Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.8
Notable
El último integrante de la gama SEAT ha sido bautizado como Arona, y ojo, porque este pequeño todocamino pretende convertirse en todo un superventas gracias a una estética afianzada, unos interiores humildes pero bien rematados, amplias opciones de personalización y equiupamiento, una amplia gama de motores gasolina, diésel e incluso CNG y un precio bastante competitivo para el gran equilibrio que ofrece en todos los aspectos. Si te gusta este tipo de modelos, puede ser una de las opciones más interesantes.
Como os he repetido hasta la saciedad, el mercado de los SUV lleva varios años creciendo a un ritmo vertiginoso y, dentro de este, hay un segmento que actualmente se está poniendo muy de moda. Basta con echar un vistazo a cualquier medio del motor para descubrir que todas las últimas novedades de cada marca se están centrando en el terreno de los B-SUV. En el enlace podéis ver una comparativa entre el Citroën C3 Aircross, el Kia Stonic, el Opel Crossland X, el Hyundai Kona y el SEAT Arona que nos atañe hoy. Estos son solo algunos ejemplos del aluvión de modelos que plantará cara a otros crossovers ya asentados en el mercado como el Renault Captur, el Nissan Juke o el Peugeot 2008.
El segmento B-SUV registra 1,1 millones de matriculaciones en Europa cada año, aproximadamente un 7% del mercado, y está previsto que esta cifra aumente hasta superar los 2 millones de ventas anuales en 2020. Por volumen, se espera que el mercado del segmento B-SUV supere al segmento C-SUV en 2020, cuando más de 1 de cada 10 coches nuevos vendidos en Europa pertenecerán al segmento del SEAT Arona.
Pero centrémonos en el SEAT Arona. En apenas unos días comenzarán las entregas del modelo y este todocamino del segmento B está dando mucho que hablar gracias a un comportamiento muy bueno y una relación valor-precio favorable de la que hoy te voy a hablar en profundidad. Con su llegada, la gama de la firma española conseguirá cubrir el 75% de los segmentos del mercado internacional -el 80% del mercado en el caso de España-, algo que les permitirá incrementar notablemente las cifras de crecimiento de este 2017, situado ahora en un 13,4 por ciento.
Para su desarrollo, los responsables de la marca nos explicaron que han utilizado una fórmula muy básica que ya hemos visto aplicada en otros modelos del fabricante. En ella se combinan diseño y funcionalidad, dinamismo y confort, accesibilidad y calidad, así como emoción y tecnología. Todo ello, sobre la plataforma MQB A0 ya vista en el SEAT Ibiza de quinta generación, ha dado lugar a un coche tan pintón como espacioso que puede presumir de una fuerte impresión visual, un buen comportamiento en carretera y generosas opciones de equipamiento a un precio razonable. ¿Me acompañas a conocerlo a fondo?
Infinitas combinaciones para todos los gustos
Como podréis apreciar de un simple vistazo, el Arona luce una imagen muy compacta y sencilla, sin correr demasiados riesgos de estilo. Es más, quizás te resulte excesivamente conservador, mezclando trazos del Ateca en la zaga con otros del Ibiza de quinta generación en el frontal, el lateral y el interior. Sí, es un popurrí de elementos de otros modelos modelos de la gama, pero lo cierto es que SEAT está haciendo lo que tenía que haber hecho hace tiempo: empezar a ser rentable aprovechando componentes e introduciéndose en el segmento que está en auge, el de los SUV. A cambio, el precio a pagar es una gama realmente similar, pues también el Ibiza y el León son primos hermanos.
Por otra parte, no es ningún secreto que los vehículos compactos muestran desde hace algunos años una clara tendencia hacia las amplias posibilidades de personalización. Si el segmento B siempre ha sido un segmento enfocado especialmente a la gente joven, el segmento B-SUV no podía ser diferente, al fin y al cabo, es la última moda. Además, hablamos de un segmento en el que el principal motivo de compra es su diseño exterior, por lo que poner énfasis en este aspecto debería ser sinónimo de acierto.
