Personalmente soy de los que consideran que el permiso de conducir es un documento indispensable que todos deberíamos tener en nuestro poder “por si las moscas”. Puede que no necesites un vehículo en tu día a día o que pases algún tiempo sin tocar un volante, pero lo cierto es que hablamos de una licencia que nunca está de más llevar en nuestra cartera porque no sabemos cuándo podríamos necesitarla, tanto en nuestro país como fuera de él.
Recordemos que, junto a la introducción de nuevos códigos en el permiso, hace algunos años se endurecieron ligeramente las pruebas teóricas para obtener el carné de conducir. Además, recientemente la polémica ha estado servida con las huelgas de examinadores que han evitado que numerosos alumnos pudieran sacarse su licencia. A pesar de ello, cada vez son más las personas que estudian para examinarse y obtener su permiso de conducir.
Consejos para aprobar el examen práctico
Como ocurre con cualquier otro examen de nuestra vida, el examen práctico del permiso de conducir es una de esas situaciones en las que los nervios se apoderan de la mayoría de nosotros, pero debemos tomárnoslo como una clase más. Sé que resulta fácil de decir y bastante difícil de hacer, pero una de las cosas más importantes una vez nos subimos al coche de la autoescuela con el examinador sentado en la parte posterior del vehículo es mantener la calma.
Es obligatorio llevar el permiso de conducir siempre que te vayas a poner al volante. Si te lo piden y no lo tienes, te expondrás a una multa, salvo que muestres a los agentes un documento que pruebe que estás en vías de recuperarlo como, por ejemplo, una denuncia o la petición de un duplicado.
No debes tener prisa por presentarte, cada persona tiene su ritmo de aprendizaje, pero a la hora de enfrentarse al examen práctico de conducir, hay diversos aspectos que debes recordar para no meter la pata, aunque has de tener claro que no hay una fórmula mágica para aprobar a la primera el examen de conducir. Hoy vamos a repasar un listado de cosas que debes tener en la cabeza una vez te subas al coche. No sólo te ayudarán a mantener todo bajo control, sino también a aprobar tu examen de conducir a la primera.
Conoce bien el vehículo que vas a conducir durante el examen
Podrán gustarte o no los coches, pero lo que está claro es que hay algunos elementos que tienes que tener claro donde están antes de enfrentarte al examen práctico de conducir, ya sea porque te vaya a preguntar sobre ello el examinador o porque puedas necesitarlo en tu día a día. Estos son:
- Las luces.
- Cómo abrir el capó.
- Comprobar los nivelesde aceite, líquido de frenos frenos, dirección, refrigerante y limpiaparabrisas.
- Activar el claxon.
- Ubicación del chaleco reflectante y de los triángulos de señalización.
- Identificación de la batería.
- Localización de la documentación del vehículo.
- Saber desbloquear el volante al arrancar (normalmente basta con moverlo ligeramente).
Observa el entorno durante el examen
Nunca está de más que hagas un reconocimiento previo de las zonas por las que pueden examinarte, a fin de que localices los peligros esenciales o las “trampas” a las que puede hacer que te enfrentes tu examinador. Ya sea con anterioridad al examen práctico de conducir o durante el mismo, debes tener en cuenta:
- Mira hacia ambos lados en todas las intersecciones y a la hora de maniobrar, además, sortea los ángulos muertos antes de realizar una maniobra.
- Cuando frenes, mira por el espejo retrovisor interior para ver si viene alguien por detrás.
- Muy atento a las señales de tráfico y a los pasos de peatones, que no te jueguen malas pasadas. Hablaremos de ello más adelante.
- Ojo con los ciclistas y con los autobuses que se pueden incorporar a la circulación.
- Que el examinador te pida que hagas una maniobra no quiere decir que la puedas hacer. Fíjate especialmente en calles de dirección prohibida, salidas inexistentes o prohibidas de las rotondas, VADOS o señales de prohibición a la hora de aparcar, zonas de carga y descarga…
- Enciende siempre las luces de cruce al entrar en túneles y pasos inferiores, ya sean más o menos largos, siempre es mejor activarlas que no hacerlo.
- No vayas mirando la palanca de cambios constantemente para saber en qué marcha vas y, por supuesto, no vayas con una mano en la palanca de cambios, es peligroso y perjudicial para el vehículo.
Antes de iniciar la marcha y el examen
No empecemos con mal pie. Cuando el examinador se suba al coche, salúdale educadamente -no hay que ser pelota, sólo educado- y procede a llevar a cabo las comprobaciones básicas. Puede que, después, él/ella te haga comprobar algunos de los elementos de los que hemos hablado en el primer punto, pero dichas comprobaciones básicas son, en orden de actuación:
- Regula el asiento.
