De los neumáticos hablamos en numerosas ocasiones y, desde luego, no es de extrañar, pues se trata de uno de los elementos más importantes en la conducción, más aún teniendo en cuenta que es el único punto del vehículo en contacto con el asfalto. Un neumático en mal estado aumenta considerablemente la probabilidad de sufrir un accidente, algo que se incrementa en condiciones de lluvia, nieve o hielo en la carretera.
Muchas veces no le prestamos a los neumáticos la atención que necesitan y, más allá de nuestra seguridad y la del resto de usuarios de la vía, no llevar este elemento del vehículo en buen estado puede llevarnos a tener problemas en la ITV y con las autoridades. Pero muchos de nosotros no sólo nos preocupamos por la seguridad, sino también por la estética del vehículo, y nos gusta que tanto la carrocería como las llantas y los neumáticos estén siempre relucientes.
Probablemente en alguna ocasión os hayáis fijado en que los neumáticos de algunos vehículos brillan en exceso, especialmente aquellos que están expuestos en los concesionarios o en los salones del automóvil, o incluso los de tu propio coche al salir de un lavadero de coches profesional. Además, curiosamente se trata de un brillo que dura en el tiempo.
Si eres de esos que alguna vez has tratado de lograr el mismo resultado, pero no te han quedado los neumáticos ni tan resplandecientes ni la fórmula te ha durado mucho, hoy te traigo un sencillo truco casero que va más allá de aquellos productos en forma de pulverizadores que rezan cumplir con una función de abrillantado.
Qué necesito para abrillantar los neumáticos
Más allá de los productos de abrillantado de neumáticos, que los hay de muchos tipos y precios en tiendas especializadas (unos son mejores que otros, pero ni el más barato es peor ni el más caro es el mejor), hoy os voy a dar algunos consejos para que podáis hacerlo vosotros mismos en casa. Ya sabéis que de vez en cuando nos gusta hacer que os ahorréis algunos euros.
Para que nuestros neumáticos queden brillantes necesitaremos:
- Glicerina pura/concentrada: Podemos encontrarla en las farmacias y su precio varía en función de la cantidad, pero lo normal es que varíe entre tres y cinco euros.
- Agua destilada/osmotizada para la disolución con la glicerina: Una botella de dos litros apenas nos costará un euro. Ojo, que se puede hacer también con agua normal, pero es recomendable que el agua sea lo más pura posible (que no tenga cal ni cloro) para que la glicerina no pierda sus propiedades y su efecto se alargue en el tiempo.
- Pulverizador de agua: Disponible en cualquier tienda de hogar, apenas supera el coste de un euro.
- Esponja: También en cualquier tienda de hogar, cuestan menos de un euro.
Por unos 7 euros tendremos mezcla para unos 10 lavados de las cuatro ruedas, o incluso más.
Para aquellos que seáis más reticentes a echar este tipo de productos en los neumáticos, debéis saber que la glicerina sirve de hidratante para cualquier tipo de goma. Es más, también se utiliza para las manos o para las pieles y no es peligroso, ya que no es aceite ni lubricante y, con abundante agua, se puede eliminar.
El objetivo es aplicarlo en el flanco del neumático, con lo que no sólo le daremos a este un aspecto más nuevo, sino que también alargaremos su duración, pues al estar hidratado tardará más tiempo en aparecer el agrietado. Además, dará uniformidad al color de la goma.
Pasos para abrillantar el neumático
Lo primero que debemos hacer antes de todo el proceso de abrillantado es tener el vehículo limpio, especialmente las llantas y los neumáticos. Abrillantar los neumáticos es el último proceso después de toda la limpieza del vehículo, por lo que una vez tengamos el coche limpio y los neumáticos totalmente secos y en frío (no debemos hacerlo después de haber estado rodando con el coche), procederemos a sacarles brillo.
Paso 1: Hacer la mezcla
Ya con el coche limpio, procederemos a hacer la mezcla del agua destilada y la glicerina en el pulverizador. Realmente podemos aplicar la glicerina directamente, pero las diferencias de resultado no son especialmente notables y así conseguiremos que los líquidos nos duren más tiempo.
Con una mezcla a partes iguales -mitad de agua y mitad de glicerina- obtendrás grandes resultados y una duración del líquido con buena relación de precio, aunque si no quieres arriesgarte puedes hacer la mezcla echando 1/3 de glicerina y 2/3 de agua.
Paso 2: Impregna el neumático
Una vez tenemos hecha la mezcla en el pulverizador, procederemos a pulverizar una pequeña cantidad de la disolución en el flanco del neumático y un poco en la esponja. Ojo con la cantidad que echas, porque cunde mucho.
Paso 3: ¡A frotar!
Con la disolución ya pulverizada en el neumático, extiéndelo por toda la superficie del flanco con la parte blanda de la esponja. Rápidamente empezarás a ver el efecto y apenas notarás que la esponja está húmeda.
Paso 4: Déjalo secar
Una vez hayas obtenido el resultado deseado, déjalo secar durante aproximadamente una hora (todo depende del día y la temperatura que haga). Verás que pierde algo de brillo respecto al momento en el que fue aplicado, pero queda muy natural y los efectos deberían ser visibles durante dos o tres semanas cuando el clima es seco y no manchamos o limpiamos constantemente el neumático.