Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
8.2
Notable +
Si la anterior generación del Audi Q5 se convirtió en un superventas, el nuevo está llamado a seguir la misma senda del éxito gracias a un diseño actualizado, un habitáculo considerablemente más espacioso y cómodo y un abanico de tecnologías que le convierten en un Q7 compacto. Puede que el precio no sea una de sus mejores bazas, pero no te arrepentirás de pagar por él.
La última generación del Audi Q5 podría pasar para muchos por un restyling, aunque la realidad indica que es completamente nuevo y cada vez está más cerca de su hermano mayor, el Audi Q7, con quien comparte gran parte de componentes. Más elegante y quizás suave en sus trazos, mantiene las proporciones ya conocidas y añade mucho equipamiento tecnológico para hacerse “visible” entre los rivales más directos.
Si bien es cierto que muchos son los usuarios que critican la excesiva continuidad en los diseños de Audi, haciendo que generación tras generación la evolución en cuestión de los trazos sea muy pequeña, esto parece no importarle en exceso a la empresa germana, pues las ventas globales no hacen otra cosa que mejorar mes a mes. Además, en el caso del Q5 hablamos de un modelo de peso dentro de la marca de los cuatro aros, pues a pesar de que la primera generación llegó al mercado en plena crisis -2008-, superó el millón de unidades vendidas en menos de seis años, un récord dentro del fabricante.
Si tenemos en cuenta que las ventas de modelos Audi en España aumentaron el pasado año un 16,4%, que los de Ingoldstadt llevan 23 años liderando el mercado premium frente a rivales como Mercedes-Benz o BMW y que el Audi Q5 es uno de los pilares fundamentales de la marca, hoy nos enfrentamos a un complicado reto: tenemos que descubrir si la segunda generación del Q5 que hemos puesto a prueba cuenta con todos los requisitos indispensables para continuar el legado de su predecesor o, por el contrario, se muestro algo flojo frente a sus rivales.
Desde luego, en la marca lo tienen claro, pues esperan tal éxito para su nuevo modelo que han creado una nueva factoría en Cabo San Lucas (México) que se dedicará en exclusiva a la fabricación de este SUV para América y Europa, con una producción esperada de 150.000 vehículos al año. Y es que entre sus armas no faltan un diseño más fresco y agresivo, un mayor espacio interior, una amplia dotación tecnológica, mejores capacidades off road y, por supuesto, una extensa gama mecánica que irá llegando poco a poco a nuestro mercado, con opciones racionales para los más discretos y radicales versiones como el Audi SQ5 o el posible Audi RS Q5.
La continuista fórmula del éxito
Sí, son muchos los que piensan que en Audi innovan lo justo en términos de diseño, pero si la fórmula funciona, ¿para qué arriesgarse? Lo cierto es que las similitudes con la anterior generación no son casualidad, y es que como ya os he comentado, el Q5 es un modelo venerado por los de Ingolstadt y uno de los pilares fundamentales de su gama. Es por ello que el diseño más que cambiar, evoluciona, y lo hace con una silueta más limpia, un aspecto más robusto y unas líneas más definidas cargadas de contrastes que lo hacen realmente llamativo.
El frontal se mantiene relativamente bajo y está marcado por la horizontalidad de sus líneas, al igual que ocurre con la remozada parrilla Singleframe que ahora es más baja y más ancha, extendiéndose hasta los grupos ópticos gracias a su contorno cromado. Estos, a su vez, pueden equipar tecnología xenón plus, LED o Matrix LED con intermitentes dinámicos, contando con la característica forma lumínica del nuevo ADN de Audi. En el extremo inferior aparecen las entradas de aire, diferentes en función de las líneas de equipamiento – Advanced, design o S line–, al tiempo que el acabado S line presenta un paragolpes de diseño más agresivo.
Es quizá en la vista lateral donde menos cambios encuentres, con unos pasos de rueda abombados que resaltan su carácter campero y una línea de cintura que parte desde el capó hasta las ópticas posteriores para subrayar su esencia deportiva, y es que el nuevo Audi Q5 pretende aunar dinamismo y capacidades fuera del asfalto a partes iguales. A su vez, la línea del techo está coronada por dos raíles planos y desciende de forma progresiva hacia la parte trasera, con un pilar D pronunciado y nuevos juegos de llantas que rematan el conjunto.