Es por ello que el nuevo SEAT Arona llega con algunas novedades estéticas respecto a sus hermanos de gama, esencialmente en el apartado de personalización, donde se ofrecen hasta seis tonalidades para la carrocería (blanco, rojo, azul, gris, naranja y beige) y tres opciones bitono para los pilares A, el techo, las carcasas de los retrovisores y el spoiler trasero –gris, naranja y negro-. Es, de entre todos los B-SUV, el que permite mayores posibilidades, pues en total se pueden ver hasta 68 combinaciones posibles, las cuales se complementan con tapicerías en tela o Alcántara. En este caso podemos ver una combinación exterior Naranja Eclipse con techo gris -500€- con tapicería de tela.
Todo el conjunto se muestra urbano y alegre, pero con un toque de robustez propia de los SUV, con un frontal presidido por una enorme parrilla doble muy al estilo de SEAT. La rejilla superior está bordeada con un perfil cromado y, a ambos lados de la misma, se ubican las características ópticas, las cuales cuentan con faros halógenos de serie en este acabado. Opcionalmente, por 600 euros podemos adquirir el Pack Full LED (Faros delanteros Full LED + Luces traseras LED). La iluminación diurna LED mantiene la forma triangular de los León, Ateca e Ibiza, como parte del ADN de la compañía.
La entrada de aire inferior remata el paragolpes delantero. En ella se ubican la matrícula, los sensores y radares de los asistentes de los conducción y los sensores de aparcamiento delanteros. A ambos lados, dos embellecedores plásticos integran las luces antiniebla delanteras. Rematan el conjunto el embellecedor plástico del extremo inferior y las abultadas líneas del capó, las cuales le otorgan el aspecto musculoso que cabría esperar de un crossover.
La vista lateral no es menos llamativa que el frontal, con varios signos de identidad propios. En primer lugar, encontramos unos voladizos bastante cortos que albergan unos marcados pasos de rueda en los que podemos equipar llantas de entre 16 (sólo en los acabados más bajos) y 18 pulgadas; una generosa superficie acristalada con posibilidad de oscurecer las ventanillas traseras; unos raíles de techo; o dos marcados nervios que van de la parte delantera hacia la zaga poniendo de relieve la horizontalidad de la silueta del Arona.
Inevitablemente, nuestros ojos tampoco pasarán por alto el contorno plástico inferior que bordea la carrocería y el gráfico en X grabado para remarcar el carácter crossover de este modelo, así como un pilar posterior pronunciado que llama especialmente la atención en las unidades equipadas con pintura bicolor. En este caso, los intermitentes quedan integrados en los espejos retrovisores.
Visto desde detrás, el Arona es claramente reconocible como un SEAT. Sus ópticas LED con efecto tridimensional (opcionales en los acabados más bajos) forman parte del ADN de la marca, al igual que las marcadas líneas horizontales o el sutil spoiler localizado sobre la luna posterior. Los faros quedan divididos en dos partes por el portón de considerables dimensiones, el cual culmina en su extremo inferior con el hueco portamatrículas y la denominación del modelo. Bajo este, vemos un paragolpes plástico que alberga los catadriópticos y un protector cromado que realza el carácter campero y diferente del modelo.
Sobre él están los sensores de aparcamiento traseros, mientras que la cámara de marcha atrás se encuentra localizada justo encima de la matrícula, camuflada. Tampoco queda a la vista la salida de escape. Visto desde arriba, el SEAT Arona curiosamente no puede montar un techo de cristal ni siquiera en las versiones que no sean bicolor y la antena es de tipo convencional, una pena teniendo en cuenta lo bien que quedaría una de tipo aleta de tiburón. El techo, además de las barras, cuenta con unas nervaduras que recuerdan los códigos estéticos de los vehículos todoterreno.
