La llegada de las etiquetas medioambientales de la DGT se ejecutó de una forma algo chapucera y es que si bien este etiquetado responde a una demanda europea, también deja muchas lagunas libres a la interpretación.
Nadie discute que hay contaminación en las ciudades, porque la hay, sin embargo, sí que se discute la procedencia de dichas emisiones y más, teniendo en cuenta que en Madrid, hay industria, calefacciones, sistemas de quema de carbón, un enorme aeropuerto y mucho más que polucionan.
Los requerimientos medioambientales impuestos por la normativa Europea obligan a las ciudades europeas a ofrecer una calidad del aire determinada, algo que ha obligado a muchas ciudades a adoptar ciertas restricciones que afectan a los vehículos más contaminantes.
El criterio de valoración ha partido de la clasificación efectuada por la Dirección General de Tráfico, lo que ha supuesto un agravio para varios colectivos, incluidos el de los vehículos históricos y clásicos.
Aunque desde diversas asociaciones y clubes han realizado incontables solicitudes, las entidades gubernamentales no han respondido y eso que vehículos como los catalogados y matriculados como históricos, están exentos de cumplimiento de los límites de emisiones en las Inspecciones Técnicas de Vehículos.
Si a esto le sumamos que son vehículos que recorren un kilometraje muy limitado cada año, podemos decir que no son vehículos que repercutan significativamente a la contaminación.
Aunque en primera instancia varios de los «grandes» ayuntamientos no se implicaron en el proyecto que salvaba y catalogaba a los vehículos clásicos, ahora parece que el Ayuntamiento de Madrid permitirá la movilidad de los vehículos históricos bajo ciertos supuestos.
De forma adicional a todo esto ha surgido, según comentan en FIVA, una cuestión técnica que ha limitado y condicionado la negociación: el sistema de control de tráfico elegido por el consistorio es de cámaras de control de matrículas. Éste impide discriminar por antigüedad del vehículo (la placa no coincide en muchos casos con la fecha de fabricación), ni permite otros sistemas como pegatinas o impresos tipo «Tarjeta FIVA», como el aplicado en París. Es decir, sólo los vehículos con matrícula «H», histórica, están incluidos en las excepciones logradas.
Hay que subrayar que desde FIVA comentan que aunque lo anteriormente puede catalogarse como una victoria, no han entrado en detalles respecto a las disposiciones transitorias que regulan los periodos de aplicación de las prohibiciones y excepciones al aparcamiento de residentes, aparcamiento en la zona SER (de estacionamiento regulado), garajes de particulares, acceso a establecimientos, invitaciones, etc…
Aunque está todo un poco en el aire -y nunca mejor dicho-, parece que Madrid finalmente va por el buen camino en la preservación del patrimonio y se ha distanciado de ayuntamientos como el de Barcelona que ha prohibido los vehículos históricos tajantemente en su gran zona de bajas emisiones.
Por la ZBE de Barcelona no podrás circular con tu vehículo clásico (Prohibida la entrada a turismos de gasolina matriculados antes del año 2000, a los diésel de antes de 2006, las furgonetas anteriores a 1994 y las motocicletas y ciclomotores anteriores a 2003). La prohibición es para los días laborables de 7 a 20h.
En el caso de Barcelona, los coches y motos considerados clásicos deberán solicitar como todos los demás autorizaciones individuales para entrar.