El nuevo SUV equipa de serie llantas de 17 pulgadas en la versión básica, 18 pulgadas en las versiones Advanced y design y 19 pulgadas en la versión S line o con el paquete Audi design selection. Opcionalmente se pueden equipar otras de hasta 21 pulgadas.
Lo que probablemente notarás es que el nuevo Audi Q5 crece en todas sus dimensiones, entre otras cosas porque ahora comparte plataforma –MLB del grupo Volkswagen– con el Audi Q7. Es más, comparte todo con el Q7 salvo la visión nocturna y el eje trasero direccional. Así, alcanza 4,66 metros de longitud, 1,89 metros de anchura y 1,66 metros de altura, al tiempo que la distancia entre ejes aumenta en 13 mm hasta los 2,82 metros. A pesar de ello, hemos de restarle hasta 90 kilos al conjunto gracias al empleo de una combinación inteligente de aluminio y aceros de alta resistencia, mientras que el coeficiente Cd se sitúa en tan sólo 0.30.
Por último, si miras por primera vez el nuevo Audi Q5 por detrás, definitivamente pensarás que no ha cambiado en absoluto, pero si prestas atención a los detalles verás que hay más novedades de las que parece. En la zaga son protagonistas indiscutibles las líneas horizontales que enfatizan la anchura del coche, con un portón trasero que se funde con los pilares D y un sutil spoiler sobre la luna posterior en el acabado S line o al equipar dicho paquete. Las luces traseras, por su parte, se encuentran en la parte más externa y elevada, dándole un toque de personalidad al conjunto con su firma lumínica LED de serie.
Al igual que en el frontal, el paragolpes posterior varía según la línea de equipamiento elegida, e integra dos salidas de escape con forma trapezoidal. Una vez más, el diseño más llamativo acompaña al apellido S line.
Finalmente, debéis saber que la paleta de colores está formada por 8 tonalidades, siendo el gris Daytona específico del acabado S. Adicionalmente a estos hemos de sumar los acabados de pintura personalizados de la oferta de Audi exclusive y un paquete de equipamiento especial (black) con pintura exterior en gris Quantum, las zonas inferiores de la carrocería en gris Manhattan y llantas de 20 o 21 pulgadas que solo estará disponible por tiempo limitado.
Calidad y tecnología se dan la mano
Puede que en su exterior los cambios no te resulten exagerados, pero el habitáculo del Audi Q5 2017 ha dado un salto en calidad, espacio y tecnología sobresaliente. El diseño del salpicadero y de los mandos ha sido renovado, pero sin lugar a dudas lo que más llamará tu atención es el amplio espectro de tecnologías que le ha permitido incorporar el hecho de compartir plataforma con su hermano mayor, el Q7. Básicamente podríamos decir que estamos ante un Q7 en miniatura, pues salvo el asistente de visión nocturna con infrarrojos y el eje trasero direccional, ambos cuentan con los mismos asistentes y equipamiento.
Para dar continuidad al exterior, en el interior del Q5 también se llevan el protagonismo las líneas horizontales, mostrando un salpicadero libre de botones innecesarios y aglutinando toda la información en dos grandes pantallas como ya hemos visto en otros modelos de la gama. De izquierda a derecha, vemos que el volante ha sido rediseñado y se ofrecen distintos diseños en función del acabado. Todos ellos cuentan con revestimiento de cuero, tres radios y botones multifunción, pero en este caso podéis ver el volante multifunción plus con 14 botones, contorno deportivo de diseño inferior achatado, acabado cromado en la parte baja y aro calefactado.
Tras este no faltan las levas del cambio S tronic y el aclamado Audi virtual cockpit. De serie el Audi Q5 tiene relojes analógicos, con una pantalla de información al conductor ubicada entre las dos esferas, pero resulta indudablemente más llamativo este virtual cockpit opcional que consta de una pantalla TFT de 12,3 pulgadas con una resolución de 1.440 x 540 píxeles y que ofrece excelentes gráficos. Continuando hacia el salpicadero, preside el mismo la pantalla de 8,3 pulgadas del sistema MMI Navegación plus con MMI all-in-touch. De serie encontraremos un sistema MMI bastante completo con pantalla de 7 pulgadas, pero el que podéis ver en las imágenes es el tope de gama.
