El mundo del motor lleva consigo acciones como reparaciones o sustituciones que requieren de un espacio grande, tanto para la realización de estas tareas como para la acumulación del material. Tanto particulares como profesionales que tienen un taller mecánico necesitan la logística adecuada para almacenar piezas de coche. La acumulación es una característica de este trabajo, así que conseguir un nivel de organización óptimo es fundamental para crear el espacio adecuado y el mejor entorno para el desarrollo de esta actividad, ya sea en un domicilio o en un almacén abierto al público.
La forma más eficiente de organizar las piezas de vehículos en un taller empieza por el uso de cajas de cartón. Si bien es un recurso muy habitual en muchas acciones de almacenaje a nivel doméstico y comercial; su aplicación en un contexto mecánico es más reciente. Las características de los artículos relacionados con la automoción implican el desarrollo de un almacenamiento especializado y adaptado, pues son componentes pesados y sensibles, que piden estar en las mejores condiciones, ya sea para ser guardados en un lugar o para su transporte.
Las piezas de coche que están sujetas a ser colocadas en cajas de cartón son de gran variedad y responden a diferentes pesos y tamaños. Una luz de freno, el motor de arranque o una puerta son ejemplos del amplio grupo de necesidades que surgen en este espacio. Una conclusión evidente es que las cajas de cartón fabricadas para componentes de desguace se postulan como la mejor opción.
La delimitación de las áreas del taller es otra acción útil para conseguir una buena organización. Organizar los espacios entre los diferentes servicios ofrecidos resulta de gran utilidad, ya que permite al trabajador tener una idea más exacta sobre dónde se ubica cada herramienta. Un espacio más despejado también despeja la mente, y las energías se olvidan de la búsqueda de los productos para centrarse, únicamente, en la solución del problema. Esta idea incluye la distribución de las herramientas en las diferentes áreas del servicios.
Este objetivo es más fácil de alcanzar cuando se utilizan etiquetas, que permiten identificar cada uno de los espacios del almacén. Esto permite ahorrar tiempo a la hora de buscar un producto.
Limpieza y áreas para los desechos
La buena organización del taller implica, por otro lado, realizar los adecuados trabajos de limpieza periódicos. La acumulación de suciedad desemboca en el empeoramiento del entorno, que pierde espacio para poder trabajar en condiciones óptimas. Tiene, además, un factor nocivo desde la perspectiva de la contaminación, que puede afectar directamente a la salubridad del entorno.
El uso de contenedores es, en ese sentido, una buena idea, pues permiten acumular aquellos artículos cuyo tratamiento es más complejo. Cuando se ha usado neumáticos, aceites, lubricantes, baterías o pinturas; la solución pasa por el uso de un espacio adaptado a cada uno de estos productos. El trabajo no consiste únicamente en almacenar, pues también hay que organizar el proceso de retirada. Muchos de estos elementos tienen un punto específico, habilitado por el Ayuntamiento, para su aislamiento