La semana pasada conocimos las dos superberlinas del momento, los Mercedes-AMG E 63 / E 63 S 4MATIC+ y BMW M5 / M5 Competition. Ambas llegan con novedades estéticas y tecnológicas, manteniendo en sus entrañas sus respectivos y poderosos motores. La pregunta es, ¿os quedáis con algunos de ellos o sois más de Audi RS 6 Avant?
Más allá de los cambios estéticos, los BMW M5 y M5 Competition esconden un motor V8 con una imponente musculatura y una entrega de potencia suprema. El BMW M5 desarrolla una potencia máxima de 441 kW/600 CV a 6.000 rpm, mientras que el BMW M5 Competition alcanza 460 kW/625 CV también en la línea de las 6.000 rpm.
El par máximo de ambos es de 750 Nm, manteniéndose a ese alto nivel desde 1.800 a 5.600 rpm en el BMW M5 y aún más en el BMW M5 Competition, que desarrolla esta cifra hasta 5.860 rpm. El BMW M5 acelera de0 a 100 km/h en 3,4 segundos, lo que le sitúa sólidamente en el territorio de los coches súper deportivos.
Y solo requiere 11,1 segundos para alcanzar 200 km/h desde parado. El BMW M5 Competition completa ambas tareas una fracción más rápido: 0 a 100 km/h en sólo 3,3 segundos y 200 km/h en 10,8 segundos. La velocidad máxima del BMW M5 y del BMW M5 Competition es de 250 km/h o 305 km/h con el M Driver’s Package.
Por su parte, el motor AMG V8 biturbo de 4.0 litros desarrolla en el E 63 S 4MATIC+ una potencia de 450 kW (612 CV) y alcanza un par motor máximo de 850 Nm. Este par está disponible en una amplia gama de revoluciones, más concretamente desde las 2.500 hasta las 4.500 rpm.
El cambio de 9 marchas SPEEDSHIFT MCT AMG está especialmente armonizado para los modelos de altas prestaciones.
Con ello transmite de ese modo una agradable sensación de dominio cada vez que el conductor acciona al acelerador. El modelo básico E 63 4MATIC+ desarrolla una potencia de 420 kW (571 CV) y un par motor de 750 Nm. El sprint de 0 a 100 km/h de la variante S de la berlina acaba a los 3,4 segundos; el del modelo básico, a los 3,5 segundos.