Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.3
Notable
El Opel Zafira pierde el apellido Tourer con este restyling, pero sigue siendo uno de los monovolúmenes compactos más espaciosos de su categoría y con más huecos portaobjetos. Además, ofrece una gran versatilidad, visibilidad y luminosidad interior, todo ello complementado con un confort de marcha notable. Tiene buena relación valor-precio, pero deberemos irnos a las mecánicas tope de gama para tener un vehículo que se mueve con soltura.
Desde el pasado mes de septiembre está disponible en el mercado español el nuevo Opel Zafira, un monovolumen de tamaño compacto con hasta siete plazas que ha sido profundamente puesto al día. Tuve la ocasión de ponerme al volante del modelo junto al recién estrenado Mokka X y, al igual que este, el Zafira 2017 también introduce muchos cambios en su habitáculo, además de una estética más atractiva y un elevado nivel de equipamiento a precios razonables.
Lo cierto es que el Zafira siempre ha sido un modelo de referencia para Opel. Desde su llegada al mercado en 1999, hemos visto como este monovolumen ha sido utilizado por la marca para introducir en el mercado algunas curiosas tecnologías que posteriormente heredó el resto de la gama. Por ejemplo, en 2004 vimos el Zafira OPC, un modelo que, a pesar de no tener ningún sentido, gustó a bastante gente; o la iluminación adaptativa que llegó con el Zafira B; sin pasar por alto la tecnología y el diseño que mostró al mundo el Zafira Tourer.
Gracias a ello se han vendido ya más de 2,7 millones de unidades del Zafira, de las cuales un 10% de dicha cifra se corresponde con el mercado español. Está claro que para Opel es un modelo importante, pues supone un 10% de la ‘tarta’ de MPVs compactos, por lo que su actualización estética y tecnológica es vital para competir con un elenco de rivales que, en líneas generales, acaba de ser completamente renovado en profundidad.
Así, en esta cuarta generación el Zafira pierde su apellido Tourer para volver a sus orígenes y convertirse en el salón sobre ruedas 4.0 de Opel. Exteriormente trata de mantener la dinámica línea que siempre le ha caracterizado, al tiempo que el interior continúa esforzándose por ofrecer una excepcional versatilidad y un óptimo confort, todo ello rematado con una conectividad total y un equipamiento completo. Ahora la pregunta es, ¿realmente el Zafira consigue aunar todo eso? ¡Descubrámoslo!
Un exterior algo más “deportivo”
Si el Opel Zafira siempre se ha caracterizado por tratar de ofrecer un exterior dinámico y tecnológico, en esta generación no podía ser menos. Su nueva fórmula estética se caracteriza esencialmente por la sensación de dinamismo que transmiten los faros delanteros y una parrilla de aspecto notablemente más deportivo. Ahora el conjunto se muestra más suavizado y sutil que en el caso de su predecesor, pero en mi opinión también abandona ese toque tan personal que le daban las ópticas con forma de boomerang.
Como os habréis dado cuenta, los cambios son bastante leves y se centran en la parte frontal. Visto de frente, el Zafira estrena unos faros delanteros que se fusionan con la parrilla del radiador para formar una unidad gráfica. Para darle al coche una apariencia más ancha, la escultural barra cromada del logotipo se integra visualmente en los faros delanteros, al tiempo que las ópticas incluyen la tecnología AFL LED que, en combinación con el sistema opcional IntelliLux -unos 850 euros-, cuentan con hasta nueve modos de iluminación. Adicionalmente, las luces diurnas LED en forma de doble ala le dan presencia al frontal y cumplen la función de intermitentes.
