El Audi A8, el BMW Serie 7 y el Mercedes-Benz Clase S son la crème de la crème de las berlinas de representación. Son los buques insignia de cada casa, los tres alemanes por excelencia, la opción preferida de los ejecutivos. Hablamos de verdaderos salones rodantes en los que viajar se convierte en un verdadero lujo y placer desde 1994, 1977 y 1954, respectivamente. Lo cierto es que junto a ellos me habría gustado hablaros del nuevo Lexus LS, pero no resultó posible…
Para ponerlos a prueba, he tenido la oportunidad de viajar con estas tres berlinas, más concretamente a Zaragoza con el Serie 7 y a Valencia con los Clase S y A8, por lo que en todos los casos he podido recorrer unos cuantos kilómetros y juguetear con las diversas funciones que ofrece cada modelo, las cuales ahora os contaré en los diversos apartados de esta comparativa entre el BMW Serie 7, el Audi A8 y el Mercedes-Benz Clase S.
Todos ellos son espectaculares, aunque cada uno tiene sus pros y sus contras, como todo en esta vida. A diferencia de lo que he hecho en otras comparativas, voy a analizar más en profundidad las diferencias entre estos modelos, en lugar de hablar únicamente de sus puntos fuertes, pues salvo en el caso del Audi A8, no tenemos una prueba individual de cada berlina. Sí que podéis ver al final del post una extensa galería de cada modelo con todos sus detalles, como si de una prueba individual se tratase.
Diseño
En términos de diseño exterior es justo reconocer que hablamos de tres berlinas imponentes. Todas ellas abusan de los cromados para resaltar la elegancia de sus líneas, aunque quizás sea el Audi A8 el que mejor combina en su carrocería la elegancia y el vanguardismo gracias a una silueta sencilla de líneas horizontales en la que se puede apreciar una fuerte carga tecnológica.
También es cierto que es el último modelo en sumarse al mercado, por lo que su diseño luce más fresco que ninguno. A pesar de ello, podríamos decir que es el más discreto de todos, aunque opcionalmente podemos optar por el paquete exterior deportivo que le aporta al conjunto un toque de deportividad con paragolpes y faldones más prominentes, unas llantas de 20” y detalles cromados. Tanto en el A8 como en el Clase S, las salidas de escape dobles son falsas.
Estéticamente, el BMW Serie 7 es el que aparenta ser más contundente, con un frontal más provocativo (con parrilla activa), unos pasos de rueda más marcados y una línea de cintura elevada de musculosos hombros. Con las llantas que monta esta unidad, de cromado brillante, el buque insignia bávaro gira más de una cabeza a su paso. Es imponente y elegante a partes iguales, aunque si quieres un toque más deportivo, siempre puedes optar por el paquete ‘M’.
El Mercedes-Benz Clase S es el único que podemos encontrar en carrocería cabrio, coupé, normal, larga, Pullman, Mercedes-Maybach…
El Mercedes, por su parte, es el más atractivo visualmente, sobre todo gracias a sus líneas curvas y al paquete exterior deportivo AMG de esta unidad, la cual equipa llantas deportivas y paragolpes más afilados, entre otros. Además, tras el ligero lavado de cara del pasado año, es el Clase S menos sobrio de la historia, lo que le hace ganar puntos frente a sus rivales. En este sentido, podríamos decir que es también el que más personalidad tiene, además del que más carrocerías ofrece.
Del exterior de los tres modelos hay hablar especialmente de los faros, pues cada uno de ellos monta una tecnología en particular. El más sencillo en este aspecto es el Mercedes-Benz, con unos faros MULTIBEAM LED de 84 diodos luminescente con luz de carretera ULTRA RANGE de serie -aunque la iluminación Digital Light está por llegar-. No son ni mucho menos malos, pues su visibilidad es excelente, pero si los comparamos con los faros láser de BMW o los HD Matrix LED con láser, OLED e intermitentes dinámicos de Audi -ambos opcionales-, resultan algo peores.
Si pasamos al interior, en los tres modelos podemos encontrar un auténtico derroche de comodidad y tecnología, todo ello combinado con un diseño distinguido respecto a sus hermanos de gama de clases inferiores. Quizás el que menos cambia en este aspecto es el Audi A8, pues tanto el Audi A7 como el Audi A6 de nueva generación presentan un salpicadero y una consola central donde las pantallas acaparan todo el protagonismo.
Como os he comentado, el Audi ha sido el último en llegar, por lo que visualmente es el más futurista. Todo el salpicadero queda extremadamente limpio de botones y es el más minimalista de los tres, contando con contrastes en madera, aluminio pulido y el odioso Piano Black. Este último material, junto a las abundantes pantallas, hace que también sea el más sucio de los tres, aunque es cierto que sus pantallas se limpian con facilidad.
