Los usabas para apodar a cada miembro de tu pandilla, aunque muchos se labraban desde el cariño. Los motes ¡Ay los motes! Ese sobrenombre que subrayaba lo mal que le sentaban las gafas a tu mejor amigo o lo poco considerado que era al no querer compartir la merienda. Daba igual. Eso sí, algunos cruzaban el límite de la confianza, porque otra cosa no, pero los motes podían hacerte acabar en reyerta.
Sea como fuere, el ser humano ha tendido siempre a humanizar, valga la redundancia, cualquier manifestación de la realidad, así que los motes también se extrapolan en el mundo del motor. En este artículo hemos seleccionado los coches que se han ganado los motes más curiosos, motes de lo más variopinto. ¿Qué apodo le has puesto tú a tu coche? Mientras nos lo cuentas, revisa que algunos de estos no sea el tuyo.
Renault 4L: “El cuatro latas”
También conocido como la “Renoleta”, el Renault 4 es una de esas historias del motor que nunca dejan de contarse. En concreto, este fue apodado como el “Cuatro latas”, un sobrenombre que se ganó a principios de los años 60. El Renault 4L contaba con una chapa en su carrocería muy fina, uno de los motivos por los que nació este juego de palabras. Aún así, que no te engañe el apodo. El “Cuatro latas” era reconocido por ser un coche robusto y duradero.
Nissan Skyline GT-R (R32): “Godzilla”
Tan elocuente como reveladora, la historia del Nissan Skyline GT-R nace desde las mismísimas entrañas de Japón, al igual que Godzilla. Su sobrenombre fue acuñado por la revista australiana Wheels, que tras la victoria de este coche en la prueba de Bathurst, la decidieron llamarlo “Godzilla”. ¿El motivo? Este GT-R era capaz de aplastar a cualquiera en el circuito.
Fiat Multipla: “El papamóvil”
Por su carrocería a dos alturas y su gran superficie acristalada, el Fiat Multipla fue bautizado como “el papamóvil”. ¿Le encuentras el parecido? Pese a ser uno de los coches más criticados de la historia, la gran curiosidad del Multipla no era solo su diseño, sino sus seis plazas en el habitáculo: tres para la parte delantera y tres para la trasera.
Renault 5 Turbo: “El culogordo”
El Renault de los Renaults es el 5 Turbo, una auténtica joya con motor central que se ganó el sobrenombre de “Culogordo”, y con razón. Sus dos enormes salidas de aire en las aletas traseras le deban al coche un aspecto imponente, uno de las principales motivos de este apodo. Aun así, por ser un coche peligroso que exigía buenas manos, también se ganó el sobrenombre de “Saca viudas”.
Mercedes 300 SL: “El alas de gaviota”
El apodo más elegante de esta selección se lo lleva el Mercedes 300 SL, un modelo de los años 50 cuyo diseño de puertas evoca a las de una gaviota. Esta peculiaridad, que se extendió en otros coches del mercado, lo ha llevado a ser el Mercedes más cotizado de la marca. De hecho, algunas unidades se han llegado a subastar por casi un millón de euros.
Renault Twingo: “El huevo”
Hay muchos coches que se han ganado la fama de “huevo”, como el primer Citroën C3, pero la primera generación del Renault Twingo se lleva la medalla de oro. La carrocería de un volumen y sus formas ovaladas eran, probablemente, los dos grandes motivos, aunque el Twingo fue un modelo de éxito en toda su vida comercial.
De entre sus curiosidades, podías tumbar los asientos para disponerlos en forma de cama, una solución que agradecieron muchas parejas del momento.
Volkswagen Phaeton: “El phantom” (fantasma)
No es un Rolls-Royce, no. Es un Volkswagen, aunque es probable que hayas visto muy pocos por la calle. El Volkswagen Phaeton demostró ser un fracaso de ventas, hecho que le atribuye el sobrenombre de “Phantom” –“fantasma“ traducido al inglés– por existir muy pocos en circulación. Además, esta berlina de Volkswagen también evidenciaba un bajo índice de fiabilidad, otra de las razones para mitigar los deseos de compra.
BMW 3.0 CSL: “El Batmobile”
El primer coche diseñado por BMW Motorsport fue el 3.0 CSL, el padre del M3 (E30), un auténtico clásico con pedigrí que por su diseño aerodinámico se ganó el mote de “Batmobile”. ¿Parecidos razonables? Hoy por hoy este 3.0 CSL está de entre los BMW más buscados del mercado.
Subaru Impreza STI: “El ojos de sapo”
La segunda generación del Subaru Impreza STI fue concebida con un llamativo diseño frontal, una peculiaridad que acabó ganándose el sobrenombre de “Ojos de Sapo”. De hecho, este diseño fue tan criticado por la comunidad de aficionados que la siguiente generación tuvo que ser totalmente reformulada.
Porsche 935/78: “El Moby Dick”
El más potente de los Porsche 911 se llama “Moby Dick”, y no precisamente por su peso, si no por la espectacular forma de su parte trasera, un diseño que evoca la cola de una ballena. Este Porsche cuenta con un motor tipo bóxer de seis cilindros y 3.2 litros de cubicaje, una bestia de competición que llegó a desarrollar la friolera de 825 CV en los años 70 ¡Imagínate…!
Artículo de Joan Bassa Moragues