El coche se ha convertido en una herramienta fundamental. No hablamos exclusivamente del ocio, de realizar viajes o escapadas, sino que también es útil para el día a día. De hecho, en gran cantidad de ofertas de trabajo, es esencial para desplazarse hasta el lugar de trabajo y para hacer ciertas visitas laborales. Por ello, para comprar un coche nuevo o de segunda mano es fundamental saber las características del vehículo, ya que se trata de una información relevante para buscar y comparar el seguro de coche antes de contratarlo. A la hora de optar por una idea u otra, es importante valorar tanto los pros como los contras y, en este artículo, destacaremos cuáles son.
Seguridad y tranquilidad son dos ventajas a tener en cuenta al comprar un coche nuevo
Comprar un coche nuevo es para muchos un sueño hecho realidad. Adquirir uno de este tipo se traduce en un desembolso de dinero y por tanto, conviene meditarlo y analizarlo en profundidad previamente. Al fin y al cabo, se trata de una de las compras más emocionales que podremos llevar a cabo. La principal ventaja es que podremos escogerlo a nuestro gusto, bien sea en el color, como en el tapizado o los elementos de equipamiento. Una vez procedamos a ello, lo siguiente será analizar cómo contratar el seguro de coche para nuestra nueva adquisición, ya que dependiendo de la inversión realizada nos puede interesar una póliza con mayor cobertura, incluyendo algunas como la cobertura de vandalismo o robo. Sin duda, nos aportaría un plus de tranquilidad.
Asimismo, la tranquilidad en un coche nuevo estará más garantizada. Podremos plantear un viaje sin miedo a que nos deje tirados por alguna avería y que no realizaremos excesivas reparaciones y revisiones. Los coches nuevos, también son más seguros al estar mejor equipados. A día de hoy, casi todos cuentan con distintos elementos que tratan de evitar accidentes, como la alerta por colisión o el monitorizado de la fatiga del conductor. Son elementos que a día de hoy son relevantes.
Respecto a las desventajas, encontramos en primer lugar el elevado precio que supone, la depreciación del mismo –especialmente a partir del décimo año– y por último, el desconocimiento. En este último aspecto, a pesar de que el concesionario nos haya dejado probar un modelo similar al nuestro, lo cierto es que casi nunca probaremos el que tendremos finalmente.
Por otro lado, están los coches de segunda mano. La ventaja principal es que el precio de compra es más reducido y es uno de los principales atractivos. Por otra parte, se debe tener en cuenta que en el caso de los coches de segunda mano, existe menor depreciación del coche y que existe una mayor información relativa a la fiabilidad de la mecánica o a los componentes del coche.
A su vez, los coches de segunda mano también cuentan con una serie de desventajas. La primera de ellas es que pueden existir posibles averías en el coche que puedan implicar ciertos gastos de reparación. También se debe contemplar que al comprar un coche de segunda mano, obtendremos una mayor garantía, pero de una duración menor. Por otra parte, la tecnología será más anticuada en cuanto a seguridad, mecánica y distintos elementos multimedia.
Una vez conocemos cuáles son los pros y contras de ambas opciones, es el momento de escoger la que mejor se adecúe a nuestras necesidades personales y profesionales.