Por su parte, el BMW Serie 7 es el que mejor combina deportividad y elegancia en el habitáculo. Los nuevos BMW Serie 5 y BMW Serie 6 GT heredan algunos rasgos de este modelo, pero en BMW han querido mantener a su berlina de representación un escalón por encima. En este caso, los acabados en aluminio y la madera le dan un toque sofisticado al conjunto, pero sin perder nunca la elegancia y el dinamismo.
En términos de diseño, es el Mercedes-Benz el que puede presumir de una mayor personalidad propia, pues su habitáculo es el más atrevido gracias a la notoria combinación de elementos actuales con unas líneas tradicionales que parecen envolver a los pasajeros. Detalles clásicos característicos de la elegancia de la marca se entremezclan con grandes pantallas y diversas tecnologías, aunque la firma de la estrella también abusa del Piano Black.
Para rematar este apartado, creo que es importante hablar de las pantallas de cada uno de ellos. Todas acumulan múltiples funciones y ofrecen un tamaño más que aceptable, una fluidez destacable en el mercado, unos gráficos sobresalientes y una interfaz rápida e intuitiva, pero hay diferencias entre ellas que merece la pena mencionar, como que el sistema del Clase S es el único no táctil.
Las pantallas del A8 son las más nuevas, por lo que ofrecen el sistema más avanzado. Al pulsar sobre los botones en ellas presentes, notarás como un click, lo que te ayuda a saber que has seleccionado una determinada función. No me gusta especialmente que las pantallas acojan las funciones del climatizador, aunque es justo decir que en este caso el acceso y manejo del mismo queda a la altura de la mano y no es complicado hacerse a él.
Para introducir las direcciones de navegación en el Audi A8 puedes o bien teclearla o bien escribirla en la pantalla, lo cual resulta bastante práctico. Además, las indicaciones de la navegación y el asistente durante la misma son los más completos y avanzados.
El Serie 7 es el que tiene la pantalla un poco más “pegote” sobre el salpicadero, pero tampoco queda mal integrada en el conjunto. Es táctil y puede manejarse adicionalmente desde el conocido selector de la consola central. En ella destacan especialmente dos funciones sobre las otras dos berlinas, que son la gran calidad de la vista periférica dinámica al maniobrar y el control gestual del que ya os hablé en la prueba del BMW Serie 5.
Finalmente, la pantalla del Mercedes-Benz Clase S es la que ya conocemos en otros modelos como el Clase E y muy similar a la del nuevo Clase A, aunque no lleva el excelente sistema MBUX de este. Al no ser táctil, se maneja desde el volante o desde el mando giratorio y el touchpad de la consola central, lo cual le hace perder algunos puntos respecto a las de sus rivales. Otra opción es utilizar el control por voz, bastante bueno en los tres modelos, pero especialmente destacable en el A8.
Calidad y confort
Partiendo de la base de que las tres berlinas cuentan con unos acabados de primera, es quizás el Clase S el que mayor sensación visual de calidad transmite. Todos ellos cuentan con excelentes tapizados, materiales blandos recubriendo completamente el habitáculo, elementos en madera y bonitas molduras decorativas. Igualmente, los ajustes son de primera, aunque en algunos de ellos podemos encontrar crujidos en algunas partes.
Esto ocurre en el Clase S y en el Serie 7, que cuentan con algunos acabados en el techo o la consola central en plástico rígido que produce algunos ruidos al presionar con el dedo. No es ni mucho menos exagerado, pues la calidad de ensamblaje general es sobresaliente en todos, pero ahí están y hay que decirlo. Igualmente, en el salpicadero del Clase S se puede apreciar un material duro bajo el bonito tapizado de rombos.
Hay que señalar que las plazas delanteras de los tres modelos ofrecen mucho espacio y comodidad, contando con múltiples ajustes eléctricos, memoria, calefacción, ventilación… Quizás los mejores asientos delanteros son los del Mercedes, pues estos son dinámicos e inflan los apoyos laterales al tomar una curva para optimizar el agarre. Los mejores masajes y la mayor comodidad para viajar, por el contrario, los ofrece el Audi.
El BMW Serie 7 es el que ofrece, a mi parecer, los mejores asientos posteriores. Estos son dos butacones independientes, separados por una enorme consola central fija en la que no faltan los posavasos, una tablet que permite controlar diversas funciones del vehículo, teléfono, ajustes de climatización, huecos portaobjetos o una mesa plegable. Los asientos se reclinan con sólo pulsar un botón -algo que no tiene el Mercedes- y ofrecen apoyapiés, masaje y calefacción.