Por supuesto, son también novedad el paragolpes delantero, con unas formas más esculpidas y angulosas que evocan robustez; y las luces antiniebla en sus extremos inferiores. En la vista lateral, por su parte, encontramos unas líneas que fluyen hacia la zaga para dar dinamismo al conjunto, con dos nervios bien marcados en la parte superior e inferior, al tiempo que los cromados aportan un toque de elegancia a este monovolumen. Finalmente, los cambios en la zaga tampoco son muy grandes, aunque se perciben al primer vistazo. Ahora es más moderno y atractivo gracias a las nuevas las carcasas de los pilotos con tecnología LED, el paragolpes y algunos detalles cromados.
En cuanto a sus dimensiones, el nuevo Zafira mantiene unas cotas contenidas, ofreciendo una longitud de 4,66 metros, una altura de 1,68 metros y una anchura de 1,93 metros, con una distancia entre ejes de 2,76 metros. Por último, no faltan en el catálogo los nuevos diseños de llantas y una amplia oferta de tonos para la carrocería.
Tan habitable como tecnológico
Exteriormente el modelo puede parecerte demasiado similar a su predecesor a pesar de los cambios, pero la auténtica revolución estética y tecnológica llega en el interior. Su acceso es cómodo gracias a la elevada altura del modelo y una vez en el habitáculo te encontrarás con un salpicadero completamente remozado. La pantalla del sistema multimedia, que solía ubicarse en la parte superior de la consola central, ha sido sustituida por una pantalla táctil que se integra en el salpicadero para ofrecer un diseño más limpio y funcional gracias a la eliminación de botones.
El salto en la calidad percibida es notable gracias al empleo de nuevos materiales. Son agradables al tacto y a la vista, reservándose los plásticos duros solo para las zonas bajas del salpicadero.
Esta nueva pantalla táctil de 7 pulgadas es sencilla e intuitiva de manejar, aunque la interfaz es a veces un poco lenta. Adicionalmente, en el apartado de infoentretenimiento nos toparemos con el sistema IntelliLink R4.0 que traslada el mundo de los smartphone al interior del coche a través de la proyección de Apple CarPlay y Android Auto. Ahora el conjunto no solo es más agradable a la vista, sino también más funcional al verse descargado de la abundante botonería.
El volante es otra de las novedades y este aglutina los controles del teléfono, el sistema de audio y el control de crucero, al igual que sus hermanos de nueva generación. Detrás, se ubica una nueva pantalla LCD que muestra las diferentes informaciones de viaje, consumos, o vehículo, entre otros, al tiempo que también son novedad los diales analógicos y la retroiluminación en color blanco, lo que le da un toque más actual a la instrumentación.
El parabrisas panorámico y el techo solar aumentan todavía más el confort y la sensación de espacio, pues el primero de ellos se extiende desde el capó hasta casi el pilar B y, el techo panorámico, se extiende desde el parabrisas hasta la parte trasera del coche.
Lo mejor de todo y, al igual que ocurre en la mayoría de los modelos Opel, son los asientos ergonómicos probados y certificados por AGR (la Asociación Médica Alemana dirigida por expertos independientes en salud de la espalda), que son únicos en el segmento. Estos solo están disponibles en las plazas delanteras y hacen que tanto los largos viajes por autopista como las excursiones fuera de carretera sean un recorrido muy agradable.
Respecto a la habitabilidad y el espacio de carga, el interior del Zafira ofrece espacio para siete ocupantes, pero las cotas de la séptima plaza son reducidas para viajar con comodidad siete adultos. Pueden sacarte de un apuro en un momento dado en recorridos cortos o con personas de escasa altura, pero lo más recomendable es que las reserves para los niños. Por el contrario, la comodidad en la primera y segunda fila es notable, pudiendo viajar hasta cinco adultos con pleno confort.
Además, este modelo conserva la funcionalidad y modularidad que siempre le ha caracterizado, ofreciendo la posibilidad de desplazar y plegar todos los asientos de forma independiente, contando con multitud de huecos portaobjetos -hasta 30- y una espaciosa consola central corredera con varios niveles conocida como FlexRail. El maletero, por su parte, cubica 710 litros en la configuración de cinco plazas, ampliables hasta los 1.860 litros si abatimos la segunda fila de asientos, la cual deja un espacio de carga totalmente plano. Con las siete plazas desplegadas, sin embargo, el espacio es reducido, con 152 litros disponibles.
