El Ejército de los Estados Unidos en colaboración con General Motors ha desarrollado este Chevrolet tan especial que recibe el nombre de Colorado ZH2, un pick up de grandes dimensiones que pretende revolucionar el futuro del ejército gracias a su innovadora pila de hidrógeno.
Con una apariencia que da mucho miedo, el ZH2 tiene unas dimensiones que ya nos deja claro que estamos frente a una auténtica bestia, nada menos que 2 metros de alto y 2,13 de ancho, calzando unos neumáticos BFGoodrich Mud Terrain de 94 centímetros de diámetro. El vehículo ha sido creado para explorar tanto lugares conocidos como desconocidos, basándose en un sistema de propulsión eléctrico que toma como fuente de energía una pila de combustible.
Además de sus dimensiones agrandadas el ZH2 sorprende con un aspecto mucho más duro que el Chevrolet Colorado de serie, ya sólo ver la pintura de camuflaje degradada hacia zaga o sus protecciones en el parachoques frontal nos dan una pista de que no estamos ante un pickup cualquiera que puedas adquirir en cualquier concesionario.
El frontal impone, y mucho, lo primero en lo que nos fijamos es en la toma de aire que recibe sobre el capó junto con una parrilla lisa y limpia de aspecto futurista en la que sus faros delanteros acentúan esa apariencia que parece sacada de cualquier película de ciencia ficción dirigida por Steven Spielberg.
El Colorado ZH2 tiene diversas misiones y tareas que cumplir dentro del ejército americano, y entre varios de sus propósitos se encuentran el de llevar a cabo operaciones que requieran de un especial sigilo para espionaje o simplemente no advertir al enemigo de nuestra presencia. Gracias a la pila de combustible obtenemos múltiples ventajas muy útiles en el uso militar como por ejemplo un par motor elevado a cualquier velocidad, bajos niveles de consumos, la producción de agua para tareas de campo o el abastecimiento de electricidad en zonas remotas.
Según el responsable del programa de General Motors, Charlie Freese: «La ventaja del hidrógeno es que lo puedes obtener de casi cualquier otra forma de energía, renovable, en red, o de carburantes líquidos convencionales«. Aún así sigue existiendo un problema, el del abastecimiento de hidrógeno en zonas remotas o especialmente peligrosas donde se lleve a cabo una misión militar. General Motors ha respondido a esta dificultad pensando en reciclar los sistemas actuales que están basados en el JP-8, y plantean ahora utilizar este combustible derivado del queroseno para extraer hidrógeno y de esta forma obtener electricidad.