El Clase S es algo más estrecho atrás, aunque ofrece espacio a raudales y también es posible equiparlo con el paquete chófer que reclina el asiento y ofrece un apoyapiés. Ofrece también un sistema de infoentretenimiento con generosas pantallas, pero para su manejo los chicos de la estrella han optado por un mando convencional -aunque muy intuitivo- en lugar de una tableta, lo que le resta algo de sofisticación. El ajuste del asiento es por partes individuales.
La parte trasera del Audi A8 se sitúa en un escalón intermedio entre ambos y, al igual que el Mercedes, cuenta con un reposabrazos que baja desde la plaza central (esta apenas es aprovechable en ambos). Tiene también una tableta para manejar el sistema multimedia y otras funciones, aunque esta es más pequeña que la de BMW. Eso sí, las tabletas que hacen de pantallas son extraíbles, algo que no ocurre en sus rivales.
El equipo multimedia de los tres modelos puede equiparse con conexión TV, toma auxiliar, toma USH, HDMI… Por otra parte, los sistemas de sonido de alta fidelidad son excelentes en todos los casos: en Audi han optado por el Bang&Olufsen, BMW prefiere el Bowers&Wilkins y en Mercedes-Benz se decantan por el equipo Burmester, con impresionantes sonidos 3D y varios modos de acústica.
Al volante
A nivel mecánico, como el BMW y el Mercedes-Benz son los modelos más veteranos, son los que ofrecen una gama más amplia de mecánicas, con poderosos motores que llegan a superar incluso los 600 caballos de potencia. En las tres berlinas hay opciones diésel y gasolina, aunque poco a poco la gama del A8 se irá completando con más motorizaciones y, probablemente, con un imponente Audi S8 que rivalice con el BMW M760Li xDrive y el Mercedes-AMG S 65.
Igualmente, los tres modelos ofrecen tracción a las cuatro ruedas en sus berlinas, ya sea de serie o de manera opcional. Como los datos técnicos, las cifras de rendimiento y los consumos homologados podéis verlos en la tabla de especificaciones que os adjunto a continuación, vamos a centrarnos en este apartado en la experiencia de conducción.
Empezaremos por el Serie 7, a mi parecer el más divertido a la hora de rodar sobre el asfalto, pues no por pertenecer a la clase bussiness abandona el característico dinamismo de la firma bávara. Es el que ofrece mejor tracción, mejor sonido al acelerar con fuerza y un mayor equilibrio entre confort y dinamismo, con una suspensión algo más firme -aunque no por ello más incómoda- y una dirección muy directa e informativa.
En los tres modelos hay que destacar el gran trabajo de los ingenieros para conseguir que estos auténticos barcos se muevan como compactos incluso a la hora de enlazar curvas. La insonorización es superior.
Cuenta, además, con un volante de excelente tacto y grosor, como es habitual en la gama de la compañía. Sin lugar a duda, es el que más vas a disfrutar conduciendo porque es el que mayores sensaciones te transmite. Además, es el menos tragón, con una media de 6,4 l/100 km tras más de 1.000 kilómetros viajando cuatro personas con el maletero lleno. El motor gira a 1.500 rpm a 120 km/h y el cambio sube de marcha a 1.800 vueltas en una conducción normal.
El Clase S es otro de los grandes ruteros, pues su transmisión cuenta con una marcha más que en el caso de sus rivales (cambio 9G-TRONIC frente a un ZF de ocho relaciones). Está más enfocado al confort en autopista que el BMW a pesar de no tener un modo adaptativo (sí tiene uno configurable) y es el menos dinámico de los tres, pero ir en su puesto de conducción viendo la estrella de tres puntas sobre el capó no tiene precio y devorar kilómetros con él es una verdadera gozada.
Los tres modelos ofrecen la tecnología de conducción semi-autónoma más avanazada del mercado que funciona muy bien en los tres casos. Cabe destacar que en el Serie 7 puedes desactivar la distancia del control de crucero adaptativo y aparcarlo y desaparcarlo con la llave.
A pesar de la eficiencia de su motor y su cambio, es el que menor depósito de combustible tiene y no es especialmente ahorrador, pues el consumo medio se detuvo en 6,1 l/100 km viajando una sola persona abordo con apenas equipaje durante aproximadamente 900 kilómetros. El motor gira a 1.600 rpm a 120 km/h y el cambio sube de marcha entre las 1.600 y las 1.800 vueltas en una conducción normal.
