Lo sé, el Ford Kuga y el Ford Edge son dos modelos que no directamente compiten entre sí, entre otras cosas porque son como el día y la noche, pero esa es precisamente la razón por la cual hoy os traigo esta “comparativa”. Tras hablaros en detalle de cada uno de los modelos en sus respectivas pruebas, las cuales podéis leer pinchando en el nombre de cada uno, hoy vamos a ver cuáles son los puntos fuertes de cada uno de ellos.
Junto a los puntos fuertes y las debilidades del Edge y el Kuga o la tabla comparativa que os traigo habitualmente, también podéis ver una galería de imágenes de ambos SUV posando juntos, pero siempre podéis acudir a la prueba completa para ver todos los secretos de cada uno de ellos. Como rápidamente descubriréis, el Edge aboga por el atractivo visual, la comodidad y el espacio, mientras que el Kuga es más racional y práctico.
El Ford Edge es una auténtica bestia ‘made in USA’. Es robusto, tiene presencia y personalidad, al tiempo que su habitáculo trata de acercarse a rivales premium con materiales de mayor calidad y una importante carga tecnológica. A pesar de sus dimensiones solo ofrece espacio para cinco ocupantes ¡Pero vaya espacio! En cualquier caso, recordemos que se renueva de cara a 2018 y veremos una picante versión ST.
El Ford Kuga, por su parte, es uno de los SUV veteranos que podemos encontrar en nuestro mercado, aunque hace un par de años se puso al día con una imagen algo más fresca que lo asemeja a sus hermanos de gama; la llegada de novedades mecánicas; y de un aumento del nivel de equipamiento. Es un gran coche que cumple en todos los entornos satisfactoriamente, pero creo que ya le va tocando un profundo lavado de cara a nivel estético y una oferta de motores más eficientes.
Ford Kuga: un SUV que podría hacerse pasar por turismo
1. El bloque de aluminio con cuatro cilindros en línea turbodiésel más potente de la gama es suficiente para mover con soltura los 1.700 kilos de peso, no necesita más potencia y cuenta con un consumo más ajustado que el Edge en términos reales. Concretamente, este motor se ubica en disposición transversal, cuenta con 1.997 cc de cilindrada y recurre a la inyección directa por conducto común, la turboalimentación, la geometría variable y a un intercooler para proporcionar una potencia de 180 CV (132 kW) a 3.750 rpm y un par máximo de 400 Nm entre 2.000 y 2.500 rpm. Recurrir al Edge de 180 CV implica tener unas cifras prestacionales peores que en el Kuga.
2. Fuera del asfalto el Kuga es capaz de hacer sus pinitos y resulta más eficaz que el Edge. Tiene una altura libre al suelo de 196,5 mm, con una profundidad de vadeo de 450 mm y unos ángulos de entrada, de salida y ventral de 21º, 28º y 19º, respectivamente. Además, la tracción total cumple de forma notoria su función, aunque no hay disponibles programas off road o sistemas de ayuda fuera del asfalto como el control de descensos de pendientes.
El Ford Edge, por su parte, cuenta con un ángulo de ataque de 18,8º, un ángulo ventral de 17,1º, un ángulo de salida de 22,4º, llantas de 20 pulgadas y una altura libre al suelo de 20,3 centímetros, lo que nos permite afrontar caminos de baja dificultad sin disgustos, pero a la hora de superar obstáculos la cosa se complica. También carece de reductora, control de descenso de pendientes y un amplio recorrido de suspensiones, pero sí que ofrece tracción total conectable automáticamente a través de un embrague ubicado a la entrada del diferencial trasero.
3. Su aplomo es reseñable, su insonorización aprueba con nota y el esquema de suspensiones -McPherson delantera y paralelogramo deformable trasero- sostiene muy bien la carrocería, acercando su comportamiento al de un turismo, lo que siempre te aporta un plus de seguridad y estabilidad cuando buscamos un extra de diversión en tramos más revirados. Dinámicamente está un paso por delante de algunos de sus principales rivales, mientras que el Edge es más torpe a causa de su mayor peso y unas dimensiones superiores. Tampoco es que vaya mal, pero su comportamiento queda lejos del de un turismo.
4. Sus dimensiones y la visibilidad a través de todos los ángulos te permiten moverte entre el tráfico diario sin ninguna complicación y, por supuesto, con mayor soltura que en el caso del Edge. Maniobrar con él en las calles estrechas o en los aparcamientos es extremadamente fácil, mientras que con el Edge has de llevar algo más de cuidado porque no ubicas con la misma facilidad todos los límites del vehículo, incluso a pesar de que ambos modelos equipan cámara de marcha atrás.
5. El precio es el elemento clave, ya que por lo que cuesta el Kuga más equipado y potente de la gama, únicamente tendremos un Edge «pelado». Más específicamente, hablamos de un Ford Kuga Vignale 2.0 TDCi de 180 CV 4×4 con cambio automático PowerShift –38.840 euros-, frente a un Ford Edge Trend 2.0 TDCi 180 CV 4×4 –39.225 euros-. La relación precio-equipamiento es mucho mejor.
Ford Edge: una bestia made in USA capaz de enamorarte
1. Su estética diferenciada con toques deportivos es uno de los principales reclamos de este modelo que, por tamaño, se sitúa casi en el segmento de otros SUV como el BMW X5, el Kia Sorento, el Hyundai Grand Santa Fe o el Volkswagen Touareg, aunque a diferencia de algunos de estos, solo dispone de versiones de cinco plazas. Es mucho más imponente que el Ford Kuga gracias a su robusto aspecto made in USA y circular con él significa girar más de una cabeza a tu paso, así que si el diseño es muy importante para ti, no hay más que hablar.
