China ha decidido poner freno al caos que está desarrollándose en el sector de la automoción con la conducción inteligente, autónoma y semi autónoma, imponiendo nuevas normativas más estrictas sobre el desarrollo, actualización y promoción de sistemas de asistencia al conductor.
Esta medida llega tras varios incidentes que han puesto en entredicho la seguridad y la ética en el marketing de estos sistemas, incluido un trágico accidente con un modelo de Xiaomi.
Nuevas reglas para frenar la publicidad engañosa
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) de China convocó el 16 de abril a 20 empresas del sector a una reunión a puerta cerrada para exigir medidas inmediatas.
Entre ellas, se destaca la prohibición del uso de términos como “conducción autónoma”, “conducción inteligente” o “conducción avanzada” en la publicidad de sus vehículos. En su lugar, deberán referirse a estas funciones como «asistencia combinada al conductor», un término más técnico y menos propenso a generar confusiones.
Control más riguroso de actualizaciones OTA
Otra exigencia clave es el control estricto de las actualizaciones de software vía OTA (over-the-air). Estas solo podrán implementarse tras una validación completa y no tras pruebas poco concluyentes. En caso de actualizaciones de emergencia, se deberán tratar como recalls o incluso como una parada en la producción.
Esto busca evitar que las marcas usen a sus clientes como beta testers, una práctica común hasta ahora, donde los vehículos recibían mejoras experimentales sin pruebas suficientes.
Mayor responsabilidad y educación al usuario
Los fabricantes también estarán obligados a establecer mecanismos de educación al usuario en todas las fases: entrega, uso y mantenimiento.
Zhang Jinhua, presidente de la Sociedad China de Ingenieros de Automoción, subrayó que el desfase existente entre el desarrollo tecnológico real y el entusiasmo del marketing ha llevado a una peligrosa confusión entre la asistencia al conductor y la conducción autónoma real.
El futuro de la conducción inteligente en China
La decisión del gobierno chino marca un antes y un después en el desarrollo de la movilidad inteligente. Mientras la tecnología avanza a gran velocidad, las autoridades buscan asegurarse de que los consumidores entiendan sus límites y usen estos sistemas de forma responsable.
Con esta nueva regulación, China se posiciona como un referente en el equilibrio entre innovación y seguridad, y sienta un precedente para otros países que enfrentan los mismos retos en la transición hacia una conducción más automatizada.