El tema de los vados permanentes siempre es un tanto polémico, entre otras cosas porque hay mucho cuñadismo al respecto. En su día respondimos la duda de si es legal aparcar en mi propio vado. A raíz de ello, fuisteis muchos los que nos pedisteis ampliar la información acerca de este permiso municipal. Hoy vamos a ver cómo saber si un vado está vigente y cuándo caduca un vado.
Vamos a empezar por lo más sencillo: recordar qué es un vado permanente. Se trata de una licencia expedida por el ayuntamiento que reconoce y reserva al propietario de la misma el derecho de entrada y salida de un determinado acceso. Lo hace durante las 24 horas y los 365 días del año o, en su defecto, durante una determinada franja horaria que debe aparecer reflejada en la señal R-308 que lo representa.
Si no hay vado, nos pueden multar por pisar la acera, aunque sea para entrar a nuestro propio garaje.
Pagar religiosa y anualmente un vado supone el derecho a pisar la acera y a atravesarla con el coche sin que haya ningún vehículo u objeto pueda bloquear la entrada y salida. Es decir, pagas para poder entrar y salir de esa vivienda o local. El mencionado vado permanente no reconoce ningún derecho de propiedad sobre un tramo de acera de la vía pública.
Cómo saber si un vado está vigente
Lo primero que debes hacer es buscar si hay una señal de vado. Esta es preceptiva para cualquier persona física o jurídica que recibe la autorización para un vado. Además, debe de ser una señal homologada, por lo que siempre tiene que cumplir unos requisitos mínimos. Lo habitual es encontrar la señal R-308 en la pared, junto a la puerta.
A la señal se unen algunas ocasiones unas líneas amarillas delimitando el lugar, aunque depende de la normativa del ayuntamiento. Lo que está claro es que esta señal, como mínimo:
- Está hecha de chapa de acero de 2 mm y está incrustada con una brida de circunferencia de 25 mm.
- Contiene escudos de la ciudad o sellos de plomo.
- Incluye el número de licencia, el titulo de vado y el horario para la reserva -o si es permanente-.
El que titular de un vado ha cursado la baja o le ha sido revocada la licencia, está obligado a retirar las señales.
En algunas ocasiones se incluye en la propia señal una pegatina que indica la vigencia del vado. Si encuentras dicha pegatina, estás de suerte, porque mucho me temo que es la única manera de saber si un vado está vigente. El titular de la licencia deberá pagar una tasa anual a modo de renovación. Como resultado, el permiso dura todo el año.
El problema es que solo el funcionario de turno y el propio titular conocen si se ha pagado religiosamente la cuota. Una alternativa para determinar si un vado está en vigor es realizar la consulta ante el departamento correspondiente del Ayuntamiento. Suele ser la concejalía de movilidad, urbanismo o afines. No es un trámite rápido, pero sí efectivo.
¿Cuándo caduca un vado ?
Como acabamos de ver, el vado caduca cada año. El precio medio de la renovación son unos 70 euros. Es una cuantía que depende de cada ayuntamiento, así que las cifras son dispares. Para saber el tipo de señalización obligatorio en cada ciudad, así como a quién compete su colocación y su retirada, y en qué plazos, es recomendable revisar la ordenanza municipal correspondiente.
Es preciso destacar que, la falta de señalización del vado, la señalización del mismo de una manera distinta a la que establece la ordenanza o la señalización sin haber renovado la correspondiente tasa son motivos de expediente sancionador al titular o titulares de ese espacio. Las distintas ordenanzas pueden introducir matices que, de omitirse, derivarán en un incumplimiento de la normativa.
Si dudas de la autenticidad de la licencia, es recomendable notificar de inmediato a la policía. Ellos acudirán para verificarlo. La multa por aparcar en un vado que está vigente es de 200 euros. Además, el titular del vado puede llamar a la grúa o a la policía. De ser así retirarán el vehículo -o lo que sea- del tramo de acera correspondiente.
Debes saber que el Reglamento incide en que está prohibido aparcar únicamente si el vehículo, objeto, animal o persona «estacionado» obstaculiza el acceso y salida normal del garaje. En otras palabras, si estacionas y permaneces en el interior (o al lado) del coche, pudiendo moverlo en caso de que quiera entrar o salir alguien, no debería de pasar nada.