No nos cansaremos de recordarte que un mantenimiento adecuado es vital para evitar averías en tu vehículo. Hay veces que el paso del tiempo, el desgaste, la falta de uso o una conducción inadecuada pueden derivar en problemas mecánicos. Y las averías en el coche son uno de los mayores enemigos de nuestro bolsillo, sobre todo cuando se enciende el testigo fallo motor.
La evolución tecnológica en la industria de la automoción ha permitido que nuestros vehículos sean cada vez más inteligentes. Gracias a ello, nuestros automóviles actuales son capaces de detectar posibles fallos en los diferentes sistemas que los componen. Lo hacen en base a la información que proporcionan los sensores a la Unidad de Control del Motor (ECU).
Una vez detectado y analizado el fallo, la unidad de control nos comunica los problemas detectados a través del cuadro de instrumentos. Lo hace, como sabrás, en forma de símbolos lumínicos, y uno de los más temidos y respetados por todos los conductores es el testigo de fallo del motor. Sin embargo, las causas que pueden provocar el encendido de este testigo son muy diversas.
No todas ellas implican una avería severa. Lo más probable es que puedas seguir circulando, de forma limitada, hasta el taller. Es lo mejor que puedes hacer, acudir rápidamente a un profesional. Una vez allí, conectarán tu vehículo a una máquina de diagnosis y te dirán el problema. Hoy vamos a repasar algunas de las posibles averías cuando se enciende el testigo fallo motor.
Causas de encendido del testigo fallo motor
Avería en la mecánica
Una de las principales causas del encendido del testigo de fallo motor es una avería interna en la mecánica. Esta puede ser de muchos tipos, incluido el termostato, pero probablemente sea sencilla de detectar. Suele llegar acompañada de ruidos, chirridos y vibraciones, un aumento del consumo de aceite y/o combustible y humo por el tubo de escape.
El catalizador
El catalizador es uno de los componentes encargados de reducir las emisiones del vehículo. Una de las averías más comunes es la obstrucción del catalizador. Esta suele producirse por la acumulación de gases de escape sin quemar. Ante esta situación, la reacción habitual del coche será la pérdida de potencia, la aparición de ruidos y el reiterado calado del vehículo.
El convertidor catalítico o catalizador es más frágil de lo que pensamos y que requiere de un correcto mantenimiento si queremos evitar averías graves en el vehículo. En teoría, el catalizador de un coche tiene una vida útil que ronda los 120.000 kilómetros, aunque esto siempre depende del mantenimiento y el uso del vehículo.
Avería en el turbo
Otra de las causas probables es una avería en el turbo -si es que tu coche lo tiene- o sus elementos adyacentes. Por ejemplo, los manguitos o el refrigerador del turbo (intercooler). Debes saber que las averías en el turbo pueden tener muchas fuentes: fallos en la válvula de descarga, holguras en el eje, falta de lubricación… Sigue nuestros consejos de mantenimiento.
Sensores averiados
Sí, los sensores también se pueden estropear. Cuando algún sensor falla, puede tomar mediciones incorrectas y hacer que salte el testigo fallo motor. Incluso puede hacer que el vehículo pierda potencia como medida preventiva para no dañar otros componentes.
Sonda lambda defectuosa
También conocido como sensor de oxígeno por su capacidad para medir este, se ubica en el tubo de escape. Es un sensor encargado de comprobar que la combustión es óptima y que se transforman los gases adecuadamente. Al tratarse de un componente de desgaste, es conveniente mantenerlo y revisarlo con frecuencia, pues su sustitución ronda los 200 euros.
También hay que prestar atención a otros sistemas de control de emisiones como la válvula de control de emisiones, que al quemar restos de combustible podría quedarse atascada; o el sistema de evaporación de emisiones, encargado de controlar los gases que se expulsan por el tubo de escape.
Fallo en los inyectores
Si la bomba de inyección o los inyectores se encuentran en mal estado, se encenderá el testigo de fallo motor. Algunos de los síntomas para percibir esta avería son los ruidos anómalos en el motor, tirones en el vehículo, presencia de humo de color azulado, pérdidas de potencia y problemas de arranque… Sustituir periódicamente el filtro de combustible puede evitar estos problemas.
Bujías y cableado defectuosos
Un mal de las bujías y el cableado de las mismas puede causar un fallo de motor. Se recomienda sustituirlas a tiempo para evitar averías más costosas, así como usar combustibles de buena calidad. Este tipo de averías se pueden percibir por ruidos en el motor, pérdidas de potencia, dificultad de arranque, ralentí anómalo del motor…
La tapa del depósito de combustible
Sí, puede ser tan simple como eso. Una avería en la tapa del depósito puede hacer saltar el testigo fallo motor. También puede venir acompañado de un mayor consumo de combustible y de un aumento de las emisiones.
El caudalímetro
El caudalímetro dosifica el aire que entra al motor. Si se avería y la lectura de la masa de aire no se realiza de la forma adecuada, saltará el testigo de fallo motor. Además, notaremos un funcionamiento anómalo del motor y del turbo, una pérdida de potencia y un aumento del consumo. Te recomendamos mantener el filtro del aire en buen estado y usar un aceite motor de calidad.
Válvula EGR defectuosa
La válvula EGR («Exhaust Gas Recirculation» por sus siglas en inglés) es uno de los componentes del motor que más quebraderos de cabeza da a los conductores. Controla la recirculación de los gases de escape y, si se avería, puede provocar un aumento del consumo y la pérdida de potencia. Te recomendamos mantener limpia y cuidada tanto la propia válvula como el sistema de inyección.
¿Qué hago si salta el testigo fallo motor?
Como hemos comentado anteriormente, el encendido del testigo fallo motor puede deberse a muchas causas. Hay veces que incluso se debe a un mero fallo electrónico y es temporal. Por ejemplo, por un fallo de conexión o por cambios bruscos de temperatura. Prueba a apagar el vehículo, cerrarlo y esperar unos minutos.
Si al volver a arrancar el vehículo se mantiene el testigo encendido, entonces debemos tratar de determinar la importancia de la avería antes de tomar la decisión de continuar o de llamar a la grúa. En algunos coches modernos, el testigo de fallo motor se enciende en diferentes colores en función de si la avería es más o menos grave. El peor color, sin duda alguna, es el rojo.
Llevar encendido el testigo de fallo motor o el fallo memorizado en la ECU cuando vayas a pasar la ITV implica no superar la inspección técnica.
En este sentido, también influye el hecho de que el propio coche nos permita o no continuar la marcha. Analiza los síntomas y decide. Podemos hablar de fallos graves si hay un consumo de combustible excesivo, traqueteos y vibraciones, un sobrecalentamiento de la mecánica o un consumo excesivo de combustible y/o aceite. En estos casos, no te la juegues.
Si no eres capaz de determinar la gravedad del asunto, lo más sensato es apagar el motor y llamar a la grúa para que lleve el coche al taller. Los especialistas se conectarán a la centralita y te darán respuestas. Para evitar este tipo de situaciones, es fundamental cumplir con los mantenimientos recomendados por el fabricante y tomar medidas ante la más mínima señal de anomalía.