de un software utilizado para regular la cantidad de solución AdBlue que se inyecta en el filtro SCR en los modelos anunciados. Esta merma en la cantidad de urea empleada reduce la eficiencia del filtro SCR y repercute en un aumento de las emisiones de óxidos de nitrógeno en las situaciones de conducción real.
Según el periódico alemán The Spiegel, el Ministerio de Transporte alemán podría haber aprobado la activación del sistema SCR en algunos modelos de la marca, y es por ello que aunque Mercedes-Benz ha desarrollado una solución técnica que le permite actualizar el software, también quieren aclarar la cuestión de la legalidad del sistema.
En las últimas semanas hemos conocido que las leyes europeas permiten que en algunas situaciones se permita a los fabricantes apagar el filtro de SCR en los motores diésel para así garantizar la longevidad del motor. Desconocemos el número de unidades afectadas en España y de la forma en la que estas serán llamadas a revisión (o no), pero teniendo en cuenta la popularidad de la mecánica 220 CDI, podríamos hablar de varios millares.
Este es el listado de los vehículos que serán llamados a revisión:
- Mercedes-Benz Clase C híbrido-enchufable (OM651).
- Mercedes-Benz Clase E diésel 3.0 litros (OM642).
- Mercedes-Benz CLS diésel 3.0 litros (OM642).
- Mercedes-Benz Clase S diésel 3.0 litros (OM642) e híbrido diésel 2.2 litros (OM651).
- Mercedes-Benz GLC diésel de 2.2 litros (OM651).
- Mercedes-Benz GLE diésel 3.0 litros (OM642).
- Mercedes-Benz ML diésel 3.0 litros (OM642).
- Mercedes-Benz GLS diésel 3.0 litros (OM642).
- Mercedes-Benz Clase G diésel 3.0 litros (OM 642).
- Mercedes-Benz Vito diésel de 1.6 litros (OM622).
- Mercedes-Benz Clase V diésel de 2.2 litros (OM 651).
- Mercedes-Benz Sprinter diésel de 2.2 litros (OM651).