Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.3
Notable
El Mazda3 se pone al día de cara a 2017 para mantenerse en el podio de ventas de la marca nipona y consolidarse como un duro rival en el segmento compacto. Tanto la versión de 5 puertas como el sedán cuentan con un amplio elenco de equipamiento y una gama mecánica relativamente amplia, todo ello acompañado de leves cambios estéticos, un remozado interior y un comportamiento mejorado gracias a la introducción del G-Vectoring Control.
No cabe duda de que el Mazda3 es un modelo importante para la marca nipona. Goza de excelente reputación en el mercado español y, además, tradicionalmente ha sido el número uno en ventas del fabricante, siendo el modelo que les dio a conocer en gran parte del mundo. Sin embargo, poco a poco a poco ha acabado siendo destronado por los famosos SUV que tanto gustan en nuestro país, los Mazda CX-3 y Mazda CX-5 de los que ya os hemos hablado en otras ocasiones.
A pesar de ello, sigue siendo uno de los tres pilares fundamentales de Mazda, y de cara a 2017 recibe todo un elenco de sutiles cambios que lo hacen más vistoso, cómodo y, sobretodo, tecnológico, igualándose así a los recién renovados Mazda 6 y Mazda CX-5. Además, ya os he contado alguna vez el tremendo salto de calidad que han dado estos modelos nipones en los últimos años, y buena prueba de ello es el notable incremento en ventas que les ha llevado en este 2016 hasta las 18.377 unidades. Pero vivimos en una época de cambios constantes en el que la mejora continua es fundamental…
Por otra parte, se nota una clara tendencia del mercado hacia los modelos con mecánicas de gasolina, algo normal si tenemos en cuenta que, por ejemplo, en algunas ciudades ya no se podrá circular con modelos diésel a partir de 2025. No es ningún secreto que en Mazda están a la vanguardia en este sentido con la tecnología SKYACTIV y, desde luego, el nuevo Mazda3 no iba a ser menos. Concretamente, en el caso de Mazda, la ‘porción de la tarta’ en ventas de gasolina alcanza el 30% incluso en modelos grandes, y es que como ya predijo Renault en su día, en apenas unos años no existirán modelos diésel de los segmentos A, B y C.
Pero centrémonos en el Mazda3 2017, un vehículo concebido bajo el concepto Jinba Ittai del fabricante (la fusión entre el conductor y su vehículo) y una filosofía centrada en el ser humano que, además de mantener la reconocida gama de motores SKYACTIV gasolina y diésel, incorpora numerosas mejoras diseñadas para mantener a este modelo a la vanguardia de su segmento, como la introducción del G-Vectoring Control, un interior de calidad superior con mejor equipamiento y líneas más atractivas. ¿Cumplirá con nuestras expectativas? Comprobémoslo.
Cambios sutiles pero acertados
Los cambios en la línea el exterior del nuevo Mazda3 pueden resultar difíciles de apreciar por el ojo inexperto, pero prestándole algo de atención a las novedades te darás cuenta de que son más significativas de lo que parecen. Estas se centran esencialmente en el frontal, donde el compacto nipón presenta una parrilla delantera modificada con un look tridimensional más potente, nuevos embellecedores en las luces antiniebla, las cuales pasan a incorporar tecnología LED de serie en los acabados Style y Luxury; y unas ópticas delanteras remozadas también con iluminación LED en el acabado Luxury y en el acabado Style en combinación con el Pack Visual.
En la vista lateral, los cambios no son menos disimulados, con unos espejos retrovisores de nueva factura que integran las luces intermitentes en ambas versiones de carrocería -4 y 5 puertas- y nuevas llantas de aleación de 18 pulgadas que ahora presentan ahora un diseño más visual con un acabado en tono plateado. Eso sí, solo son de serie con el acabado Luxury, mientras que en el resto de la gama tendremos que conformarnos con las de 16 pulgadas en diferentes diseños.
En la zaga también se ha incorporado un nuevo paragolpes, aunque por regla general las formas se mantienen muy parecidas a las de su predecesor. En conjunto, el Mazda3 se mantiene fiel al tradicional dinamismo del concepto ‘zoom-zoom’ de la marca, heredando numerosos rasgos de la última evolución del diseño Kodo -alma en movimiento- tan característico del fabricante para acercarse a sus hermanos de gama más recientes.
