No cabe duda que cualquier relevo generacional trae cambios importantes en materia de seguridad, equipamiento, tecnología y dinámica, pero si nos ceñimos a lo que viene siendo el diseño nos damos cuenta de que hay marcas que evolucionan muy poco sus líneas con vistas a no “asustar” a los clientes, no destruir el valor residual de las anteriores generaciones y no alterar mucho lo que funciona.
Tal y como os adelantábamos hace unos días, la marca bávara ha desvelado en Salón de Shanghái 2017 el lavado de cara de una de sus berlinas más populares, el Mercedes-Benz Clase S. No se trata de un relevo generacional, sino de una esperada puesta al día que llega con nuevos faros, nueva calandra, nuevo paragolpes y nuevos pilotos traseros en el exterior, acompañados por nuevos colores y nuevas llantas. En el interior, los cambios también son notables, con una optimización del sistema de información y entretenimiento, la mejora de algunos acabados y la introducción de una fuerte carga tecnológica.
Después de haber conocido todos los detalles del nuevo modelo, es el momento de que juzguéis vosotros mismos comparando ambos modelos en las diversas imágenes. El modelo 2018 es el de la imagen inferior y su predecesor, el de la superior: