El frío, la nieve o las fuertes lluvias son algunos de los protagonistas de esta etapa del año. Es una época bonita en la que disfrutar del esquí y de la Navidad, pero tu coche no lo lleva tan bien como tú con los climas extremos. Por esa razón, nunca está de más repasar algunos consejos de mantenimiento y pedir cita en el taller para asegurarse de que no vamos a sufrir averías.
Ten en cuenta que algunas zonas de nuestro país alcanzan temperaturas realmente bajas. Que le digan a un burgalés que el invierno no es para tanto cuando cada mañana aparece el parabrisas de su coche cubierto por una capa de hielo; o incluso el coche entero tapado por la nieve. Y antes de sufrir una avería grave por ello, ya sabes, más vale prevenir…
Consejos de mantenimiento para el coche en invierno
Te vamos a revelar una serie de aspectos que debes tener en cuenta cuando las condiciones climatológicas adversas están al acecho, sobre todo si resides en zonas especialmente frías, como el norte de España.
Atención a los neumáticos
Lo primero que debes saber es que, si en tu zona la temperatura suele ser inferior a los 7º, es recomendable equipar neumáticos de invierno. Además, lo ideal es que el dibujo tenga un mínimo de 3 mm de profundidad cuando la climatología es mala. El mínimo legal recuerda que es 1,6 mm, pero a mayor dibujo, mayor capacidad para evacuar agua y nieve tendrán tus gomas.
Por supuesto, tampoco olvides asegurarte de que la presión es la correcta, de que no haya daños de cierta índole en los flancos y de que el desgaste sea lo más homogéneo posible. En caso contrario, no estaría de más una visita a tu taller de confianza.
Asegúrate de tener buena visibilidad
En invierno, el hielo y la nieve puede acumularse en los cristales de nuestro coche. Además, los cristales tienden a empañarse. Por ello, es preciso tenerlos siempre lo más limpios posible para evitar reflejos o faltas de visibilidad. Y no menos importantes son los faros. Cerciórate de que todas las luces funcionan correctamente y de que no tienes bombillas fundidas.
Los frenos son clave
Si bien en superficies de baja adherencia los frenos hay que usarlos en su justa medida, son uno de los elementos más importantes del vehículo para garantizar nuestra seguridad, sobre todo cuando la climatología es mala. Comprueba el desgaste de las pinzas de freno y de los discos, así como que no hay excesiva suciedad en ellos ¡Ah! Y asegúrate de que no te asustas si salta el ABS.
Revisa la batería y los líquidos
La batería es el elemento que permite que todo funcione correctamente en nuestro vehículo. Asegúrate de que funciona de forma correcta. De todas formas, no está de más que sepas cómo se carga o cómo arrancar un coche sin batería. Comprueba también el líquido refrigerante, el líquido de frenos, el aceite y el líquido de los limpiaparabrisas.
Como te decíamos, más vale prevenir…
Antes de iniciar la marcha, si vas a transitar carreteras con elevado riesgo de nieve o hielo, consulta el parte meteorológico y los avisos de tráfico a través de la página web de la DGT. Además de conocer el estado de las carreteras, es importante que intentes conducir de día, ya que la visibilidad es mayor, sobre todo en viajes largos.
Por último, te recomendamos que lleves en el coche algunos elementos básicos. Sí, los típicos «por si acaso» que siempre decía tu madre. Verás qué bien te vienen. En este sentido, debes coger unas cadenas, ropa de alta visibilidad, un calzado adecuado, ropa de abrigo, algo de comida y bebida, un botiquín básico, dinero en efectivo, un power bank y una linterna.