Por último, el Mazda3 2017 cuenta con nueve colores disponibles para la carrocería, uno de ellos completamente nuevo entre las filas de la marca, el Eternal Blue Mica, al tiempo que otros dos de ellos son novedad en este modelo: el Sonic Silver y el Machine Grey Premium Metallic. Como curiosidad, al igual que ocurre con el enormemente popular Soul Red Metallic del que os hablé cuando visitamos el Centro de Diseño Europeo de Mazda, el tono Machine Grey Premium Metallic utiliza el proceso de pintado exclusivo de Mazda TAKUMINURI, contando con una capa de partículas reflectantes de aluminio de tan solo 2,5 micras de espesor.
El modelo cuenta con un coeficiente aerodinámico del 0,26 para el SportSedan y del 0,275 para los modelos 5 puertas equipados con la parrilla activa, y del 0,28 para las demás variantes.
Respecto a las medidas, el Mazda3 2017 mantiene sus dimensiones ofreciendo 4.470 mm de longitud -4.580 mm el Sedán-, 2.053 mm de ancho de espejo a espejo y 1.450 mm de altura. La distancia entre ejes es de 2.700 mm, y los anchos de vía delantero y trasero son 1.555 mm y 1.560 mm, respectivamente.
Más empaque y confort
Es en el interior del Mazda3 donde más cambios se han producido tras el restyling, y estos están esencialmente enfocados a ofrecer un mejor aspecto visual, mayor confort y un mayor equipamiento de tecnología y seguridad. A grandes rasgos, cuenta con un espacio interior evolucionado cuyas actualizaciones incluyen botoneras y tiradores de las puertas de mayor calidad, una moldura de salpicadero rediseñada, un volante de nueva hornada y un Head Up Display a color (en las versiones que lo equipan, claro).
Si comenzamos de izquierda a derecha, lo primero que encontramos es el nuevo volante de tres radios cuyos botones se han optimizado para quedar más al alcance de la mano mientras conducimos. El diámetro sigue siendo el mismo, pero el aro es ahora más estrecho y la zona para los pulgares más cómoda. Tras este, tanto la pantalla del Head Up Display como los relojes del cuadro de instrumentos se han revisado para mejorar su calidad y legibilidad.
Aunque en las imágenes podréis ver que cuenta con volante calefactable, esta opción no llegará a España (las unidades de prueba estaban matriculadas en Alemania), algo que en mi humilde opinión es un error.
Respecto a la pantalla del Head Up Display, tengo que deciros que es uno de los cambios más significativos, pues ésta es ahora a color y dispone de un mayor contraste y definición. Además, en el acabado Luxury muestra algunas indicaciones en rojo y ámbar para hacerlas más legibles, como por ejemplo el aviso de ángulo muerto. El velocímetro, por su parte, cuenta con un nuevo diseño y aumenta el tamaño de su fuente.
Preside el salpicadero la pantalla táctil de 7 pulgadas -recordemos que el modo táctil solo puede usarse con el vehículo parado-, la cual ahora cuenta con mayores opciones de conectividad gracias al mejorado MZD Connect, incluyendo servicios de información y entretenimiento móvil Aha™, una plataforma de conectividad a Internet basada en la nube. En las unidades con Navegador, hay que señalar que este funciona realmente bien, redirigiendo con rapidez y precisión cuando tratamos de “despistarle”.
Por último, son también novedad la introducción del freno de estacionamiento eléctrico en los acabados Style y Luxury, lo que da lugar a una nueva consola central que ahora cuenta con un par de portavasos con una tapa corredera; y dos nuevas tapicerías, una en tela negra y otra en cuero blanco que sustituye al anterior beige.
En cuanto a la habitabilidad, el Mazda3 cuenta con una postura de conducción demasiado baja para mi gusto, pero es cierto que todo queda al alcance del conductor sin tener que desviar la atención y los asientos son muy cómodos, ofreciendo un mullido más que aceptable tanto en la banqueta como en el respaldo y un agarre propio de variantes más deportivas. Eso sí, el reposacabezas es excesivamente duro y puede resultar algo incómodo.