Respecto al A8, tampoco te decepcionará, pues cuenta con algunas ventajas respecto a sus rivales. Es el más equilibrado dinámicamente, aunque también el que me ha transmitido un tacto más artificial a la hora de conducirlo. Es muy cómodo y lo hace todo bien, pero es demasiado neutro en sensaciones. La dirección, por su parte, es muy informativa, pero la diferencia entre los diversos modos de conducción apenas es apreciable.
Gracias al sistema eléctrico de 48V del que ya te hablé, se beneficia de la pegatina ECO y mejor respuesta al acelerador. Además, cuenta con un indicador de conducción eficiente previsora.
Su maniobrabilidad está muy lograda gracias al eje trasero direccional que no tienen sus rivales, pero el Clase S tiene un radio de giro menor. Igualmente, a pesar de compartir cambio con el BMW, en el modelo bávaro encontramos un enfoque más deportivo, aunque la berlina de los cuatro aros es el que ofrece una respuesta más rápida al acelerador de los tres y sus asistencias a la conducción son las que funcionan con mayor suavidad.
A pesar de contar con ese sistema micro-híbrido, el Audi A8 se ha mostrado el más “tragón” de los tres modelos, pues en un recorrido similar al del Mercedes-Benz Clase S y con una sola persona abordo con su equipaje, marcó una media de 6,5 l/100 kilómetros. El motor gira a 1.500 rpm circulando a 120 km/h y el cambio sube de marcha durante una conducción normal entre las 1.600 y las 1.800 vueltas.
Especificaciones técnicas
Como es habitual en nuestras comparativas, os he preparado una tabla con las características técnicas de serie de cada modelo. Como podréis ver en las imágenes de los tres modelos, el Audi A8 es el de batalla corta, aunque en la tabla están indicados los datos de la versión de batalla extendida.
Igualmente, llama la atención en las imágenes como el Audi A8 de batalla normal es casi igual de largo que sus rivales con batalla extendida. En la tabla se puede apreciar como el Audi A8 L es, por tanto, el modelo más largo de los tres, además de resultar el más ancho de todos. Curiosamente, su batalla no es la mayor de las tres.
Modelo | Audi A8 L 50 TDI quattro | BMW 730Ld xDrive | MB S 350 d 4MATIC L |
Largo | 5.302 mm | 5.238 mm | 5.255 mm |
Ancho | 1.945 mm | 1.902 mm | 1.899 mm |
Alto | 1.488 mm | 1.485 mm | 1.491 mm |
Batalla | 3.128 mm | 3.210 mm | 3.165 mm |
Vía delantera | 1.644 mm | 1.617 mm | 1.634 mm |
Vía trasera | 1.633 mm | 1.646 mm | 1.632 mm |
Altura delante/detrás máx. | 1.030 / 950 mm | 960 / 900 mm | 940 / 940 mm |
Anchura delante/detrás máx. | 1.500 / 1.470 mm | 1.430 / 1.430 mm | 1.510 / 1.460 mm |
Espacio piernas delante/detrás máx. | 1.110 / 870 mm | 1.050 / 870 mm | 1.150 / 890 mm |
Capacidad maletero | 505 litros | 515 litros | 510 litros |
Peso | 2.075 kilos | 1.945 kilos | 2.050 kilos |
Coeficiente aerodinámico | 0,26 | 0,25 | 0,26 |
Neumáticos delanteros | 235/55 R18 106W | 245/45 R19 (Runflat) | 245/45 R19 |
Neumáticos traseros | 235/55 R18 106W | 275/45 R19 (Runflat) | 275/40 R19 |
Suspensión delantera | Paralelogramo deformable (neumática) | Paralelogramo deformable (neumática) | Paralelogramo deformable (neumática) |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable (neumática) | Paralelogramo deformable (neumática) | Paralelogramo deformable (neumática) |
Frenos delanteros | Discos ventilados | Discos ventilados | Discos ventilados |
Frenos traseros | Discos ventilados | Discos ventilados | Discos ventilados |
Diámetro de giro entre paredes | 12,9 metros | 12,9 metros | 12,3 metros |
Motor | 50 TDI – 6 cil. en V | 730d – 6 cil. en línea | 350 d – 6 cil. en línea |
Cilindrada | 2.967 cm³ | 2.993 cm³ | 2.925 cm³ |
Potencia | 210 kW (286 CV) @ 3.750 – 4.000 rpm | 195 kW (265 CV) @ 4.000 rpm | 210 kW (286 CV) @ 3.400 – 4.600 rpm |
Par | 600 Nm @ 1.250 – 3.250 rpm | 620 Nm @ 2.000 – 2.500 rpm | 600 Nm @ 1.200 – 3.200 rpm |
Transmisión | Aut. 8 velocidades (ZF) | Aut. 8 velocidades (ZF) | Aut. 8 velocidades (ZF) |
