La reciente vinculación de Porsche con Rimac es solo la última de una larga lista de colaboraciones en Stuttgart, pues a lo largo de la historia podemos encontrar diversos modelos en los que la compañía germana puso su granito de arena. Y probablemente estés pensando que se trata de grandes deportivos, pero en el listado que os traigo hoy tenemos algunas sorpresas.
No es raro encontrarnos con marcas que colaboran entre ellas, es más, pocas son las que no lo hacen. La alineación actual de productos Porsche cuenta con diversos modelos que comparten motores, plataformas y repuestos con otros automóviles del Grupo Volkswagen, pero lo más interesante es que la marca participó en el desarrollo de varios vehículos de otras marcas.
Pero vamos a ir un poco más allá, porque Porsche no sólo ha colaborado con fabricantes de automóviles. Aquellos más interesados en el mundo de las motos sabréis que los ingenieros de Stuttgart también fueron los encargados del desarrollo del motor Revolution que equipa la Harley Davidson V-Rod en todas sus variantes desde principios del siglo XXI.
¡Incluso podemos ver la firma de Porsche en carretillas elevadoras! En cualquier caso, hoy vamos a centrarnos en cinco automóviles en los que pudimos ver la participación del fabricante germano por diversos motivos. La mayoría son conocidos, pero otros quizás te dejen ligeramente boquiabierto…
Audi RS 2 Avant
Es el más conocido de todos, y es que no es ningún secreto que la dinastía RS de Audi nació en 1994 con la ayuda de Porsche. El RS 2 Avant es el predecesor de grandes modelos como los Audi RS 3 Sportback, RS 4 Avant o RS 5 Coupé que probamos recientemente y las sinergias con Porsche quedan muy patentes incluso en el exterior del modelo.
Así, podemos encontrar las llantas Porsche ‘Cup’ o las pinzas de freno con la firma de los de Stuttgart, por no hablar del gran trabajo del fabricante en la suspensión o la mecánica de 2.2 litros con cinco cilindros. En total, 315 CV y 400 Nm de par. Además, gran parte del automóvil se construyó en la fábrica Rossle-Bau de Porsche aprovechando el espacio ganado por la interrupción de otra empresa conjunta.
Mercedes-Benz 500E
La rentabilidad actual de Porsche es digna de mención, pero a principio de los años ’90 no todo eran sonrisas en la firma alemana. Los Porsche Cayenne, Boxter y Panamera han salvado a la compañía de su profundo agujero a pesar de las críticas, pero antes de su llegada, el fabricante necesitaba urgentemente una fuente de ingresos.
Es por ello que desde Porsche decidieron formar una empresa conjunta con Mercedes-Benz (si, esa que se interrumpió para fabricar el RS 2 Avant) para el desarrollo del fiable pero no emocionante ‘W124’. El objetivo era claro: plantarle cara al BMW M5 de la época a base de esteroides en la mecánica y el chasis.
Para conseguirlo, los ingenieros de Porsche trabajaron profundamente en el motor de la berlina de la estrella, introduciendo en el vano un bloque V8 de 5.0 litros tomado del R129 SL. De este modelo se cogió prestada también la suspensión, al tiempo que los pasos de rueda se ensancharon para dar cabida a los nuevos componentes y, de paso, otorgarle un aspecto más amenazante al 500E W124.
Renault Clio V6
Si las anteriores colaboraciones para el desarrollo de los Audi RS 2 Avant y Mercedes-Benz 500E no te han sorprendido, aquí comienza lo bueno. Porsche también colaboró en el desarrollo del Renault Clio V6, uno de los mejores compactos que han desarrollado nunca los chicos de la firma gala. En realidad, este modelo era un popurrí de componentes, pues la mecánica era de origen PSA.
Vista la decepción que supuso para muchos la ‘Fase I’ del modelo, de cara a la ‘Fase II’ del automóvil, desde Renault reclutaron a los ingenieros de Porsche para hacer algunos cambios en las culatas, los árboles de levas y los colectores de entrada, lo que aumentó la potencia del V6 de 3.0 litros hasta unos nada despreciables 255 CV. El cambio fue abismal en todos los sentidos y, desde luego, no era para menos.
Lada Samara
El coche menos glamuroso del listado es el Lada Samara/VAZ-2109, un automóvil del segmento C que se fabricó entre 1984 y 2005, cuando fue reemplazado por el Lada 110. Es un coche más rudo que deportivo, pero sus propietarios pueden decir que llevan una mecánica de cuatro cilindros en línea desarrollada en colaboración con Porsche y dejarte con la boca abierta.
En realidad, los motores eran derivados de los Fiat 124, pero con la culata puesta a punto por Porsche. El proyecto fue precedido por el Vaz-Porsche 2103, una actualización del Lada 1500 que presentaba una suspensión actualizada, mayor estilo interior y un exterior más deportivo cortesía de la firma alemana. Finalmente, el proyecto fue cancelado.
SEAT Ibiza (Mk1)
La primera generación del SEAT Ibiza dio a luz a un automóvil de origen humilde, pero también recibió un poco de amor por parte de Porsche. La idea inicial era desarrollar un rival para el MINI, para lo cual se creó toda una variedad de empresas colaboradoras con aportaciones de Karmann e Italdesign. Gran parte de la participación de Porsche se centraba en el desarrollo del motor, que realmente era el mismo que en el Lada Samara.
Sólo con el Ibiza, SEAT alcanzó suficiente rentabilidad como para pagarle a Porsche una pequeña cantidad por cada automóvil fabricado, a fin de poder lucir sobre la cubierta del balancín la inscripción ‘System Porsche’. Por desgracia, esto también llevó a que sus propietarios llenaran toda la carrocería con grandes adhesivos de ‘System Porsche’, pues el postureo no es algo que inventara Instagram en el S. XXI.