A pesar de sus dimensiones, el Mazda3 ofrece buen espacio en las plazas traseras y permite albergar hasta cinco ocupantes en su interior, aunque si la persona que viaja en la plaza central posterior es un adulto estos no irán excesivamente cómodos. Respecto al maletero, este cubica un total de 364 litros -419 litros en el caso del Sedán-, aunque pueden crecer hasta los 1.263 litros si abatimos los asientos traseros.
Cinco mecánicas equilibradas
En España la oferta del Mazda3 no es precisamente escasa, ofertándose un total de cinco variantes, dos propulsores diésel y tres gasolina. En la familia de gasolina está disponible el motor 1.5 SKYACTIV-G con 100 CV (74 kW) y 150 Nm de par; y el motor 2.0 SKYACTIV-G con dos opciones de potencia, 120 CV (88 kW) y 210 Nm de par máximo o 165 CV (121 kW) y el mismo par. El primero de ellos se ofrece únicamente de serie con cambio manual de seis velocidades, mientras que en el segundo caso (120 CV) podremos optar por la transmisión automática de seis relaciones, algo que no ocurre en el más potente.
Las dos motorizaciones diésel son el motor de 1.5 litros SKYACTIV-D con 105 CV (77 kW) y 270 Nm de par máximo y el 2.2 SKYACTIV-D con 150 CV (110 kW) y 380 Nm de par máximo. Ambos se ofrecen de serie con cambio manual de seis velocidades, aunque también se puede equipar la transmisión automática de seis relaciones. Es preciso tener en cuenta que el Sedán únicamente se ofrece con potencias de 100 y 120 CV para las versiones de gasolina, estando disponibles los dos diésel. Eso sí, la transmisión automática solo es posible con el motor de gasolina y 120 CV.
Durante la prueba tuve la oportunidad de ponerme al volante de la mecánica diésel más picante de todas y del bloque de gasolina con 120 CV, dos motorizaciones completamente diferentes y con sensaciones realmente dispares. Comenzando por el diésel de 150 CV, he de deciros que se trata de un motor con el que este compacto va sobrado de potencia, pero la ausencia de una mecánica intermedia con 125 o 130 caballos hará que muchos se decanten por este propulsor en lugar del de 105 CV.
Los motores SKYACTIV-D se benefician de tres nuevas tecnologías: High-Precision DE Boost Control, Natural Sound Smoother y Natural Sound Frequency Control. Todas ellas contribuyen a mejorar la capacidad de respuesta del motor, a disminuir la sonoridad y las vibraciones, y a mejorar la calidad de la conducción.
Se trata de un motor tan silencioso como voluntarioso, y es que sus 380 Nm de par máximo están disponibles desde las 1.800 revoluciones por minuto. En ningún caso tendrás la sensación de quedarte escaso de potencia y su tercera velocidad tiene un recorrido realmente amplio, estirándose incluso hasta los 130 km/h, lo que te permite circular en esta marcha en diversas situaciones sin necesidad de recurrir constantemente al cambio, el cual presenta un tacto agradable pero con un guiado algo menos preciso de lo que nos gustaría.
En cuanto a la mecánica de gasolina con 120 CV, hay que reconocer que ésta será una de las que mayores ventas acumulen, pero se muestra bastante más perezosa que el diésel. Sus 210 Nm de par máximo se entregan a 4.000 rpm, y los 1.205 kilos que pesa el Mazda3 con esta mecánica se hacen de rogar, especialmente cuando circulamos en marchas largas por autopista. En carreteras de montaña ocurre lo mismo, debiendo recurrir constantemente al cambio para sacarle todo el jugo al compacto. Si quieres prestaciones en un motor de gasolina, quizá lo recomendable sea optar por el de 165 CV.