El sistema multimedia puede equiparse con navegación y navegación plus, módulo Audi connect 4G, múltiples aplicaciones de tráfico o música (entre otros), unidad de DVD, memoria flash de 10 GB, control de voz con reconocimiento de frases cotidianas, equipo de audio Bang & Olufsen con sonido 3D, Apple Car Play, Android Auto y un largo etcétera.
Justo debajo de la pantalla de infoentretenimiento encontramos las salidas de aire centrales, los ‘warning’, una línea cromada y los controles de la climatización -de tres zonas en este caso- que ahora ofrecen una disposición más clara de sus funciones. Ya en la consola central se ubican el botón de arranque, una toma de corriente, los mandos del MMI all-in-touch con panel táctil y accesos rápidos y la palanca de nueva factura del cambio automático S tronic, todo ello rematado con un hueco para no complicarse a la hora de dejar el teléfono móvil o las llaves del coche.
Pero si hay algo por lo que realmente el nuevo Audi Q5 brilla con luz propia es la calidad de acabado y el espacio interior. En referencia al primero de los aspectos hay que decir que tanto al tacto como a la vista no hay un solo detalle que no se haya cuidado. Sí, hay plásticos en el habitáculo, pero no son plásticos rudos y desagradables, estando la mayor parte del mismo forrado con materiales blandos. A nivel personal, la calidad percibida es de las mejores del segmento en comparación con sus rivales directos, al igual que ocurre si hablamos de espacio interior, pues este SUV ha crecido notablemente en todas sus cotas para mejorar la habitabilidad.
Los asientos presentan un confort de notable alto y pueden equiparse con diversas opciones como reglajes eléctricos calefacción delante y detrás o soporte lumbar neumático con función de masaje.
En las plazas traseras podrían viajar con relativa comodidad tres adultos de no ser por el elevado túnel de transmisión que, la verdad, se hace notar en exceso, mientras que si equipamos la banqueta posterior plus, ésta nos ofrecerá la posibilidad de desplazarse longitudinalmente hasta 12 centímetros para sacarle unos litros extra al maletero (610 en total). Sin dicha banqueta, el maletero del Q5 cubica 550 litros, 10 litros más que su predecesor, al tiempo que si abatimos los asientos de la segunda fila (en configuración 40-20-40, otra de las novedades) llegaremos hasta los 1.550 litros.
Mucho diésel, poco gasolina
En el momento del lanzamiento, la gama de motores del nuevo Audi Q5 contará con cinco alternativas: cuatro TDI y un solo TFSI que en total cubren un rango de potencia desde los 110 kW (150 CV) hasta los 210 kW (286 CV), lo que supone hasta un 10 por ciento más que en el modelo anterior.
Así, la gama de gasolina se deberá contentar con un único bloque 2.0 TFSI con 185 kW (252 CV) y 370 Nm de par máximo entre 1.600 y 4.500 rpm que permiten al Audi Q5 acelerar de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 237 km/h. El consumo medio homologado es de solo 6,8 l/100 km, con unas emisiones de CO2 de 154 g/km. Este puede estar asociado a la caja de cambios manual de seis velocidades o bien la S-Tronic con siete. En este caso la tracción es total a las cuatro ruedas.
En diésel la gama comienza con el 2.0 TDI de 110 kW (150 CV) y un par máximo de 320 Nm, este último disponible entre 1.500 y 3.250 rpm, el cual solo puede pedirse con caja manual. Por encima están el 2.0 TDI con 120 kW (163 CV) cuyo consumo es de apenas 4,9 litros de combustible por cada 100 km a pesar de alcanzar los 100 km/h en 8,9 segundos; y otro derivado con 140 kW (190 CV) y 400 Nm de par que acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 218 km/h. Este último fue el que tuvimos ocasión de probar durante la presentación y será del que os hable a continuación.
Por último, el tope de gama combina el 3.0 TDI V6 con 210 kW (286 CV) y un par máximo de 620 Nm entre 1.500 y 3.000 rpm. Más adelante llegarán nuevas alternativas como el Audi SQ5 con motor gasolina V6 de 352 CV.
Respecto a la transmisión, el cambio S tronic de siete velocidades está disponible como opción para los motores TDI de cuatro cilindros más potentes y es de serie en el 2.0 TFSI, mientras que el TDI más potente está acoplado de serie a una caja de cambios tiptronic de ocho velocidades. En términos de tracción, el Audi Q5 2.0 TDI de 150 CV sale de la línea de montaje con tracción delantera y, a excepción del 3.0 TDI -que utiliza el sistema de tracción permanente quattro de funcionamiento mecánico-, todas las versiones cuentan con el sistema de tracción quattro con tecnología ultra de nuevo desarrollo.
