Comparativa Volkswagen Polo GTI vs. Ford Fiesta ST 2018: Ford 1 – 0 Volkswagen

El Volkswagen Polo GTI y el Ford Fiesta ST son dos de las últimas incorporaciones al segmento de los subcompactos más picantes. Puede que las siglas GTI –Gran Turismo Inyección– gocen de una mayor trayectoria que las siglas ST –Sport Technologies–, pero tras haberme puesto al volante de ambos modelos, os puedo asegurar que, en este caso, significan cosas totalmente distintas.

Uno aboga por la discreción y la polivalencia, mientras que su rival representa al chico malo de la clase, el rebelde al que se ve venir de lejos. Cuatro cilindros frente a tres cilindros para dos mecánicas de la misma potencia y tracción (delantera), cambio automático frente cambio manual… Está claro que en estos modelos los más comodones se enfrentarán a los más puristas.

Sin llegar a ser versiones extremadamente radicales, ambos modelos exudan deportividad por los cuatro costados y son realmente divertidos cuando les buscas las cosquillas, pero también están pensados para poder usarse en el día a día. En función de lo que busques, deberás decantarte por una opción u otra, pues cada uno inclina la balanza hacia un lado distinto.

Y dicho esto, sin más dilación, vamos a centrarnos en los cinco puntos clave en los que sobresale un modelo frente al otro. Como de costumbre, podéis leer la prueba individual de cada modelo pinchando sobre los enlaces del inicio del post, en ellas encontraréis todos los detalles de cada compacto y una extensa galería de imágenes de los mismos.

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Volkswagen Polo GTI: racional y polivalente

1. Puede que consideres que un compacto deportivo ha de ser radical tanto en la conducción como en su aspecto, pero hay quien busca una pequeña bala en envuelta en un paquete discreto para no tener que preocuparse cada vez que aparca su coche ante miradas ajenas. En este sentido, el Polo GTI aporta las dosis justas de deportividad, con llantas de hasta 18 pulgadas, suspensión rebajada, doble salida de escape, paragolpes algo más agresivos y diversos detalles en rojo; pero sin llegar a ser un modelo digno de los mejores poligoneros. Digamos que alcanza un interesante equilibrio estético.
2. Uno de los aspectos en los que más destaca este modelo es en el interior, y no hablamos de diseño, sino de espacio para los ocupantes, especialmente los de las plazas traseras. Es uno de los referentes del segmento en prácticamente todas las cotas, por lo que, si buscas la máxima amplitud, es el ganador. Eso sí, en capacidad de maletero queda por detrás del Ford Fiesta ST, aunque por poco.
3. Es el mejor amigo del confort y la polivalencia en el segmento de los subcompactos picantes. Si bien es cierto que hay opciones más radicales, el Polo GTI sabe combinar a la perfección dinamismo y comodidad, con unas suspensiones muy equilibradas, una dirección tan buena para maniobrar como para divertirse en carreteras de curvas, un cambio automático con el que despreocuparse en los atascos y unos asientos de buen agarre, pero generosa amplitud. En este caso, el Fiesta ST es más incómodo por firmeza en todos los aspectos y no resulta tan bueno para el día a día.  
4. Puede que en otro tipo de deportivos de alto valor de compra el consumo no sea un problema para sus propietarios, pero en el segmento B es un aspecto muy a tener en cuenta. En este sentido, los consumos reales que obtuve en el Polo GTI fueron sensiblemente inferiores a los del Fiesta ST, lo que aumentará ligeramente la autonomía en el día a día o los largos viajes. Eso sí, en ambos casos encontramos depósitos de combustible algo limitados, más en el caso del Polo GTI, aunque se trata de una diferencia insignificante.
5. Nos guste o no, las siglas GTI han logrado hacerse un nombre en el mercado, y más si tenemos en cuenta que vienen acompañadas de la firma de Volkswagen, por lo que el valor de reventa del Volkswagen Polo GTI el día de mañana será mayor que en el caso del Ford Fiesta ST -y que en el de la mayoría de sus rivales-. Como podrás ver, el precio de adquisición de ambos es muy similar, pero si tenemos en cuenta lo que ha ocurrido hasta ahora, el compacto alemán conservará mejor su valor.

