Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.6
Notable
El BMW 330e es una opción realmente interesante si los desplazamientos habituales no son demasiado largos. En modo eléctrico puede hacer 40 km y una vez agotada la batería tiene un funcionamiento similar a un Serie 3 convencional con cuatro cilindros. Eso sí, el maletero se reduce mucho y puede ser algo justo
Poco a poco las mecánicas híbridas van ganando relevancia en los principales mercados europeos y son muchas las marcas que están desarrollando sus propias alternativas para no quedarse atrás. Tanto Toyota como Lexus han demostrado en los últimos años que son alternativas coherentes a los vehículos de combustión tradicional, logrando cifras de ventas importantes.
BMW es una de las firmas que está tratando de cubrir todos los nichos del mercado con vehículos muy bien estudiados. Si en gasolina y diésel hay que alabar la eficiencia de sus mecánicas, con la nueva familia “i Performance” tratan de llevarlo un paso más allá sin alcanzar el bajísimo coste de uso de los BMW i que en cambio tienen una autonomía más limitada.
La idea de BMW con sus “i Performance” es convencer a los amantes de los eléctricos puros y al tiempo cubrir las necesidades de cualquier usuario en distancias largas. Por así decirlo son la alternativa más completa de la gama, aunando frugalidad en el día a día y la posibilidad de realizar viajes sin importar lo lejos que esté el destino.
Durante la presentación en Madrid de la gama “i Performance” he tenido la posibilidad de conocer más en profundidad el 330e, una berlina que por sus características me parece muy interesante, no perdiendo de vista la deportividad que todo buen BMW debe llevar impresa.
PRESENTACIÓN
La oferta “i Performance” está formada por cuatro modelos, tres de los cuales ya están disponibles en el mercado español. Los que puedes adquirir en los concesionarios son los 225xe Active Tourer, el citado 330e y el polivalente X5 xDrive40e. Ya en septiembre será el turno para el 740e que quedará situado como tope de gama de esta familia híbrida, con permiso por supuesto del i8 que juega en otra liga.
Conducir un híbrido de BMW tiene ciertas ventajas que seguro serán bienvenidas por los usuarios. Por ejemplo en Madrid no tienen que abonar el aparcamiento en las zonas “ORA”, ya sea línea verde o azul. También pueden hacer uso del carril Bus-VAO y el acceso a las zonas restringidas está permitido, consiguiendo que puedas moverte por la capital olvidándote de las limitaciones que tendrías en cualquier vehículo convencional.
Pero no sólo los accesos a ciertas zonas son una ventaja. El coste de uso es algo primordial y al poder cubrir distancias interurbanas sin hacer uso del motor de combustión, el ahorro día a día es importante. La autonomía en modo eléctrico depende del modelo en cuestión pero para la mayor parte de los usuarios será posible realizar el trayecto de ida y vuelta al trabajo sin gastar una sola gota de gasolina.
BMW no ha dado datos sobre la previsión de ventas pero aunque no serán “best-sellers”, sí deberían hacerse un hueco en breve por sus virtudes, buen nivel de prestaciones y unas tarifas que están al mismo nivel que los modelos equivalentes en gasolina o diésel, no haciendo que la hibridación salga más cara.
BMW 220xe ACTIVE TOURER
El monovolumen compacto nació rompiendo moldes en BMW. Por primera vez un producto de la firma alemana hacia uso de la tracción delantera y de motores de tres cilindros, dos soluciones que han sido muy criticadas por algunos fans pero que pronto se ha comprobado han sido un acierto, logrando del Active Tourer un modelo de elevado éxito comercial en los principales mercados europeos.
El 220xe ACTIVE TOURER llega dispuesto a seguir derribando barreras. Es híbrido y también un monovolumen con tracción total. Gasta poco y tiene capacidad suficiente para cinco adultos y su equipaje. Con todo, puede ser la solución perfecta para familias con conciencia ecológica.
El motor de gasolina empleado es el nuevo 1.5 Turbo con tres cilindros y 136 CV de potencia que se combina con uno eléctrico que alcanza los 88 CV de potencia, dando como resultado un total de 224 CV. El eléctrico va situado en el eje posterior y cuando entra en funcionamiento con el de gasolina, se convierte en un tracción total.
Según declara BMW, el consumo medio es de 2,0 L/100 y las emisiones se quedan en los 46 g/km de CO2 (con las ruedas de serie). La autonomía eléctrica alcanza los 41 km gracias a la batería de 5,4 kWh de capacidad. Puede no parecer mucho pero sí es suficiente para muchos desplazamientos en el día a día. El tiempo de recarga oscila entre las 2 horas y 20 minutos en una toma convencional y 1,35 horas con el Wallbox.