Centrándonos en la motorización probada, el 2.0 TDI con 140 kW (190 CV) y 400 Nm de par que, probablemente será una de las más vendidas, he de deciros que esta mecánica tiene sus virtudes y sus defectos. Es la más equilibrada en cuanto a consumos y prestaciones, pero al volante no tienes la sensación de llevar un vehículo con dicha potencia a pesar de la notable reducción de peso del conjunto, y esto es consecuencia directa de los estrictos estándares de emisiones.
Y no me malinterpretéis, es un vehículo potente y satisfará sin lugar a dudas las necesidades de la gran mayoría de clientes, pero hablamos de un coche cuyo motor se podría exprimir mucho más para aumentar el rendimiento y lo cierto es que el propio SUV lo pide a voces. Pensemos que hablamos de un modelo cuya máxima entrega de par oscila entre las 1.750 y las 3.000 revoluciones, por lo que la ‘patada’ inicial comienza relativamente pronto y es contundente, pero no cuenta con un amplio margen de actuación, así que una vez fuera de este rango el motor deja de empujar.
Es, sin duda alguna, un motor que está enfocado a priorizar la eficiencia y la comodidad de los pasajeros, por lo que adicionalmente cuenta con una gestión del cambio S tronic en sintonía con esta filosofía. Lo cierto es que para gran parte de los trayectos, conductores y situaciones, este cumple de forma notable con su cometido, cambiando lo antes posible de forma rápida y suave, lo cual se agradece en ciudad y autopista, aunque si eres de los que también disfrutan en carreteras de montaña echarás en falta un poco más diversión al volante. Lo mismo ocurre a la hora de necesitar algo más de potencia en momentos puntuales como, por ejemplo, un adelantamiento, donde lo más recomendable es darle las órdenes al acelerador con algo de tiempo para que transmisión y motor reaccionen con la energía que cabría esperar de un conjunto como este.
Por otra parte y, en términos de rumorosidad, hay que reconocer que el nuevo Audi Q5 prescinde de toda vibración y sonoridad posible, tanto en lo que se refiere a la mecánica como en términos aerodinámicos, pues el aislamiento es casi de sobresaliente, especialmente si equipamos los cristales laterales dobles. Finalmente y, respecto a los consumos, la duración y condiciones de la prueba no nos permitieron hacer un cálculo real, pero para la motorización probada la marca de los cuatro aros homologa un consumo combinado en ciclo NEDC de 4,9 litros a los 100 kilómetros, aunque ya sabéis que luego la realidad es algo distinta.
Ficha técnica
Version | 2.0 TDI S tronic 7 vel. |
---|---|
Cilindrada | 1.968 cm³ |
Potencia | 140 kW (190 CV) @ 3.800 – 4.200 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.750 – 3.000 rpm |
Peso | 1.770 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.663 / 1.893 / 1.659 milímetros |
Volumen Maletero | 550 (610) - 1.550 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 218 km/h |
Consumo homologado | 5,3 / 4,7 / 4,9 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 129 g/km de CO2 |
Precio de partida | 40.550 euros |
Suspensión y tracción, lo mejor del coche
Cuando nos ponemos al volante de un SUV, normalmente no esperamos reacciones ágiles, pasos por curva rápidos y direcciones precisas, pero lo cierto es que gracias a la plataforma MLB, la herencia de tecnología del Audi Q7 y las dos grandes novedades de esta generación que son la suspensión neumática y la tracción quattro con tecnología ultra, el nuevo Audi Q5 ofrece una conducción que se desvincula ligeramente de la media del segmento al combinar el confort en carretera de su hermano mayor con unas actitudes camperas más que aceptables y un dinamismo propio de un vehículo algo más pequeño.
El chasis está tan trabajado que, como os comentaba en el apartado anterior, demanda incluso más energía al motor, con un paso por curva y unas reacciones que realmente harán que te cueste buscarle las cosquillas. Claramente pide más y puede soportar más. Además, la dirección de asistencia electromecánica es más rápida y precisa de lo que cabría esperar y su asistencia disminuye a medida que aumentamos la velocidad, lo que hace del Q5 un coche bastante dinámico en situaciones reales. Opcionalmente y, para todas las versiones con transmisión automática, se ofrece la dirección dinámica que permite modificar la relación de desmultiplicación según la velocidad del vehículo y el ángulo de giro del volante.