- Ajusta los retrovisores.
- Ponte el cinturón.
- ¡Quita el freno de mano!
- Arranca el vehículo.
Señales y marcas viales
Es importante conocer y respetar todas las señales de tráfico, así como las marcas viales que puedan ir apareciendo a nuestro paso, pero para ello es vital que estés pendiente de tu entorno y vayas tranquilo para que no te pases por alto ninguna de ellas. Algunos consejos en estos casos son:
- Detente completamente en los STOP. Si no tienes buena visibilidad, avanza un poco y vuelve a hacer una segunda detención, pero cuidado con no meter en exceso el morro del vehículo obstaculizando a los vehículos que vienen.
- Los ‘Ceda el paso’ no son STOP, sólo tienes que detener completamente el vehículo si tienes mala visibilidad o vienen otros vehículos, no siempre.
- Los pasos de peatones son sagrados, respétalos siempre. Si hay peatones y estos no quieren pasar, que te lo indiquen, pero tú detente siempre que los veas.
- Presta especial atención a los semáforos de peatones en ámbar, ya que estos cambian a rojo en cuanto un transeúnte pulsa el botón.
- Detente siempre en los semáforos en ámbar.
- Fíjate en las señales de velocidad y adáptate a ellas, hay gente que suspende por circular demasiado despacio. Igualmente, tampoco apures hasta el límite de velocidad, pero sé razonable.
Al volante durante el examen práctico: Maniobras
A medida que pasan los años vamos adquiriendo ciertas manías al volante y, muchas veces, incluso se las pegamos a los más pequeños de la casa o a nuestros acompañantes. Es importante que a la hora de realizar el examen práctico de conducir recordemos lo que nos han enseñado en la autoescuela, no lo que hace al volante el resto de la gente:
- A la hora de llevar a cabo una maniobra, hazlo en este orden: mira por los retrovisores, señaliza la maniobra y procede a llevarla a cabo si no hay peligro.
- En las rotondas, actúa de la siguiente manera: aproxímate a la glorieta en segunda, mira y cede el paso. Entra a la glorieta con decisión tratando de circular por el carril exterior, indica los cambios de carril y, para salir, mira, señaliza y realiza la maniobra. Además, recuerda las instrucciones básicas de cómo se ha de conducir en una rotonda convencional y en una rotonda partida o raqueta. Ten cuidado con los semáforos en las glorietas, si lo hay a la entrada también suele haberlo a la salida.
- Observa si siempre si vas por una vía principal o no, pues es importante saber si en una intersección sin señalizar eres tú quien debe de ceder el paso a otros vehículos.
- Repasa las maniobras de aparcamiento antes del examen para poder tomar las referencias correctas.
- Trata de hacer los cambios de manera suave, evitando los acelerones y los trompicones. Es importante acelerar de forma ágil pero progresiva (sin revolucionar en exceso el coche), así como utilizar la relación de marcha más adecuada teniendo en cuenta las características de la vía y del entorno. Una buena anticipación y una distancia de seguridad adecuada nos permitirán actuar con suavidad también en la frenada, pudiendo reducir marchas progresivamente (sin saltos entre ellas) y acariciando el freno.
- No te pegues al vehículo de delante ni a los de los lados.
- Usa el freno siempre que sea necesario, no te lances a la aventura.
- No cruces las manos en el volante y lleva ambas siempre a menos 10 y a y 10 (suele haber un espacio en el volante para apoyar los pulgares).
- Si te ves capaz y se te da bien esto de conducir, siempre puedes añadir un plus practicando la conducción eficiente.
- Para arrancar en una cuesta arriba, practica con el embrague: levanta poco a poco hasta que la palanca de cambios y el volante vibren, entonces es el momento de acelerar soltando el embrague suavemente.
- Si te encuentras con obstáculos en tu carril, mira que no venga nadie de cara, señaliza la maniobra y procede a adelantarlos con una distancia de unos 20 metros. Señaliza de nuevo la incorporación a tu carril.
- No te pongas nervioso si se te cala el coche, sólo te pondrán una falta leve.
Respecto al examinador
Aunque hay gente que se levanta cada mañana con el pie izquierdo, no debes temer al examinador, normalmente no es alguien que tenga algo personal contra ti, sino alguien que te va a evaluar de manera objetiva:
- Si te saltas alguna indicación del examinador, no te preocupes ni te pongas nervioso, no pasa nada, ya cuentan con ello. Lo importante es que no lo hagas de forma reiterativa.
- Si tienes dudas sobre lo que te ha dicho el examinador o no le has oído bien, pregúntale, no muerde.
- Mientras que el examinador no te diga nada, tú sigue recto. Si no puedes continuar recto, pregúntale qué dirección debes tomar.