X5 xDRIVE40e
El exitoso X5 de BMW también recibe una mecánica híbrida. En este caso se combina el bloque de dos litros y cuatro cilindros que desarrolla 245 CV con otro eléctrico que aporta 113 CV, dando un total combinado de 313 CV de potencia. Aquí el sistema de tracción xDrive es similar al que emplean otros X5, garantizando una excelente adherencia cuando el suelo es resbaladizo.
La batería de iones de litio tiene una capacidad de 9,2 kWh y puede recorrer hasta 31 km en modo 100% eléctrico. Emplea un sistema de refrigeración de alta eficiencia y una caja de cambios automática con ocho relaciones. El tiempo de recarga oscila entre las 2,35 horas y 4,10 horas dependiendo de si se tiene WallBox o se enchufa en una toma convencional.
330e
He dejado para el final el Serie 3 híbrido al ser el único que he podido probar durante la presentación en Madrid. Debo reconocer que me gusta que pase totalmente desapercibido entre el resto del tráfico, no siendo objeto de todas las miradas como sí ocurre con el curioso i3 eléctrico.
Técnicamente el 330e resulta interesante. Combina el bloque de cuatro cilindros y 184 CV de potencia ya visto en el 320i con otro eléctrico que genera una potencia de 88 CV, dando un total combinado de 252 CV. La caja de cambios es automática de seis velocidades, destacando su suave funcionamiento.
Según declara BMW es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y tiene un consumo medio de 1,9 L/100, con unas emisiones de 44 g/km de CO2 (con las llantas de aleación de serie). La capacidad de la batería es similar a la del 225xe, con 5,6 kWh que le otorgan una autonomía de hasta 40 km en modo 100% eléctrico. El tiempo de recarga es el mismo que en el monovolumen.
PUNTOS NEGATIVOS
Pocos son los “peros” que se les pueden poner a los nuevos BMW i Performance pero lógicamente también los tienen. Por ejemplo la capacidad de maletero en el Serie 3 se reduce respecto a las versiones de combustión, pasando de los 480 litros originales a unos escuetos 370 que quizás puedan quedarse algo justo. Esta pérdida se da en la altura, no afectando al ancho o largo del maletero.
También hay que dejar claro que los precios son equivalentes a los modelos de combustión de potencia similar pero una vez salta el motor de gasolina no llevarás bajo el capó un bloque de seis cilindros. Si bien los de tres y cuatro cilindros tienen un funcionamiento excelente, nunca alcanzarán la exquisitez de los seis cilindros de la marca. Y aquí los puristas quizás tengan algo que decir, viéndolo como algo negativo.
Por ahora no hay ayudas directas a la compra de estos vehículos y esto termina pasando factura en el coste final. El Plan MOVEA, actualmente agotado, permitía adquirir vehículos híbridos y eléctricos con un precio máximo de 32.000 € por lo que los tres productos de BMW se habrían quedado fuera. Lo que no sabemos es si en algunas Comunidades Autónomas es posible recibir algún tipo de subvención.
DIFERENCIAS CON EL RESTO DE GAMA
La gama “i Performance” no destaca por incluir un diseño peculiar o exclusivo por lo que para la mayoría de los usuarios podrán pasar totalmente desapercibidos. Sin embargo hay algunos elementos que podrán indicarte que el BMW que estás viendo es híbrido.
En el exterior incluyen una tapa similar a la del depósito de gasolina pero en la aleta delantera derecha. El logotipo eDrive también está presente en el pilar C mientras que en el portón posterior la denominación del modelo va acompañada de una “e”. La parrilla delantera tiene elementos en azul y en opción pueden equipar unas llantas de aleación de diseño específico optimizadas para mejorar la eficiencia.
Entre lo que no verás a simple vista hay varias cosas. Al levantar el capó la tapa que lo cubre lleva una moldura en azul. En el interior junto a la palanca de cambios hay un nuevo modo denominado “eDrive” desde el que podrás elegir el tipo de conducción eficiente deseado. La instrumentación y el BMW iDrive están personalizados y el umbral de puertas recibe una moldura con la inscripción “eDrive”.
EN MARCHA
La organización del evento preparó un recorrido 100% urbano para que la prensa tuviera oportunidad de probar la hibridación en estado puro. Yo tuve en mi poder un 330e de color champán realmente bonito, equipado con unas llantas de aleación de generoso tamaño que estoy convencido no ayuda a esto del ahorro energético. Salvo por los detalles más arriba descritos, es difícil adivinar que es un vehículo eléctrico a no ser que lo veas en marcha y no escuches absolutamente nada (y esto te llamará la atención entre tanto 318d poco discreto rodando por nuestras calles).