Los buenos ajustes son la clave del interior
El acceso al habitáculo del SEAT Arona es realmente cómodo, sobre todo en las plazas delanteras, donde las puertas gozan de un tamaño generoso y abren en un ángulo más que suficiente. Adicionalmente, el puesto de conducción está ligeramente elevado, algo que siempre se agradece a la hora de maniobrar o de viajar por carretera. La visibilidad es buena en todos los ángulos, quizás un poco menos agradable a través de la luneta posterior cuando llevamos pasajeros en las plazas traseras, pero nada que la cámara de marcha atrás no pueda solucionar.
Si nos fijamos en las calidades y los ajustes, de un primer vistazo podremos apreciar que la presencia de plásticos duros y rígidos es muy abundante, pero es destacable la solidez de todos los componentes y los buenos ajustes que se aprecian entre los elementos. Gozan de un tacto agradable en la mayoría de los casos, pero sí que es cierto que gracias a ellos el interior queda algo frío, menos acogedor. Eso sí, tengamos en cuenta que estamos hablando de un acabado intermedio, no de un tope de gama como suele ocurrir, por lo que no deberíamos decepcionarnos si lo comparamos con alguno de los otros B-SUV que hemos probado recientemente. Quizás algunos detalles de colores como los del Kona o el Stonic ayudarían a que la sensación del interior fuera más alegre y acogedora, pero en cualquier caso el impacto visual es bastante agradable en conjunto. Humilde, pero con todo lo necesario.
Una vez nos sentamos en los cómodos asientos, tapizados en tela, todo nos queda cerca, ya que el Arona ha sido concebido para ser ergonómico y funcional. Las manos se posan cómodamente sobre un volante revestido en un cuero agradable al tacto que cuenta con un diseño en tres radios. Gracias a sus ocho botones, el volante nos da acceso al sistema de sonido, al manos libres, al control por voz y al ordenador de viaje. La única pega que podría sacarle es que el aro me resulta demasiado fino, aunque es cierto que eso ya va en gustos. Por otra parte, el tacto de los controles giratorios del volante me ha resultado un poco tosco, especialmente al presionarlos.
Tras el volante y a golpe de vista nos topamos con un cuadro de instrumentos dominado por una pantalla central que ofrece multitud de información. Este display cuenta con un velocímetro y digital y toda la información del ordenador de viaje. A ambos lados se encuentran el cuentarevoluciones y el velocímetro, los cuales son analógicos y contienen el nivel de gasolina y la temperatura del aceite. Como ya he mencionado, el salpicadero combina materiales rígidos y de tacto duro en su inmensa mayoría, pero están bien rematados. Por su parte, la pantalla táctil de navegación de 8 pulgadas (opcional, en el acabado Style es de 5″) preside el salpicadero e integra todas las funciones de navegación, multimedia y conectividad, permitiendo al conductor concentrarse en el tráfico gracias a un interfaz simple e intuitivo.
A media altura la consola central monta un climatizador bizona con display monocromo y en la parte baja encontramos un cómodo hueco portaobjetos que alberga diversas conexiones USB, Aux-in y 12V, así como cargador por inducción (opcional). En el túnel central nos encontramos -en posición avanzada- la palanca de la caja de cambios automátiga DSG rodeada de una botonera con la que controlamos algunas funciones como los sensores de aparcamiento, el Start/Stop o el arranque y parada del vehículo. Continuando el curso del túnel central nos encontramos con huecos portabotellas, un freno de mano tradicional y un apoyabrazos central con un generoso hueco portaobjetos.
Las plazas traseras son cómodas, ofrecen amplitud para las rodillas y una distancia al techo interesante, pero la pega es que el revestimiento interior de las puertas es muy pobre. La plaza central es insuficiente para acoger a un total de tres personas a causa de la anchura del modelo y la presencia del túnel de transmisión, notablemente intrusivo, pero dos ocupantes viajarán con total comodidad, algo habitual entre los B-SUV. En cifras, hablamos de una anchura de 143 cm en las plazas delanteras y 140 cm en las traseras, con una altura libre al techo de 106 cm delante y 99 cm detrás.