Respecto a la suspensión, he de deciros que una suspensión neumática adaptativa puede ser una gran ventaja y también, un gran inconveniente. En este caso, lo cierto es que aumenta notablemente el confort y pareces ir flotando sobre el asfalto, por lo que todo apunta a que los ingenieros de Ingolstadt han hecho un gran trabajo. Además, en este caso contamos con varios extras a favor, como la posibilidad de elevar o descender la carrocería del Q5 para adaptarlo a diversas situaciones, contando incluso con un modo “Lift /offroad” (hasta 35 km/h) que aumenta la altura 45 mm respecto al nivel normal (208 milímetros). En el modo “allroad” (hasta 80 km/h) el aumento es de 25 mm.
Los ángulos de ataque y de salida de la carrocería son de 25 y de 17 grados respectivamente, y el ángulo ventral es de 17 grados. Si bien es cierto que al ser más grande pierde algunas cotas, la suspensión neumática opcional incluso las mejora respecto a su predecesor.
Esto le permite ser bastante bueno fuera del asfalto, especialmente al complementarse con la nueva tracción quattro con tecnología ultra que trabaja tanto de forma predictiva -calculando diversos parámetros- como reactiva -en tan solo dos décimas de segundo-. Y no solo fuera del asfalto, sino que adicionalmente supone un plus en términos de seguridad en la carretera, permitiéndonos una conducción más dinámica y ágil. En este caso y, cuando se selecciona el modo dynamic, la carrocería desciende 15 mm, mientras que en el resto de modos el ajuste se realiza de forma automática y el descenso de la carrocería se produce al superar los 120 km/h para beneficiar la estabilidad y mejorar la aerodinámica. Circulando por autopista, los balanceos de la carrocería son imperceptibles y el Q5 absorbe de forma notoria las irregularidades del terreno, lo que unido a unos asientos muy confortables en mullido y aceptables en agarre, le permiten ofrecer una calidad de rodadura superior y lo convierten en un gran viajero.
Equipamiento y precios
Del nuevo Audi Q5 de segunda generación se pueden pedir varios niveles de acabado denominados Base, Advanced, Design y S-Line. En todos ellos se incluyen el climatizador automático, sistema de audio integrado, bluetooth, puerto USB, faros bi-xenón, Audi Drive Select, sistema pre-colisión, frenada de emergencia, espejo interior fotosensible, freno de mano eléctrico, llantas de aleación, portón trasero automático, barras de techo, alfombrillas, portón de apertura y cierre eléctrico, sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas, sistema de conducción dinámica Audi select y el sistema de conectividad y llamada de emergencia en caso de accidente Audi connect Safety&Service.
Entre el equipamiento disponible, ya sea en opción o con los diversos acabados, hay que mencionar la instrumentación configurable de 12,3 pulgadas, volante térmico, techo panorámico, sistema de navegación MMI con pantalla de 8,3 pulgadas, Head Up Display, Wi-Fi, sistema de audio de alto rendimiento, control de crucero adaptativo, asistente al aparcamiento, detector de fatiga, detector de peatones, alerta de objetos en ángulo muerto o asistente en atascos, entre muchos otros, pues como buen modelo alemán que es, la lista de equipamiento adicional es, cuanto menos, extensa.
Respecto a los precios, el Audi Q5 parte ahora de los 40.550 euros con el acabado Base, una cifra realmente elevada para gran parte de los mortales. Los diversos niveles de equipamiento suponen un incremento de 2.800 euros en el caso del Advance; de 2.500 euros en el caso del Design y de 3.000 euros para disfrutar del S line.
Los precios recomendados por Audi España -sin descuentos- son los siguientes para el acabado Base:
Modelo |
Potencia |
Precio |
Q5 2.0 TFSI quattro ultra S tronic 7 vel. |
252 CV |
55.850 € |
Q5 2.0 TDI 6 vel. |
150 CV |
40.550 € |
Q5 2.0 TDI quattro-ultra S tronic 7 vel. |
163 CV |
46.800 € |
Q5 2.0 TDI quattro-ultra S tronic 7 vel. |
190 CV |
49.500 € |