Una gama mecánica algo justa
En España la oferta inicial del Zafira no es especialmente amplia, ofertándose un total de cinco variantes, dos propulsores gasolina y tres diésel, todos ellos con Start/Stop salvo los automáticos. En la familia de gasolina está disponible el motor 1.4 Turbo con dos niveles de potencia: 120 CV (88 kW) y 200 Nm de par o 140 CV (103 kW) y un par máximo de 200 Nm -220 con la función Overboost-. El primero de ellos se ofrece únicamente de serie con cambio manual de seis velocidades, mientras que en el segundo caso podremos optar por la transmisión automática de seis relaciones.
Las tres motorizaciones diésel parten del motor de 1.6 litros CDTI con 120 CV (88 kW) y 320 Nm de par máximo o 134 CV (99 kW) y el mismo par; y el bloque 2.0 CDTI con 170 CV (125 kW) y 400 Nm de par máximo. Los dos primeros se ofrecen de serie solo con cambio manual de seis velocidades, mientras que el más potente de todos puede equipar la transmisión automática de seis relaciones. Por último, también podemos contar con una versión de GLP (Gas Licuado de Petróleo) asociada al bloque 1.4 de gasolina con 140 CV (103 kW) y un par máximo de 200 Nm -220 con la función Overboost-.
Durante la prueba tuve la oportunidad de ponerme al volante de la mecánica diésel más picante de todas, y la primera impresión que me dio es que se trata de un coche que va sobrado. Es suave y silencioso, bastante para ser un diésel, y mueve con soltura al conjunto incluso en aquellas situaciones en las que se exige un poco más de él como puedan ser una ligera pendiente o una carretera ascendente. Los 400 Nm de par máximo empujan con brío especialmente entre las 1.750 y 2.500 rpm, dando la impresión de no quedarse nunca escaso de potencia, incluso con el vehículo cargado.
Eso sí, es un coche rápido, pero no deportivo, y es que hemos de tener en cuenta que el peso del vehículo en la báscula es de 1.600 kilos. Respecto a las recuperaciones, por debajo de las 1.500 rpm deberás bajar de marcha, algo lógico, contando adicionalmente con un tacto del cambio manual muy agradable. Además, se trata de un cambio con unos desarrollos notablemente largos, pensados para declarar consumos muy bajos en carretera pero que penalizan el dinamismo y la voluntad del propulsor.
Ficha técnica
Version | 2.0 CDTI |
---|---|
Cilindrada | 1.956 cm3 |
Potencia | 170 CV / 125 kW @ 4.000 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.750-2.500 rpm |
Peso | 1.571 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.658 / 1.928 / 1.685 mm |
Volumen Maletero | 710 (1.860) litros [152 litros con 7 plazas] |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 208 km/h |
Consumo homologado | 6,2 / 4,6 / 5,2 L/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 137 g/km CO2 |
Precio de partida | 22.300 euros |
Comportamiento
Durante la presentación solo tuve la oportunidad de ponerme al volante del nuevo Opel Zafira por autopista y carreteras secundarias, por lo que tendré que reservarme las sensaciones en ciudad para una futura prueba en profundidad del modelo. Aun así, es un coche que está pensado para largos viajes en familia, y es por ello que cuenta con diversas soluciones de confort para hacer mucho más cómoda nuestra aventura.
Por una parte, al chasis ya le pesa el paso de los años, pero no por ello deja de estar a la altura de sus rivales. Es cierto que es algo pesado en sí, pero con esta mecánica bajo el capó el conjunto se mueve con soltura, contando adicionalmente nuestra unidad con el chasis adaptativo FlexRide que, a través de unos botones, nos permite elegir entre tres modos de funcionamiento del Zafira y regular la dureza de las suspensiones, la respuesta de la dirección y del acelerador –Normal, Tour y Sport-. Estos contribuyen al aplomo y estabilidad en autopistas o tramos revirados, ahondando en una mayor comodidad y algo más de prestaciones, pero en ningún caso el Zafira llega a convertirse en un deportivo.