Ficha técnica
Version | 2.0 SKYACTIV-G |
---|---|
Cilindrada | 1.998 cm3 |
Potencia | 120 CV |
Par | 210 @ 4.000 rpm |
Peso | 1.205 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.470 / 1.795 / 2.053 mm |
Volumen Maletero | 364 (1.263) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 198 km/h |
Consumo homologado | 6,5 / 4,3 / 5,1 L/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 119 g/km CO2 |
Precio de partida | 17.750 euros |
Dinamismo, no deportividad
Hay que reconocer que el Mazda3 ha cambiado notablemente su comportamiento con este restyling, convirtiéndose en un modelo bastante más dinámico que su predecesor con la incursión del G-Vectoring Control (GVC). A ello contribuyen también las revisiones a la suspensión delantera
MacPherson y la suspensión trasera multibrazo, las cuales se han centrado en proporcionar un mayor confort en carretera y en reducir la vibración, aunque para mi gusto ésta continúa resultando algo blanda y «rebotona» cuando queremos circular ligeros por una carretera revirada.
Digamos que se trata de un vehículo en el que prima la comodidad a la deportividad. Sí, tiene un chasis estupendo y se han buscado soluciones para hacerlo más dinámico, permitiéndonos lograr un paso por curva bastante rápido, pero ni la suspensión ni la dirección te invitarán a ir de tramo con el Mazda3. Concretamente, esta última resulta también algo blanda y cuenta con poco feedback, mostrando incluso un poco de holgura, algo que podría solucionarse, por ejemplo, con la introducción de un modo Sport para aquellos a los que les gusta disfrutar de su coche por una carretera de montaña. Ya que no veremos una versión MPS…
Mención aparte merecen los asientos delanteros, los cuales muestran un estupendo agarre tanto en la banqueta como en el respaldo. Como digo, con todas las novedades aumenta notablemente el dinamismo, pero hay algunos aspectos que penalizan su buen hacer en carreteras de curvas. Eso sí, en autopista no podemos tener queja, pues el Mazda3 es una auténtica máquina de hacer kilómetros: cuenta con gran comodidad en todas las plazas, motores poco tragones y una insonorización mejorada gracias a la introducción de mayor material aislante en el motor, entre los largueros traseros, en las puertas y en el túnel de la transmisión.
Por otra parte, la innovadora tecnología i-ACTIVSENSE del modelo ha sido mejorada y ampliada para conseguir unas ayudas a la conducción aún más proactivas. Por ejemplo, cuenta con una nueva cámara delantera con sensores y reconocimiento de señales, capacidad para detectar a los peatones además de a los vehículos y un rango de velocidad mayor para el frenado automático del control de crucero activo, incrementándose su límite de operatividad a 160 km/h, entre otros.
Precios y equipamiento
El nuevo Mazda3 arranca en los 17.750 euros de la versión de 5 puertas con motor 1.5 SKYACTIV-G 100 CV, caja de cambios manual de seis velocidades y el nivel de terminación Pulse. La versión Sedán con esta misma motorización y acabado 20.425 euros. En diésel, la gama arranca de los 22.625 euros con motor 1.5 SKYACTIV-D de 105 CV, caja de cambios manual de seis velocidades y el nivel de terminación Style, 23.125 euros en el caso del Sedán. Lógicamente, a estos precios habremos de añadirles las posibles campañas y descuentos del concesionario.
Los niveles de acabado para España son los denominados Pulse, Style y Luxury. El primero de ellos es quizá algo básico y solo está disponible para la versión de 5 puertas con el motor más básico de gasolina (100 CV), pero ya incluye de serie el G-Vectoring Control, airbag frontales, laterales y de cortina, ABS + EBD + TCS + EBA + ESS, Control de estabilidad (DSC) y tracción (TCS), USB + AUX Jack, llantas de acero 16”, retrovisores en color de la carrocería, antena tipo aleta de tiburón (sólo en 5 puertas), elevalunas eléctricos delanteros y traseros, aire acondicionado manual, asistente de arranque en cuesta, monitor de presión de los neumáticos (TPMS), kit de reparación de pinchazos, botón de arranque con mando inteligente, ordenador de a bordo, radio con cuatro altavoces, cierre centralizado, dirección asistida eléctricamente y asientos traseros abatibles 60:40.