Con tan sólo presionar el botón de arranque ya puedes iniciar la marcha. No hay ruidos ni nada que estropee ese momento y debo reconocer que es algo que a mí me gusta mucho (salvo que bajo el capó tenga un ocho cilindros de esos que te derriten con su sonido). Con la palanca de cambios en “D” y el freno de mano quitado, basta una leve presión en el acelerador para salir en modo eléctrico.
Por defecto cada vez que presiones el botón START estará en modo eléctrico salvo que no haya carga en la batería o la climatología no lo permita. Desde el botón eDrive puedes seleccionar los modos AUTO eDrive (trata de conseguir el mejor compromiso entre prestaciones y uso eléctrico), MAX eDrive (utiliza la mayor parte del tiempo posible el motor eléctrico) y SAVE BATTERY (mantiene la carga de la batería o incluso la puede cargar para poder usar el modo eléctrico por ejemplo al llegar al destino; aquí se usa el motor de gasolina todo el tiempo).
Me ha gustado mucho que durante su conducción no haya que ser especialmente cuidadoso con el acelerador para que no salte el motor de gasolina. Es posible pegar pisotones aprovechando el bloque eléctrico, garantizando unas aceleraciones excelentes sin gastar gasolina.
En la instrumentación se han incluido datos del consumo y autonomía eléctrica, de modo que el conductor siempre está informado del gasto que está realizando y de la distancia que es posible recorrer con la energía restante en la batería. También desde el iDrive se pueden controlar diversos parámetros del sistema híbrido.
La prueba realizada en Madrid consistía en un trayecto 100% urbano de unos 20 kilómetros, incluyendo la circulación por zonas restringidas al tráfico convencional. Debo reconocer que esto es una virtud para aquellos que necesitan moverse “con libertad” por la capital sin estar pensando en las cámaras de vigilancia. El poder aparcar sin necesidad de pago es otra ventaja que ahorrará unos cuantos euros a aquellos que se mueven dentro de la zona ORA.
Las prestaciones del 330e me han parecido sensacionales, con una respuesta inmediata al acelerador. No sé cómo irá en autovía o carreteras pero no creo que haya mucha diferencia con un Serie3 normal y por tanto, estará a un nivel excelente. El sistema híbrido aporta una conducción menos estresante y tranquila en ciudad (fruto de la ausencia de ruido y vibraciones), algo que pude comprobar por algunas zonas completamente atascadas.
Al finalizar la toma de contacto el consumo medio de combustible fue de 1,5 L/100 y eso que se realizaron algunos acelerones fuertes para comprobar la respuesta del conjunto. El trayecto podría haberse terminado perfectamente sin haber usado nada de gasolina. En cuanto al consumo eléctrico, al inicio marcaba 26 km y al finalizar el ordenador de viaje marcaba 11 km. Por tanto si se hubiese aplicado una conducción eficiente, la autonomía eléctrica habría sido mayor (es fácil recuperar energía y conservar carga).
CONCLUSIÓN
Los nuevos híbridos de BMW me han parecido interesantes pero para que sean rentables es necesario hacer ciertos cálculos. La firma tiene muy claro que no todos los perfiles de cliente encajan así que han puesto a disposición de los navegantes un apartado en su página web en el que se puede realizar el coste de uso frente a uno de combustión convencional. Para ello se introducen los desplazamientos habituales y los ocasionales (calcula los kilómetros), y te dirá si es o no una opción interesante para ti.
Independientemente de esto, creo que los híbridos de BMW juegan con la ventaja del estacionamiento libre en ciudades como Madrid, además de un coste de uso más bajo. El problema está en que si no tienes un punto de recarga en casa o en el trabajo, deberás confiar en los públicos que no siempre funcionan o, si lo hacen, suelen estar ocupados por vehículos que no los necesitan. Esto es un problema que no tiene que ver con BMW pero que al final sufrirán los usuarios de eléctricos e híbridos enchufables.
En otras ciudades españolas también tienen ventajas por lo que será cuestión de ir revisando el uso real que se la da al vehículo y las ventajas que ofrecen los ayuntamientos por los que te moverás habitualmente. Una vez comprobado, sabrás que para irte de vacaciones no tendrás las limitaciones de un eléctrico puro.
Cuatro cilindros… Cuando yo me compro un BMW no quiero que suene a laguna
Cuando compras un híbrido lo que pretendes es que no suene a nada…
Tendran que superar los 300kms de autonomia electrica para que sean viables. Aparte no hay opcion a exprimir el maximo rendimiento del coche sin gastar combustible, son cifras bajas pero son 2 cuentas, y aunque sean bajas aun sigue siendo caro el consumo, la espera de la carga es larga…estan aun muy limitados para pensar en comprarse uno.