El 8 de enero de 1999, Nissan Japón anunciaba el lanzamiento del nuevo Nissan GT-R, una generación totalmente nueva que llegaba con bastantes novedades y una estética que quizá es la más demandada de casi todas las generaciones.
El Nissan GT-R siempre se había presentado como un referente mundial de disfrute, deportividad y placer de conducción. Este último Nissan GT-R R34 era la tercera generación desde que esta legendaria serie tomara vida en 1989.
Con esta nueva generación se había mejorado aún más el potencial de rendimiento dinámico. También se agregaron nuevas capacidades de rendimiento para retomar las virtudes del GT-R R32 después de un paréntesis de 16 años y de un Nissan GT-R R33 con poco tirón.
Nissan y Nismo idearon el primer Z-Tune en 2003 como una de las mejores ediciones del modelo, pero para cuando el proyecto obtuvo luz verde, la producción del R34 ya había llegado a su fin. Sin embargo, Nismo no estaba dispuesta a renunciar, así que se hizo con 12 ejemplares del GT-R R34 V-Spec usados (todos con menos de 29.000 kilómetros) y los convirtió en Z-Tune.
El primer Z-Tune salió de la fábrica en 2003 y Nismo recibió la aprobación para hacer otras 18 unidades. En total se construyeron 19 ejemplares del Nissan Skyline GT-R R34 Z-Tune, incluidos dos prototipos del modelo. Los otros siete ejemplares restantes fueron donados por varios propietarios que querían convertir sus modelos V-Spec en exclusivos Z-Tune.
Se llevaron a cabo numerosas y profundas modificaciones para crear el modelo, especialmente en el motor RB26DETT. Todos los ejemplos fueron pintados en color plata excepto uno, que se remató en un particular Midnight Purple III, convirtiéndose en uno de los más deseados y caros del mundo.
Puede que ya conocieses esta historia, pero lo que probablemente desconocías es que cada ejemplar vino acompañado de un maletín de fibra de carbono único, tan único que el número de chasis del automóvil coincide con una placa en este accesorio que lo acompañaba.
Dicho maletín, fabricado con materiales de alta calidad, contenía un CD con el software Nismo original, un cable de diagnóstico y un catálogo de tapa dura de los Z-Tune de edición especial que contenía imágenes inéditas y pruebas de desarrollo de este GT-R tan especial.
Como ocurre con muchas otras unidades, el R34 Nismo Z-Tune que podemos ver en el vídeo fue comprado por su actual propietario sin su maletín gemelo, que estaba en propiedad de un coleccionista de Nimso. Afortunadamente, el coleccionista estaba dispuesto a vender el maletín, pero esto le costó al propietario nada menos que 9.088 euros al cambio.