El nivel Style añade a lo anterior llantas de aleación de 16” (205/60R16), retrovisores exteriores con plegado eléctrico manual, faros antiniebla LED, pantalla táctil de 7”, HMI Commander y 6 altavoces, volante y pomo de palanca de cambios con revestimiento de cuero, retrovisor interior con oscurecimiento automático, sistema de asistencia a la frenada en ciudad avanzado (SCBS) con reconocimiento de peatones, climatizador automático bizona, control de crucero + limitador de velocidad, Bluetooth, 2 USB + AUX Jack, asiento del pasajero con ajuste de altura, freno de estacionamiento eléctrico y reposabrazos trasero.
A todo este equipamiento hemos de añadir la posibilidad de incorporar los paquetes Comfort (Cristales oscurecidos, radio DAB, sensores traseros, de lluvia y luces…), Visual (Faros FullLED, luces traseras y diurnas LED) y el Navegador.
Por último, el nivel Luxury es el más pintón de todos, no puede asociarse a la mecánica básica de gasolina ni a la versión Sedán y añade llantas de aleación de 18” (215/4SR18), faros Full LED, luces diurnas y traseras LED, retrovisores con plegado eléctrico automático, acceso inteligente sin llave, asistencia a la frenada en ciudad trasera, Head Up Display a color, control de ángulo muerto (BSM), detector de fatiga, equipo de sonido Bose® con 9 altavoces, cristales traseros tintados, sensor de lluvia y luz, radio digital DAB, cámara de visión trasera y sensores de aparcamiento delanteros y traseros.
Como el listado de precios de la gama completa es bastante extenso y detallado para ambas versiones, en este enlace podéis consultar todos los precios desglosados en función de la mecánica, la transmisión, el acabado y la variante de carrocería.
En él no se incluyen los descuentos, que son de 1.700 euros para la gama de gasolina y de 2.200 euros para el motor diésel 2.2 SKYACTIV de 150 CV. Adicionalmente existe la Promofinance, que ofrece un descuento de 1.000 euros adicionales y regalo de 5 años de mantenimiento; así como la Flexiopción, que incluye 1.000 euros de descuento, 2-3 años de mantenimiento y Seguridad Mazda 730 (2 años adicionales sobre garantía oficial).
Hola.Yo tengo un mazda 3 120cv gasolina de hace 15 meses y efectivamente noto la direccion blanda y no muy asentado en curvas..¿cómo puedo mejorarlo?..Por cierto tb noto ciertos tirones sobre todo al ir reteniendo e ir pisando muy poco el acelerador,como a punta de gas…en mazda me dijeron que era asi el coche???.Gracias
Pues unos Bilstein B6 te solucionan el tema amortiguamiento, la dirección ya es otro cantar, casi comprate otro coche, sobre el acelerador les pasa casi a todos los gasolinas atmosféricos, de todas las formas un Golf no es mucho mejor, el civic es casi una tabla pero no agarra mucho más..
Es un gran coche.
Hola José , yo tuve ese coche un año , según mi experiencia te comento lo siguiente.
La dirección más que blanda yo diría que es muy sensible , porque no es que flote o sea imprecisa, sino que es afectada por cualquier mínimo movimiento de volante que hagas (tamb más que otros por irregularidades del terreno, haciéndose pesada la conducción en carreteras en mal estado). Prueba en las curvas a girar menos el volante y veras que trazas la curva igual que antes pero con mas estabilidad, somos nosotros (no el coche) los que lo desestabilizamos en curva (esa fue mi experiencia al menos y cuando lo corregí me sentí más cómodo y seguro en curva).
Respecto a los tirones me parece muy raro excepto en 1a marcha quizas. Una de dos, o los provocas tu en el juego embrague-acelerador o seguro que algo tiene mal . Yo no me fiaría de ese conce, pregunta en otro o ve a un buen mecánico de barrio que a veces son mejores que muchos de conce oficial que no les interesa perder tiempo en averías «dificiles» y solo les gusta hacer mantenimientos y cambiar piezas.
Un saludo
El de 120cv acelera de 0 a 100 en 8,8 y lo llamas perezoso? Tu flipas. Y sin turbo. Un seat leon tdi de 150cvtenia 8,9.