Los urbanitas siguen sin tener una representación especialmente grande en España, pero poco a poco y, gracias a la introducción de nuevos modelos, parece que van haciéndose un hueco en nuestro país. En cualquier caso, las cifras están muy lejos de las logradas en otros países debido a la cercanía en precio con el segmento inmediatamente superior, y es que la evolución que ha padecido este segmento en apenas 15 años es extraordinaria.
A día de hoy hablamos de un vehículo urbano como un modelo pensado para la ciudad (aunque como veremos no es exactamente así), con un radio de giro de lo más generoso, una dirección extremadamente asistida para facilitar las maniobras, un maletero en el que nos cabe la compra y poco más, espacio para cuatro ocupantes (cinco en el mejor de los casos) y un tamaño ajustado por debajo de los cuatro metros.
Pensemos que el tamaño de las carrocerías tradicionales ha aumentado considerablemente. Lo que hace 30 años era un compacto, ahora es un utilitario, y lo que antes conocíamos como utilitario ha ido creciendo hasta casi igualarse en tamaño con los compactos -de ahí la denominación de subcompacto o segmento B-, lo que ha hecho necesaria la aparición de un segmento inmediatamente inferior, el segmento A que nos atañe hoy. La gente cada vez demanda más espacio y habitabilidad, pero los aparcamientos de las ciudades cada vez son más pequeños, así que, ¿por qué no sacar un coche para el día a día?
Sin embargo, en la actualidad los coches del segmento A no tienen nada que ver con los que los fabricantes ofrecían hace unos años. Antes un coche de este grupo solía ser un coche económico, muy básico en lo que a equipamiento y desarrollo se refiere. Sin embargo, poco a poco esa tendencia fue cambiando y los modelos del segmento A empiezan a equipar elementos más habituales de ver en modelos de segmentos superiores (B e incluso C); distinguiéndose fundamentalmente por el reducido tamaño de sus coches. Y con ello viene la pregunta: ¿Hablamos entonces de un vehículo solo para el día a día en la urbe y el extrarradio?
Sí y no, todo dependerá de tus necesidades y, en muchos casos, de tu edad. Lógicamente, si sois tres o cuatro personas en casa, no deberías plantearte la compra de un urbano, pero si vives sólo o con tu pareja, un urbano de hoy en día no te limitará en exceso a la hora de salir de la ciudad. Junto a los importantes avances en tecnología y seguridad que estos han experimentado, la gran mayoría de marcas ofrecen mecánicas de gasolina con varios niveles de potencia asociados a transmisiones manuales e incluso automáticas. Los más potentes rondan los 80-100 caballos -por ejemplo, el Kia Picanto que aparece en las imágenes y que probé hace unos meses cuenta con 84 CV-, y si no vas cargado en exceso, es perfectamente viable hacer un viaje con él.
En términos de espacio, hablamos de vehículos cuyo maletero ronda los 200 litros, encontrándonos algunas excepciones como el ya mencionado Picanto que destaca por sus 255 litros, aunque no es lo común. Esto hace que, aunque esté homologado para cinco ocupantes, no puedan viajar todos en él salvo que llevemos el equipaje de todos los pasajeros en dos pequeñas maletas o lo enviemos por SEUR, pero dos o tres personas sí que podrán hacer una escapada de varios cientos de kilómetros gracias a la posibilidad de abatir los asientos posteriores (60:40), algo cada vez más frecuente en este segmento.
Por último y, en términos de seguridad, la gran mayoría de vehículos urbanos ya cuentan con controles de tracción y estabilidad, ABS, EBD, TPMS, seis airbags o dirección asistida, a lo que se suman el control y limitador de velocidad para favorecer notablemente la comodidad en largos trayectos o sistemas como Android Auto y Apple CarPlay, servicios LIVE de navegación, ópticas con tecnología tipo LED o climatizador automático. Vamos, lo que podríamos encontrar en modelos de segmentos superiores.
Es por ello que un vehículo urbano en pleno 2017 está muy lejos de poder utilizarse única y exclusivamente en la ciudad. Es cierto que a la hora de hacerles kilómetros no son tan cómodos como un segmento B o C, pero salvo que seas un viajero empedernido y hagas escapadas de cientos de kilómetros todos los fines de semana, la compra de un vehículo urbano como coche único bien podríamos decir que es una compra razonable si no quieres o no puedes permitirte un desembolso de dinero mayor (hablamos de vehículos que rondan los 9.000-12.000 euros).