Motorizaciones variopintas
Fabricado en España, el nuevo Arona está disponible en su lanzamiento con los motores 1.0 TSI de 95 y 115 CV en gasolina como variantes de acceso, y el interesante 1.5 TSI EVO de 150 CV con desconexión selectiva de los cilindros como opción más prestacional (que tardará un poco más en estar a la venta). El año que viene la oferta se completará con la introducción de los 1.6 TDI con 95 y 115 CV, y la interesante versión 1.0 TGI de 90 CV capaz de usar gasolina sin plomo y gas metano (CNG) indistintamente. En todos los casos el sistema de tracción será sencillo al eje delantero y todos los motores disponibles tienen inyección directa, turbocompresor y cuentan con sistema Start&Stop.
El tres cilindros 1.0 TSI de 95 CV está asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Con un par máximo de 175 Nm disponibles entre 2.000 y 3.500 rpm, alcanza 173 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 11,4 segundos. Su consumo medio es de 4,9 l/100 km. En su versión de 115 CV, cuenta ya con un cambio manual de seis marchas o con caja automática DSG de doble embrague y siete velocidades, alcanzando en ambos casos los 182 km/h de velocidad máxima. Con un par de 200 Nm que se ofrece entre 2.000 y 3.500 rpm, la aceleración de 0 a 100 km/h se produce en 9,8 y 10 segundos, respectivamente, mientras que los consumos medios ascienden a 5,0 l/100 km de media.
Respecto a las opciones del bloque 1.6 TDI, la versión de 95 CV se puede escoger con cambio manual de cinco velocidades o DSG de siete. La velocidad máxima es de 172 km/h y 174 km/h, respectivamente, y consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 11,9 segundos en manual y 11,7 segundos con DSG. El consumo medio que obtienen estos dos motores es de 4,0 – 4,1 l/100 km; cifra que también coincide con el consumo medio del motor 1.6 TDI de 115 CV, que se ofrecerá exclusivamente con cambio manual de seis relaciones. Esta última opción mecánica alcanza una velocidad máxima de 185 km/h y un registro de 10,1 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h.
A mediados de 2018 llegará a la gama el motor híbrido 1.0 TGI de 90 CV, alimentado por gasolina y Gas Natural Comprimido (GNC). SEAT es el primer fabricante en ofrecer este tipo de motor en el segmento de los SUV urbanos.
Para la prueba he optado por la que, a mi parecer, es la opción más equilibrada y sensata en una época donde el diésel se está demonizando: el bloque 1.0 TSI de 115 CV asociado a la transmisión automática DSG. Al principio pensé que podría resultar una mecánica algo justa, pero lo cierto es que mueve con bastante soltura los poco más de 1.200 kilos que pesa el Arona. Igual cargado de gente y equipaje se queda algo corto, pero la diferencia con el motor de 150 CV no es precisamente abismal y si no lo vas a llevar hasta los topes, tendrás potencia más que suficiente.
Puede que no sea una bala en aceleración, pero no entrega el par excesivamente arriba y las recuperaciones son satisfactorias, gracias en buena parte al cambio DSG (con la transmisión manual el resultado no es tan brillante). Acelera lineal y progresivamente, sin prisa pero sin pausa, y la transmisión es realmente rápida y suave, imperceptible tanto en las aceleraciones como en las deceleraciones incluso si la llevamos en modo Sport. Solo hay dos cosas que no me han convencido del todo: la rumorosidad del motor cuando estiramos las revoluciones, ya que este tricilíndrico tiene un sonido demasiado metálico y acusado; y lo que deja caer las revoluciones el DSG cuando conducimos tranquilos, ya que en el entorno de las 1.500 vueltas vibra ligeramente y para empujar con algo de fuerza necesita que pisemos el acelerador con energía para bajar una marcha, tomándose algo de tiempo en la maniobra.
