Presentado en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach en 2019, el Bugatti Centodieci deslumbra desde cualquier ángulo. Desde el estreno mundial del Centodieci, el equipo de desarrollo de Bugatti ha estado trabajando en la implementación técnica del modelo de producción limitada, el cual debe superar todos los estándares de calidad y seguridad.
Los ingenieros primero profundizan en los cálculos de la carrocería, la aerodinámica, el motor y la transmisión. Simulan el flujo de aire en el vehículo y verifican todos los componentes, hasta el tornillo más pequeño. Mientras tanto, el equipo de diseño comprueba el estilo en estrecha colaboración con los desarrolladores antes de diseñar las superficies.
Ajustan la curvatura de los componentes de acuerdo con la incidencia de la luz, a fin de que la apariencia sea homogénea en todas las condiciones de iluminación, un proceso de desarrollo elaborado. Finalmente y, después de más de un año de diseño y simulación, el equipo ha desarrollado la primera unidad de pruebas del Bugatti Centodieci.
Al igual que el Bugatti La Voiture Noire, el Centodieci ha sido desarrollado sobre la plataforma del Chiron, aunque luce un aspecto muy diferente para imitar de alguna manera las líneas del famoso Bugatti EB110 Super Sport. Esto es especialmente notable en el frontal, donde podemos ver una pequeña rejilla de tipo herradura como el modelo clásico.
No faltan nuevas entradas de aire, un splitter frontal de fibra de carbono que sobresale con una franja blanca y unas delgadísimas ópticas con tecnología LED que le dan al conjunto una imagen realmente futurista. La vista lateral es tan audaz como el frontal, con paneles de las puertas remodelados respecto al Chiron, unos faldones laterales más prominentes y unos musculosos pasos de rueda.
El Centodieci es 20 kilos más ligero que el Chiron, pero 15 kilos más pesado que el Divo.
Quizás el detalle más obvio son los cinco pequeños huecos circulares que se integran tras las ventanillas, un signo diferenciador del EB110 Super Sport. En la zaga, el alerón de proporciones bíblicas en fibra de carbono y las llamativas ópticas que recorren todo el ancho del modelo roban todo el protagonismo, dejando bajo las mismas un provocativo difusor con cuatro salidas de escape verticales.
En términos de diseño es espectacular, aunque no está hecho para todos los gustos. Habrá solo 10 ejemplares en producción que se entregarán en 2022, cada uno de ellos a un desorbitado precio de 8.9 millones de dólares antes de impuestos, o lo que es lo mismo, aproximadamente 8 millones de euros al cambio actual. Se agotaron en pocas horas.
En el compartimiento del motor encontramos el conocido bloque W16 de 8.0 litros del fabricante. Es el mismo que encontramos en el Bugatti Chiron, pero la cifra de potencia se ha aumentado en 100 CV hasta los 1.600 CV (1.176 kW) y 1.600 Nm de par máximo para un 0 a 100 km/h en 2,4 segundos, un 0 a 200 km/h en 6,1 segundos y una velocidad máxima de 380 km/h.