A lo largo de la historia del automóvil siempre hemos visto una carrera tecnológica hacia la rentabilidad y la eficiencia. En otras épocas, los motivos de competencia entre los fabricantes de automóviles pasaban por el diseño o la potencia, pero el Siglo XXI va a estar claramente marcado por la obsesión por el consumo y la contaminación.
La Unión Europea viene pisando fuerte y no hay más que echar un vistazo a las noticias de los últimos años para darse cuenta de que la búsqueda de nuevas fuentes de energía se ha convertido en el mayor desafío del transporte. Esto ha dado lugar a las múltiples alternativas a los vehículos de combustión tradicionales que podemos encontrar en el mercado.
Si bien todavía queda mucho para ver el fin del diésel o de la gasolina, los fabricantes se tienen que poner las pilas para cumplir con unas normas anticontaminación cada vez más estrictas. Y ojo, eso tampoco quiere decir que todos deban hacer solo coches eléctricos – todavía son muchos los cambios necesarios para que el parque móvil pueda ser 100% eléctrico.
Lo que está claro es que el año 2021 marcará un punto de inflexión en la industria del automóvil. A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que un gran número de fabricantes han anunciado que para este año tendrán diversas variantes electrificadas dentro de su gama, así como otros modelos de combustión totalmente renovados en lo que a mecánicas se refiere.
No se trata de una casualidad ni mucho menos, sino de la entrada en vigor de la nueva normativa de la UE en materia de emisiones. Los automóviles son los responsables de alrededor del 12% de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) de la UE, el principal gas de efecto invernadero, y en el Viejo Continente se han propuesto acabar con él.
Sin embargo, no debemos caer en el error de pensar que solo vamos a obtener bajos consumos y unas emisiones reducidas en coches propulsados con energías alternativas o con algún tipo de hibridación. Nada más lejos de la realidad, las mecánicas diésel y gasolina de algunos modelos también pueden ser una gran opción sin necesidad de presumir del distintivo ECO de la DGT.
Al fin y al cabo, los factores que permiten reducir los consumos y las emisiones son la aerodinámica, un peso reducido y un motor eficiente, así que los fabricantes tratan de aunar los tres en sus productos más novedosos para ofrecer una alternativa a todos aquellos que no quieren o pueden permitirse un híbrido, generalmente algo más caros.
Los coches que menos consumen y contaminan
En la siguiente tabla puedes encontrar los coches diésel y gasolina que menos consumen y contaminan de nuestro mercado, todos ellos con distintivo medioambiental C de la DGT. Ninguno de ellos paga Impuesto de Matriculación por estar por debajo de los 120 g/km de CO2.
Modelo | Tipo mecánica | Potencia | Consumo combinado WLTP | Emisiones WLTP |
Dacia Sandero TCe | Gasolina | 91 CV / 67 kW | 5,3 l/100 km | 119 g/km de CO2 |
Citroën C3 BlueHDi 100 | Diésel | 99 CV / 73 kW | 4,2 l/100 km | 111 g/km de CO2 |
Opel Corsa 1.5D | Diésel | 102 CV / 75 kW | 4,0 l/100 km | 105 g/km de CO2 |
Peugeot 208 BlueHDi 100 | Diésel | 102 CV / 75 kW | 4,0 l/100 km | 106 g/km de CO2 |
Škoda Octavia 2.0 TDI | Gasolina | 116 CV / 85 kW | 4,1 l/100 km | 108 g/km de CO2 |
Ford Focus 1.5 EcoBlue | Diésel | 95 CV / 70 kW | 4,2 l/100 km | 110 g/km de CO2 |
Ford Focus 1.5 EcoBlue | Diésel | 120 CV / 88 kW | 4,2 l/100 km | 110 g/km de CO2 |
Audi A3 Sedán 30 TDI | Diésel | 116 CV / 85 kW | 4,3 l/100 km | 112 g/km de CO2 |
Fiat Tipo 1.3 Multijet | Diésel | 95 CV / 70 kW | 4,3 l/100 km | 114 g/km de CO2 |
Opel Astra 1.5D | Diésel | 105 CV / 77 kW | 4,3 l/100 km | 112 g/km de CO2 |
SEAT León 2.0 TDI | Diésel | 116 CV / 85 kW | 4,3 l/100 km | 113 g/km de CO2 |
Audi A3 Sportback 30 TDI | Diésel | 116 CV / 85 kW | 4,4 l/100 km | 115 g/km de CO2 |
Opel Astra 1.5D | Diésel | 122 CV / 90 kW | 4,4 l/100 km | 115 g/km de CO2 |
Fiat Tipo 1.6 Multijet | Diésel | 131 CV / 96 kW | 4,5 l/100 km | 118 g/km de CO2 |
Volkswagen Golf 2.0 TDI | Diésel | 116 CV / 85 kW | 4,5 l/100 km | 118 g/km de CO2 |
Škoda Octavia 1.0 TSI | Gasolina | 110 CV / 81 kW | 5,2 l/100 km | 117 g/km de CO2 |