2. En el interior del Ford Edge, los ajustes se han cuidado y los materiales denotan una mayor calidad que en otros modelos Ford como es el caso del Kuga, apuntando en la dirección premium que ya he comentado en más de una ocasión. Por lo general, las partes más visibles están tapizadas con materiales blandos, los ajustes son buenos y no hay elementos que traten de imitar la madera o la fibra de carbono, pero los plásticos duros y rígidos están muy presentes, lo que le distancia de rivales realmente premium como Audi o BMW.
3. El habitáculo es tremendamente espacioso y resulta bastante acogedor, mostrándose con una presentación diferenciadora respecto a modelos como el Kuga. Pocos de sus rivales pueden presumir de ofrecer espacio para cinco ocupantes con semejantes cotas. En Ford han preferido no ofrecer una variante de siete plazas para centrarse en el confort de sus cinco pasajeros. En la parte delantera, el espacio es soberbio, pero incluso en la parte de detrás podrán viajar tres ocupantes con comodidad en viajes medios y largos. La anchura y la altura son generosas, mientras que el túnel de transmisión no resulta nada molesto. El maletero del Ford Edge cuenta con una capacidad de 602 litros, ampliables hasta 1.847 litros.
4. Al conducirlo te sientes más poderoso y protegido que en el Kuga y eso, hay que valorarlo. El Edge está pensado para los largos viajes en carretera, y su insonorización está más conseguida que en su hermano pequeño, a lo que se une una suspensión muy cómoda para viajar -McPherson delantera y paralelogramo deformable trasera-. No está al nivel de los premium y sus amortiguadores no cuentan con posibilidad de ajuste, pero guarda un buen equilibrio a la hora de filtrar irregularidades del asfalto y contener la carrocería, permitiéndonos una conducción algo más ligera que la de algunos de sus rivales generalistas. Si bien es cierto, es más torpe que el Kuga, especialmente en tramos lentos.
5. Se renueva de cara a 2018, algo muy reseñable si tenemos en cuenta que el Ford Kuga ya empieza a ser todo un veterano en el mercado. Además, llegará una versión ST para aquellos que quieren más deportividad, algo que por ahora no está previsto que se ofrezca en el Kuga. Esta contará con un bloque V6 de 2.7 litros capaz de entregar 340 CV de potencia y 515 Nm de par y, aunque esta mecánica ya se comercializaba hasta ahora en los Estados Unidos, en la versión ST llegará con un notable aumento de potencia. En caso de llegar a Europa (que esperemos que así sea), será la primera versión de gasolina del SUV que veamos, y estará asociada a una transmisión automática de ocho relaciones y a la tracción a las cuatro ruedas.
Tabla comparativa
Modelo | Ford Kuga Titanium 2.0 TDCi 180 CV | Ford Edge Sport 2.0 TDCi 210 CV |
Largo | 4.531 mm | 4.808 mm |
Ancho | 1.838 mm | 1.928 mm |
Alto | 1.694 mm | 1.692 mm |
Batalla | 2.690 mm | 2.849 mm |
Vía delantera | 1.570 mm | 1.655 mm |
Vía trasera | 1.583 mm | 1.664 mm |
Altura delante/detrás máx. | 980 / 950 mm | 950 / 930 mm |
Anchura delante/detrás máx. | 1.430 / 1.370 mm | 1.500 / 1.520 mm |
Espacio piernas delante/detrás máx. | 1.080 / 880 mm | 1.090 / 920 mm |
Capacidad maletero | 456 (1.603) litros | 602 (1.847) litros |
Peso | 1.702 kilos | 1.949 kilos |
Coeficiente aerodinámico | Cx 0,33 | N.D. |
Neumáticos delanteros | 235/55 R17 | 255/45 R20 |
Neumáticos traseros | 235/55 R17 | 255/45 R20 |
Suspensión delantera | McPherson | McPherson |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable | Paralelogramo deformable |
Frenos delanteros | Discos ventilados (320 mm) | Discos ventilados (316 mm) |
Frenos traseros | Discos macizos (280 mm) | Discos macizos (316 mm) |
Motor | 2.0 TDCi – 4 cil. en línea | 2.0 TDCi Bi-Turbo – 4 cil. en línea |
Cilindrada | 1.997 cm³ | 1.997 cm³ |
Potencia | 132 kW (180 CV) @ 3.500 rpm | 154 kW (210 CV) @ 3.750 rpm |
Par | 400 Nm @ 2.000 – 2.500 rpm | 450 Nm @ 2.000 – 2.250 rpm |
Transmisión | Manual 6 velocidades (Aut. Opc.) | Automática 6 velocidades |
Aceleración (0-100 km/h) | 9,2 segundos | 9,4 segundos |
Aceleración (80-120 km/h) | 7,6 segundos | 7,3 segundos |
Vel. Máxima | 200 km/h | 211 km/h |
Consumo (urb./extraurb./comb.) | 6,0 / 4,7 / 5,2 l/100 km | 6,5 / 5,5 / 5,9 l/100 km |
Emisiones CO2 | 135 g/km de CO2 (Euros 6) | 152 g/km de CO2 (Euro 6) |
Capacidad depósito | 60 litros | 69 litros |
Puntuación EuroNCAP | 5 estrellas | 5 estrellas |
Precio mín (gama sin desc.) | 22.490 euros | 39.225 euros |
Precio máx. (gama sin desc. ni extras) | 38.840 euros | 53.725 euros |