Respecto a los consumos, no he podido hacer una prueba de los mismos en profundidad, pero subiendo y bajando un puerto de montaña bastante alegre, el consumo marcaba 8 litros y poco. Por otra parte, en autopista va algo revolucionado, girando a 2.800 vueltas cuando vamos a 120 km/h, lo que no ayuda en exceso a rebajar notablemente los consumos, pero sí que nos aporta un plus de energía a la hora de acelerar para adelantar sin necesidad de bajar más de una marcha. El depósito de combustible tiene una capacidad de 40 litros.
Ficha técnica
Version | 1.0 EcoTSI - 3 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 999 cm³ |
Potencia | 116 CV (85 kW) @ 5.000 - 5.500 rpm |
Par | 200 Nm @ 2.000 - 3.500 rpm |
Peso | 1.210 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.138 /1.780 / 1.552 mm |
Volumen Maletero | 400 (1.280) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 182 km/h |
Consumo homologado | 5,7 / 4,5 / 5,0 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 113 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 20.790€ (esta mecánica y acabado sin descuentos) |
Te costará llegar al límite
Tal y como ocurre en la gran mayoría de modelos B-SUV, la postura de conducción del SEAT Arona es notablemente elevada, pero no llega a ser exagerada, asemejándose bastante a la de un turismo compacto. La visibilidad es buena en todos los ángulos, quizás algo menor a través del tres cuartos trasero, pero más que aceptable en términos generales. Además, cuenta con cámara de marcha atrás en algunos acabados (u opcionalmente) para ayudarnos con las maniobras, pero no es un coche de medidas excesivamente grandes que la requiera. Su radio de giro entre bordillos asciende a 10,6 metros.
Los asientos son confortables para viajar incluso en este caso que son completamente de tela, con un agarre suficiente tanto en la banqueta como en el respaldo para el tipo de coche del que se trata. Sí, como os digo siempre, no es un coche pensado para irse de tramo, pero lo cierto es que tras equivocarme de ruta y subir y bajar varias veces a Sant Llorenç del Munt i l’Obac bastante ligero… esto no es lo que parece. Su agarre es bastante mejor del que cabría esperar y hacer chirriar a los neumáticos o alcanzar su límite subvirador no es nada fácil.
El SEAT Arona es bastante divertido a la hora de enlazar curvas, con cambios de apoyo bastante rápidos y muy naturales. Las reacciones son nobles y seguras y la carrocería no balancea en exceso, algo difícil de ver en este segmento cuando le buscamos las cosquillas al coche. Podríamos decir que es casi tan ágil como un Kia Stonic, cuya conducción parece la de un turismo. Además, su mecánica empuja con energía curva tras curva e incluso te pide más cuando vas tu solo, así que si te gusta divertirte de vez en cuando probablemente sea tu opción preferida. Algo peor es la dirección, a la que le falta algo de dureza y le sobra asistencia para enlazar curvas, pero por el contrario sí que es adecuada al enfoque esencial del SEAT Arona.
Donde no me ha terminado de convencer el conjunto es en autopista, ya que el fino aro del volante, el reducido peso del conjunto y el notable ruido aerodinámico y de rodadura transmiten sensación de poco aplomo. Puedes circular con total seguridad a 120 km/h e incluso a más velocidad, sin que el coche balancee o se noten movimientos de carrocería extraños, pero no te sentirás tan cómodo y seguro circulando deprisa como sí que ocurre en otros de sus rivales como el mencionado Stonic. En cualquier caso, dirección, chasis y suspensiones -McPherson delantera y rueda tirada con elemento torsional trasera- logran un gran conjunto, hasta me atrevería a decir que de los mejores del segmento, ya que te permite viajar con confort y divertirte mucho en una carretera de montaña.
Lo que ni me gusta ni me convence es que no haya opción de tracción total, algo que sí pueden equipar varios rivales como los Opel Mokka X, Hyundai Kona, Fiat 500X o Jeep Renegade. Aunque sean pocas las ventas que suelen tener, está bien ofrecerle al público un vehículo más capaz cuando las condiciones de adherencia no son óptimas, y más en este caso, en el que la altura libre alcanza los 19 centímetros. Además, la altura libre es igual en todas las versiones, incluso en las FR que deberían tener muelles más cortos. Lo que sí equipa este acabado son amortiguadores de dureza variable en dos ajustes, Confort y Sport, junto al SEAT Drive Profile con cuatro modos de conducción.