Aceleración (0-100 km/h) | 5,9 segundos | 5,9 segundos | 5,8 segundos |
Aceleración (80-120 km/h) | 4,9 segundos | 4,3 segundos | 4,3 segundos |
Vel. Máxima | 250 km/h | 250 km/h | 250 km/h |
Consumo (urb./extraurb./comb.) | 6,3 / 5,2 / 5,6 l/100 km | 6,1 / 4,6 / 5,2 l/100 km | 6,9 / 5,0 / 5,7 l/100 km |
Emisiones CO2 | 146 g/km (Euro 6) | 137 g/km (Euro 6) | 150 g/km (Euro 6) |
Capacidad depósito | 82 litros | 78 litros | 70 litros |
Puntuación EuroNCAP | 5 estrellas | 5 estrellas | 5 estrellas |
Precio mín (gama sin desc.) | 100.360 euros | 101.550 euros | 101.300 euros |
Precio máx. (gama sin desc./extras) | 107.580 euros | 196.850 euros | 500.000 euros |
Conclusiones
Ya sabéis que no me gusta elegir un ganador, ya que no hay un modelo peor que otro, sino más bien tres berlinas con un enfoque diferente. El Audi A8 es el modelo más nuevo, por lo que goza de algunas virtudes tecnológicas y de diseño que no tienen sus rivales. Además, es bueno sobre el asfalto, tanto en comodidad como en dinamismo, aunque no destaca especialmente en ninguno de los dos porque su comportamiento es muy neutro.
El Mercedes-Benz Clase S, por su parte, es el más señorial y el que mayor personalidad propia tiene. Su diseño es el más atrevido y el que mayor sensación de calidad transmite de un simple vistazo, pero carece de algunas soluciones tecnológicas como la pantalla táctil o la tableta en la parte posterior. Al ser el más señorial, aboga por la comodidad en los largos viajes, dejando algo más de lado la deportividad.
Mientras los Clase S y Audi A8 son ideales para que te lleven, el BMW Serie 7 es el que más vas a disfrutar conduciendo, sin prejuicio de que también resulte uno de los más cómodos atrás gracias a sus dos butacones individuales. No es tan cómodo en autopista como el modelo de la estrella, pero si te gusta conducir es el único capaz de transmitirte algo al volante y de encarar con emoción una carretera de curvas. A mi parecer, es el más equilibrado a la hora de llevar y ser llevado por capacidad para combinar dos aspectos a priori opuestos.
Audi A8 L 50 TDI quattro
- Es el último en llegar al mercado por lo que es el más tecnológico (faros HD Matrix LED, faros OLED, sistemas de asistencia más suaves, pantallas presidiendo el salpicadero…).
- Pantallas traseras extraíbles.
- Ventajas al volante: Eje trasero direccional, pegatina ECO y rápida respuesta al acelerador gracias al sistema mild hybrid de 48V..
- Abuso del Piano Black en el habitáculo, lo que lo hace muy sucio y sensible.
- Gama mecánica reducida por ahora.
- Demasiado neutro en sensaciones, tiene una conducción artificial.
BMW 730Ld xDrive
- Faros láser
- Plazas traseras sensacionales, con dos butacones individuales que incluyen numerosas comodidades y una enorme consola central fija.
- Sensaciones al volante, es el que ofrece mayor diversión, dinamismo y tracción. Su mecánica tiene el mejor sonido de los tres. Es el menos tragón.
- Interior más simple en diseño que sus rivales, aunque la tecnología está muy presente.
- Ofrece más dinamismo, pero también algo menos de confort a la hora de viajar.
- La llave inteligente es una pasada, pero muy poco práctica a la hora de preocuparte de cargarla. Además, es muy grande, es más sencillo meter ciertas funciones en una app del móvil.
MB S 350 d 4MATIC L
- Es el único que ofrece diversas opciones de carrocería (coupé, cabrio…) y una versión incluso superior, el Mercedes-Maybach.
- Mayor personalidad propia y sensación global de calidad, tanto en el exterior como en el interior.
- Asientos dinámicos, muy cómodo para viajar.
- Es el único cuyas pantallas no son táctiles y en la parte posterior no cuenta con una tableta para manejar las diversas funciones, sino con un mando.
- No se puede desactivar el modo adaptativo del control de crucero, igual que en el Audi A8 (en el BMW sí).
- Materiales duros bajo el tapizado del salpicadero, algunos crujidos (algo que también ocurre en el Serie 7).
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