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Ford Fiesta ST: Cualquier excusa es buena para conducirlo

1. Si el Volkswagen Polo GTI aboga por la discreción, el Ford Fiesta ST es todo lo contrario, especialmente si optamos por uno de los dos colores exclusivos para su carrocería como este Silver Fox Llantas de 18 pulgadas, paragolpes más agresivos, un llamativo difusor o dos salidas de escape cromadas son sus señas de identidad y sí, te aseguro que la gente se para a mirar el coche a tu paso. Estéticamente, es mucho más radical.
2. Puede que los modelos de tres puertas estén de capa caída, pero si hablamos de un subcompacto deportivo, personalmente me parece una opción de compra muy interesante. En este caso, el Fiesta ST te da la opción de elegir entre dos versiones de carrocería: tres o cinco puertas, mientras que en el caso del Polo GTI sólo dispones de una carrocería de cinco puertas.
3. El comportamiento del Ford Fiesta ST es sensacional, la referencia del segmento, y gran parte de la culpa la tienen dos elementos que te cautivarán. Hablo de los imponentes asientos Recaro de sobresaliente agarre que te harán sentir en un modelo de competición y, por supuesto, del excelente tacto de la palanca de cambios, la cual destaca por rapidez, guiado y precisión. Sin lugar a duda, con este cambio, yo no quiero un coche automático.
4. Lo sé, en el vano motor de este modelo se esconde un motor tricilíndrico con un desplazamiento de 1.5 litros, 200 CV y desactivación de cilindros, lo que a muchos mecánicos de bar les llevará a la afirmación de “eso está muy apretado” y “habrá que verlo con 200.000 kilómetros”. Habrá que verlo, pero os puedo asegurar que este motor no se parece en absolutamente nada a un tricilíndrico y que el sonido de su mecánica es mejor que el de muchos coches que incluso tienen el escape modificado. Es ronco y acompaña a la perfección a la subida del régimen del motor, haciendo del Fiesta ST un coche muy adictivo.
5. Si bien todo lo expuesto anteriormente contribuye a convertir al Ford Fiesta ST en la referencia de los deportivos del segmento B, el atributo definitorio para catalogarlo como tal son las sensaciones que transmite a su conductor. No sólo sus modos de conducción son más radicales que en el caso del Polo, sino que también su comportamiento está uno o dos escalones por encima si lo que buscas es formar parte de lo que está sucediendo sobre el asfalto. Prestaciones, adherencia, inmediatez, precisión, agilidad… Es increíble cómo mantiene todo bajo control.

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Conclusiones: “si andas buscando un compacto deportivo…”

“…tu coche es indudablemente el Ford Fiesta ST”. Y con ello no quiero decir que el Volkswagen Polo GTI sea un mal coche ni una mala opción de compra, sino que simplemente se trata de un Volkswagen Polo convencional con altas dosis de potencia. Como he comentado, aquellos que busquen un compacto de gran equilibrio entre dinamismo, confort y polivalencia, es su opción ideal, con muchas otras virtudes añadidas.

Sin embargo, en este caso, se trata de descubrir cuál es la referencia en el segmento de los subcompactos picantes, y en este sentido el Ford Fiesta ST es insuperable por las sensaciones que es capaz de transmitir a su conductor, todo ello acompañado de una ínfima variabilidad ante los distintos estilos de conducción que podamos tener.

Ya sabéis que normalmente no suelo posicionarme a favor de un modelo u otro en las comparativas que hacemos, pero mentiría si no os dijera que el Fiesta ST me ha sorprendido muchísimo, mientras que del Polo GTI me esperaba algo más de ferocidad. Cada modelo tiene su público, eso es indudable, pero yo sólo puedo decir ¡Bendito Ford Performance!

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