Gran relación valor-precio
Al igual que ocurre en el León, el Ateca y el Ibiza, los acabados disponibles en el nuevo SEAT Arona son Reference, Style, Xcellence y FR. Desde el más básico incluyen de serie el ABS, EBD, TCS, ESP, TPMS, seis airbags, dirección asistida, cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, asiento posterior abatible, paragolpes pintados, volante multirregulable, asistente de frenada en ciudad, asistente de arranque en pendiente, limitador de velocidad, anclajes ISOFIX, ordenador de a bordo, Radio Media System Touch con pantalla táctil de cinco pulgadas y tres reposacabezas traseros, entre otros.
El siguiente nivel de acabado Style, añade el detector de fatiga, llantas de aleación de 16 pulgadas, faros antiniebla, paquete iluminación interior, parrilla cromada, molduras y espejos pintados en color carrocería, volante y pomo del cambio en piel, detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, diferencial electrónico XDS (para motores de más de 100 CV), control de crucero con limitador de velocidad, faros delanteros dobles halógenos con luz diurna LED y pilotos traseros LED o retrovisores exteriores calefactados y ajustables eléctricamente.
Los acabados más elevados, Xcellence y FR, se sitúan al mismo nivel de precio, cada uno de ellos con un enfoque distinto (elegancia o deportividad, respectivamente). El acabado Xcellence incorpora climatizador automático de dos zonas, sistema de audio con pantalla táctil de ocho pulgadas, retrovisores térmicos y abatibles, control de crucero adaptativo, encendido automático de luces, sensor de lluvia, Full Link, control por voz, espejo interior fotosensible, pintura bicolor, luces diurnas por LEDs, arranque y acceso sin llave, cámara posterior o sensores de parking, entre otros.
Si no es suficiente todo lo que el Arona ofrece de serie a lo largo de los cuatro acabados disponibles, SEAT tiene prevista una amplísima lista de opciones agrupadas en paquetes que van desde los 150 hasta los 1.050 euros.
Por último, el acabado deportivo FR añade sobre el Style paquete deportivo exterior, llantas de aleación de 17 pulgadas, suspensión deportiva, estriberas de puertas FR, volante deportivo forrado en piel, control de crucero, doble salida de escape, guarnecido interior de techo en negro, sensor de lluvia, espejos térmicos, cierre centralizado con mando, sistema multimedia con pantalla táctil de ocho pulgadas, bluetooth, USB, Full Link, cámara de visión posterior, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, encendido automático de luces, asientos deportivos, cristales tintados, climatizador automático de dos zonas, barras de techo cromadas y pintura bicolor.
Los precios recomendados de la gama actual sin descuentos quedan de la siguiente manera:
Versión |
Precio |
1.0 TSI 95 CV REFERENCE | 17.300 € |
1.0 TSI 95 CV STYLE | 18.860 € |
1.0 TSI 115 CV STYLE | 19.480 € |
1.0 TSI 115 CV DSG-7 STYLE | 20.790 € |
1.0 TSI 95 CV XCELLENCE | 21.240 € |
1.0 TSI 115 CV XCELLENCE | 21.860 € |
1.0 TSI 115 CV DSG-7 XCELLENCE | 23.170 € |
1.0 TSI 115 CV FR | 21.860 € |
1.0 TSI 115 CV DSG-7 FR | 23.270 € |
1.5 TSI 150 CV | 22.800 € |
1.6 TDI 95 CV REFERENCE | 19.320 € |
1.6 TDI 95 CV STYLE | 20.880 € |
1.6 TDI 95 CV XCELLENCE | 23.260 € |
1.6 TDI 115 CV | N.D. todavía |