Después de la noticia reciente de los problemas que Chevrolet estaba teniendo con las baterías del Volt, al que más y el que menos seguro que le hizo pensar.
A las dificultades de implantación de los eléctricos, por su escasa autonomía, la falta todavía de puntos de recarga y la incertidumbre sobre la vida de las baterías, ahora le sobrevenía esto…
Si se une lo anterior a que el Opel Ampera emplea parte de los componentes del Chevrolet Volt, no es de extrañar que algo similar pudiera llegar a sucederle también a este modelo si no se averigua donde radica el problema en cuestión y qué hay que hacer para remediarlo.
Desde que todo esto saltase a la luz, en Chevrolet se han puesto a trabajar en el asunto antes de que la sangre llegase al río y pudiera pasarles factura en un momento donde, de hacerlo bien a hacerlo mal, te juegas mucho más que dinero.
En principio la mayor parte de los problemas de las baterías aparecieron cuando la NCAP americana (NHTSA), durante el proceso de pruebas del modelo, comprobó como tras varias colisiones el coche ardía inexplicablemente. Algo que después de investigarse, todo parece apuntar a que debido al impacto, la carcasa de protección que envuelve las baterías sufrió daños, y ante según qué desperfectos se abre posibilitando la entrada del líquido de refrigeración de la batería, dando lugar con ello a un cortocircuito que es el culpable del incendio.
Después de un intensivo trabajo en la seguridad de este dispositivo que evitase males mayores en caso de accidente, como así ha sucedido, Chevrolet anunció que la solución del problema pasa por un fortalecimiento de toda la estructura de seguridad que recubre las baterías, además de por la adopción de un sensor de temperatura y de nivel del líquido refrigerante que, llegado el caso, indicase si algún problema se puede derivar de ahí. A mayores, se refuerzan los soportes del depósito del líquido refrigerante de la batería.
Acometido lo anterior y tras numerosas pruebas, finalmente se ha comprobado que tras varios supuestos posibles y diferentes tipos de colisión, el líquido refrigerante no se vierte y la cubierta de las baterías se mantiene inalterable, lo que erradica el problema inicial.
Todo lo anterior se ha comunicado no solo a los medios, sino a los propietarios de las unidades ya en la calle del Volt, para citarlas a una revisión en la cual el sistema será revisado y sustituidos todos los elementos susceptibles de dar este problema por los nuevos componentes testados.
Fuente: GM