Quizá para autopistas el modo más recomendable sea el modo Normal, aunque en tramos sin curvas y con el firme en buen estado, hay que reconocer que seleccionar el modo Tour es una delicia porque el Zafira parece deslizarse sobre el asfalto. El modo Sport, por su parte, lo reservaremos para tramos de curvas, ya que, aunque no vayamos a punta de gas, el firme tarado de la suspensión evita los balanceos de la carrocería. Está claro que no es un coche para ir rápido en puertos de montaña, y te percatas de ello al comprobar el poco feedback que transmite la dirección -como en la gran mayoría de MPVs- y lo poco disimuladas que están las dimensiones del modelo.
Es un coche grande y esa es la sensación que te transmite al conducirlo, por lo que está pensado para hacer una conducción relajada, para disfrutar del entorno tanto si vas al volante como si vas de ‘paquete’, y contribuye generosamente a ello el enorme parabrisas panorámico que, además de gran visibilidad, permite una entrada abundante de luz natural al habitáculo.
Precio y equipamiento
El nuevo Opel Zafira arranca en los 22.300 euros de la versión 1.4 Turbo 120 CV con tracción delantera, caja de cambios manual de seis velocidades y el nivel de terminación Expression. Lógicamente, a este precio habremos de añadirles las posibles campañas y descuentos del concesionario.
Los niveles de acabado para España son los denominados Expression, Selective y Excellence. El primero de ellos es quizá algo básico, incluyendo de serie el aire acondicionado, el control y limitador de velocidad, la radio CD MP3, los elevalunas eléctricos delanteros, el cierre con mando, el volante multifunción, múltiples airbags, ABS, EBD, TCS, ESP, TPMS y cinco plazas.
El nivel Selective añade a lo anterior las siete plazas, bluetooth, ordenador de viaje, seis altavoces, elevalunas eléctricos traseros, llantas de aleación de 16 pulgadas, suspensión deportiva, apliques decorativos en negro brillante, tapizado específico, volante forrado en piel o molduras en símil aluminio, entre otros.
A todo este equipamiento hemos de añadir un amplio catálogo de opcionales especialmente centrados en la carga y nuestra mascota, sin olvidarnos del portabicis FlexFix integrado en el paragolpes posterior.
Por último, el nivel Excellence es el más pintón y añade el paquete cromado exterior, el climatizador automático de dos zonas, las barras de techo cromadas, el apoyabrazos central delantero, Wi-FI 4G, sistema OnStar, asistente al arranque en cuestas, los cristales tintados, el freno de mano eléctrico, las llantas de aleación de 17 pulgadas, los faros antiniebla y los retrovisores abatibles, entre otros.
Entre las opciones más interesantes hay que mencionar los nuevos faros AFL LED, los asientos AGR con tapizado en piel, la cámara de visión posterior, FlexFix, el navegador Navi 950 o cámara frontal Opel Eye con asistente de luces largas del sistema AFL LED, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, indicador de distancia de seguridad (FDI) y aviso de cambio involuntario de carril.
La gama completa queda configurada de la siguiente manera:
Motor | Expression | Selective | Excellence |
1.4 T 120 CV | 22.300 | – | – |
1.4 T 140 CV | – | 25.950 | 28.350 |
1.4 T 140 CV AT | – | – | 29.550 |
1.4 T 140 CV GLP | – | 27.550 | – |
1.6 CDTI 120 CV | 24.000 | 27.150 | – |
1.6 CDTI 136 CV | – | 27.750 | 30.150 |
2.0 CDTI 170 CV | – | 28.912 | 31.350 |
2.0 CDTI 170 CV AT | – | – | 32.950 |