Puede sonar a que Steven Spielberg está metiendo la mano en el asunto, pero la verdad es que estamos hablando de algo que puede convertirse en realidad en los próximos años.
Curiosamente ya hay fabricantes que pretenden sacar al mercado productos que emplearán piezas modeladas en impresoras 3D. Os hablamos por ejemplo de la Energica Ego que podría convertirse en la primera motocicleta de altas prestaciones 100% eléctrica, Made in Italia.
En el vídeo que os mostramos al final del post podréis ver las escenas del proceso de fabricación que nos ha revelado la marca.
En el caso del fabricante, el uso de la tecnología de impresión 3D se emplea para crear prototipos y modificaciones sobre los diseños de una forma increíblemente ágil y barata.
Desde el punto de vista del consumidor, la impresión 3D podría llegar a emplearse para la creación de réplicas de determinadas piezas que puedan necesitar cambiarse con el tiempo por mero desgaste, o que necesiten ser sustituidas después de un accidente.
Las impresoras 3D son por lo general más rápidas, más baratas y más fáciles de usar que otras tecnologías de fabricación, aunque como cualquier proceso industrial, estarán sometidas a un compromiso entre su precio de adquisición y la tolerancia en las medidas de los objetos producidos.
Hay que subrayar que no podemos esperar maravillas.
“Vaya, mi retrovisor está roto, le doy a PRINT y listo”. No creo que sea tan sencillo, o al menos en un futuro inmediato, sin embargo, piezas como las carcasas de los retrovisores, componentes del guarnecido interior y demás, podrán ser rápidamente fabricadas con la impresión 3D. No hay que olvidar que el material puede lijarse y pintarse por lo que el acabado puede llegar a ser muy similar al de las piezas de origen como en recambios24.es
La impresión en 3D ha sido aclamada como la tecnología que podría dar lugar a una segunda revolución industrial.
El concepto de la impresión 3D en la industria del automóvil
El concepto es bastante simple y en él debemos de incorporar una máquina que se utiliza para crear un objeto de acuerdo con el diseño de un archivo informático, esta máquina es la impresora 3D. El único límite es la imaginación de la industria del motor, y su voluntad de llevar las cosas adelante y ofrecer, previo pago de su importe, los planos o archivos de los recambios.
Esto puede implicar que en un futuro no muy lejano, cuando vayamos a la ventanilla de recambios del concesionario oficial, no tengamos que solicitar una pieza, sino un archivo, aunque igual con esto de internet, también podríamos llegar a ahorrarnos el viaje y que el taller directamente nos mande el archivo a la impresora.
Si no disponemos del archivo deberemos escanear la pieza que queremos clonar con un scanner 3D, otra máquina que nos permitirá recrear digitalmente la pieza a clonar y que nos creará el archivo digital con las instrucciones para la impresora 3D (medidas y demás)
Os lo empezáis a plantear, ¿verdad?
Más o menos…