Dicen que el dinero no da la felicidad, pero es innegable que ayuda. Cada año somos muchos los que nos preguntamos cuál es el coche más caro del mundo. Hay que reconocer que, para la gran mayoría de los mortales, el hecho de poder montarnos en un deportivo de altos vuelos será simplemente un sueño a lo largo de nuestra vida.
Tendremos que conformarnos con verlos en Salones del Automóvil como el de Ginebra, si es que la pandemia del coronavirus no ha terminado definitivamente con ellos, claro. Por suerte o por desgracia, alrededor del mundo existen unas cuantas personas que no sólo pueden permitirse tener uno en su garaje, sino que además pueden permitirse tener incluso una colección entera.
Hablamos de verdaderas joyas de coleccionista, modelos que actualmente pasan más tiempo en el garaje de sus afortunados propietarios que rodando sobre el asfalto, con unos precios en el mercado que alcanzan cifras desorbitadas y cuyas unidades disponibles bien podríamos contar con cuentagotas.
Puede que en tu cabeza ya esté merodeando algún hypercar, pero nada más lejos de la realidad…
El coche más caro del mundo
Bautizado como Rolls-Royce Boat Tail, se trata de un lujoso convertible que toma su nombre de una serie de Rolls muy raros de finales de la década de 1920 y principios de 1930. Con un precio de 28 millones de dólares, unos 22.9 millones de euros al tipo de cambio actual, está claro que se ha ganado el título. Solo habrá tres unidades y ya conocemos dos de ellas.
Debajo de los paneles de aluminio de la carrocería del Rolls-Royce Boat Tail se encuentra una versión de la plataforma Architecture of Luxury de la marca, presente en modelos como el Phantom. Mide casi 5,8 metros de largo y su inspiración náutica deja entrever unos faros LED súper delgados, barniz Caleidolegno de poros abiertos y una tapa para la cubierta con bisagra central.
Esta se abre como las alas de una mariposa y revela lo que la compañía llama una «suite de alojamiento». En el interior hay dos neveras y un juego de cubiertos y vajilla especiales de Christofle. Al abrirse el compartimento, los dos componentes se levantan hacia arriba y se inclinan 15 grados para facilitar el acceso. Completan el paquete un par de taburetes de fibra de carbono y una sombrilla.
Bajo el capó se mantiene el icónico motor de gasolina con 6.75 litros y doce cilindros del Phantom, que desarrolla 571 CV de potencia y un par máximo de 900 Nm desde sólo 1.700 rpm. Se combina con una transmisión automática con ocho velocidades asistida por satélite desarrollada por ZF que suponemos tiene un funcionamiento impecable.
Si bien se trata de un convertible con techo fijo, también incluye una cubierta de lona temporal a bordo.
El coche más caro del mundo y de la historia
El coche más caro del mundo y de la historia siempre había sido un Ferrari, hasta 2022. Ahora el título lo ostenta el Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé. Un ejemplar de 1955 ha sido vendido en una subasta por un precio récord de 135 millones de euros a un coleccionista privado.
Este ícono de la historia automotriz es una rareza absoluta. Se trata de uno de los dos prototipos construidos y cuenta con ese nombre en honor a su creador e ingeniero jefe, Rudolf Uhlenhaut. Era considerado como uno de los mejores ejemplos de ingeniería y diseño automotriz por expertos y entusiastas de todo el mundo.
La venta del Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé tuvo lugar el 5 de mayo de 2022 en una subasta celebrada en el Museo Mercedes-Benz en colaboración con el reputado subastador RM Sotheby’s. El ejemplar formaba parte de la colección de vehículos perteneciente a Mercedes-Benz Classic, compuesta por más de 1100 automóviles.
Le sigue de lejos el Ferrari 250 GTO Serie 1 con número de chasis 4153 GT (imagen inferior), el cual hizo su debut en el mundo de la competición en las 24 Horas de Le Mans de 1963, donde terminó en un aceptable cuarto lugar. Continuó su trayectoria con una victoria el Tour de Francia en 1964 y es considerado como uno de los tres o cuatro mejores GTO en todo el mundo.
Su último comprador ha sido recientemente el director ejecutivo de WeatherTech, David MacNeil, propietario de toda una plétora de modelos clásicos de Ferrari. Ha tenido numerosos propietarios de Francia, España y Alemania, siendo el piloto alemán de carreras Christian Glaesel el último propietario, quien lo adquirió en 2003.
MacNeil pagó la friolera de 80 millones de dólares por su nuevo 250 GTO -unos 68,6 millones de euros al cambio-, lo que le convierte en el nuevo coche más caro de la historia según el historiador de Ferrari Marcel Massini, Además, este ha anunciado que se venderá un 250 GTO por más de 100 millones de dólares en los próximos cinco años.
El mes de septiembre de 2013 también marcó un hito en los anales de la automoción, aunque en este caso hablamos de una venta privada. No se sabe qué día exacto ocurrió, pero alguien pagó nada menos que 52 millones de dólares -unos 44,89 millones de euros al cambio– por un Ferrari 250 GTO de 1963 con número de chasis 5111GT que había sido restaurado por uno de sus anteriores propietarios.
Cabe destacar que el cuarto coche más caro del mundo es también un GTO que ha alcanzado una cifra récord en subasta pública: 41,61 millones de euros. El quinto ejemplar de la lista se subastó en Bonhams en agosto de 2014 por algo más de 33 millones de euros.