La segunda generación de los Subaru BRZ y Toyota GR 86 (antes GT86) ya está aquí y, a diferencia de lo que les ocurría a Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito en aquél film de finales de los ’80, ambos modelos nipones siguen siendo prácticamente idénticos ¿Serías capaz de encontrar 7 diferencias entre ellos?
Al igual que ha ocurrido con el BRZ, el Toyota GR 86 ha recibido un profundo cambio estético. Según Toyota, ambos quedan ahora más diferenciados y el GR 86 luce un diseño en la línea de los dos productos estrella de Toyota Gazoo Racing, los Supra y GR Yaris. De este último hereda, por ejemplo, la parrilla Functional Matrix.
En la práctica, bien podríamos decir que este es el único elemento que los diferencia, más allá de las insignias propias de cada marca. Son novedad los estirados faros LED, una postura más baja y unos hombros más curvos, al tiempo que se han incorporado diversos componentes aerodinámicos derivados de los deportes de motor en ambos modelos.
También la zaga es más atractiva, con un alerón incorporado en la tapa del maletero y un marcado difusor que alberga dos salidas de escape redondeadas y cromadas. En el interior, la tecnología se abre paso, pero sin excesos, manteniéndose un claro enfoque al conductor para evitar distracciones innecesarias.
La pantalla de 7 pulgadas del sistema de infoentretenimiento ahora tiene un aspecto más moderno y, al iniciarse, muestra una secuencia de animación inspirada en los movimientos del pistón del motor bóxer. El puesto de conducción es, ante todo, funcional, manteniendo algunos encantos de la vieja escuela.
Buena prueba de ello son los botones físicos, los diales y los interruptores, que brindan retroalimentación háptica al conductor, así como el freno de mano tradicional. Y no menos interesante es la mecánica, un motor de cuatro cilindros y 2.4 litros de aspiración natural con 235 CV (173 kW) y 250 Nm.