El fabricante coreano más antiguo, nos vuelve a traer a un modelo cuyo nombre lleva en el mercado desde 1974, esta vez, con un cambio bastante importante en su estética, su conducción y su tecnología. Sí, parece que no hace tanto, pero más de cuatro décadas han pasado ya desde la primera aparición del Korando y, desde entonces, mucho ha cambiado el SUV de la marca coreana. Aún recuerdo la primera generación, con unas líneas mucho más camperas heredadas del famoso Jeep Wrangler.
En el año 1996 aparecería la segunda generación, la cual poco tenía que ver con su antecesor y, una de las pocas cosas que tenían en común, era la mecánica procedente de Mercedes-Benz. La tercera generación era prácticamente igual que la anterior, considerado para muchos un facelift más que un cambio generacional. Fue en el 2010 cuando se presentó la cuarta generación, coincidiendo con la compra de la marca coreana por parte del fabricante indio Mahindra. El Korando cambió por completo, con un diseño totalmente renovado firmado por Giorgio Giugiaro y una mecánica turbodiésel desarrollada por la propia marca en colaboración la marca austríaca AVL.
En el 2014 se presentaría un restyling del Korando que renovaba a este modelo tanto exterior como interiormente, incorporando un nuevo lenguaje de diseño de la marca para asemejarse a sus hermanos de gama. Finalmente, en 2015 volvimos a ver nuevas mejoras en el Korando en términos de equipamiento, pues mecánicamente se seguían ofertando la motorización gasolina 2.0 de 149 CV y la turbodiésel D20T de 149 y 175 CV, respectivamente. Sin embargo, de cara a 2017 llega un Korando bastante más completo y con importantes novedades. Es cierto que no podemos hablar de una nueva generación como tal, pero tiene algunos puntos significativos que hemos de mencionar.
Ahora su equipamiento es más completo para acercarse a sus rivales, aunque su precio sigue siendo uno de los más competitivos (por no decir el que más) del mercado, al tiempo que las opciones mecánicas se reducen al D22T de 178 CV disponible en manual o automático y con tracción delantera o total. Poco a poco SsangYong va calando en nuestro mercado, y buena prueba de ello es un crecimiento en ventas del 14% en 2016 respecto al año anterior, por lo que una vez más los coreanos ponen toda la carne en el asador con un vehículo de lo más completo (sin excesos) y para casi todos los bolsillos.
Más fresco y robusto
Posiblemente la parte que más defina el carácter robusto de la línea del Korando sea la delantera. Nos encontramos ante una nueva calandra de líneas horizontales en color negro brillante que dota de bastante deportividad al frontal, con el gran logo de la marca en el centro de esta y una tira cromada que aporta elegancia al conjunto, reafirmando así que estamos ante este modelo de la marca coreana. En sus extremos se sitúan los faros con tecnología tipo LED para la luz de cruce y las luces diurnas (en forma de ‘L’ bordeando el extremo inferior de las remozadas ópticas), al tiempo que también se renueva ligeramente el capó, ahora con forma de ‘V’.
El paragolpes destaca por su abertura de refrigeración con la rejilla de nido de abeja que antes encontrábamos en la calandra, distanciándose en diseño de ella para dotar de una mayor personalidad al morro del nuevo Korando. A ambos extremos de la misma, este SUV también gana un plus de modernidad con los sensores de aparcamiento y las nuevas luces antiniebla, las cuales se completan con los intermitentes en su parte superior. Personalmente, me parece una posición demasiado baja para los mismos, pero es cierto que el conjunto gana en diseño. En el difusor inferior se encuentra la placa de matrícula, quizás algo expuesta a posibles golpes frontales.
La vista lateral se caracteriza por los pasos de rueda sensiblemente más abultados en ambos ejes, dando al Korando una sensación de grandeza, pero que en el fondo sólo mide 4,41 metros. Ciertamente puede parecerte un coche grande a la vista, pero con un tamaño comedido en la realidad. Uno de los elementos clave en el diseño del Korando y que es el encargado de darle esa apariencia tan enérgica es la relación entre los altos laterales y la estrecha cristalera. Las líneas de los laterales y del techo convergen en unos angulosos montantes traseros. Además, la superficie acristalada de nuestra unidad venía provista de tintado en las lunas, aspecto que mejora el confort de los pasajeros de las plazas posteriores y contribuye a bajar la temperatura del habitáculo (o al menos preservarla de la luz solar)-
La gama de colores exteriores añade cuatro nuevas opciones: Flaming Red, Dandy Blue, Galaxy Green y Techno Grey, además de mantener los tres colores anteriores más populares, Grand White, Silent Silver y Space Black. Para los más curiosos, nuestra unidad venía pintada en Flaming Red.
Siguiendo la vista lateral observamos el diseño del pilar C, que conjuga a la perfección con la caída del portón trasero, continuando con el resto de la línea de este modelo. Encontramos también nuevos juegos de llantas, con tamaños de 16 pulgadas en la versión de acceso, de 17” en el Premium y de 18” en el Limited. En este caso hablamos de un tamaño de 18 pulgadas calzadas con neumáticos 225/55 firmados por Kumho.
Finalmente, en la parte trasera llaman la atención unos enormes faros con tecnología LED que, a pesar de no variar respecto a su predecesor, se integran perfectamente con el portón trasero y, dicho sea de paso, la disposición de la iluminación de las luces de cruce en forma de “boomerang” resulta atractiva y original al ojo humano, dándole un toque característico a la zaga.
En la vista superior echo en falta la presencia de una antena de tipo aleta de tiburón, así como un techo solar panorámico. Se mantienen los rieles de color plata.
El pequeño alerón con tercera luz de freno se sitúa en la parte superior del portón y, en el mismo, se encuentran todos los anagramas que indican con nombre y apellidos el modelo y la versión ante la que estamos. Debajo del embellecedor donde encontramos el tirador para abrir el portón, se sitúa la cámara de visión para la asistencia al aparcamiento –de serie desde la versión Premium-. El nuevo paragolpes trasero destaca por los sensores de aparcamiento traseros -en la versión Limited- y por alojarse en su difusor inferior una doble salida de escape con forma semi ovalada que pone la guinda de la deportividad al diseño del Korando.
Mejor acabado, pero perviven los plásticos
Al sentarnos dentro del Korando, observamos un interior limpio y aparentemente intuitivo que, a pesar de que puede parecerte que no ha cambiado en exceso, incorpora notables novedades. El salpicadero presenta líneas rectas y está terminado con una calidad decente y suficiente, es decir, siguen abundando los plásticos duros, pero estos reciben un mayor cuidado tanto al tacto como a la vista que mejora el conjunto. Eso sí, por desgracia, en la parte del copiloto, mantiene esa inserción decorativa que a primera vista no da la misma sensación de calidad que el resto de los elementos presentes.
La tapicería de los cómodos asientos es de cuero en este acabado Limited. Una vez nos sentamos en ellos, desde el lado del conductor lo primero con lo que nos encontramos es con un volante multifunción de nueva factura con diseño de tres brazos tapizado en cuero. Este presenta un aro medianamente grueso con dos empuñaduras para colocar los dedos pulgares, además de un sistema multifunción compuesto por siete botones desde los cuales podemos manejar el sistema multimedia, el teléfono y el cruise control. Además, el detalle cromado a juego con el resto del salpicadero reduce la sobriedad, dándole un plus de elegancia y modernidad al puesto de mando.
Detrás del volante encontramos un nuevo cuadro de instrumentos que ya no combina la tecnología analógica y digital. Ahora las esferas analógicas del cuentarrevoluciones y la velocidad solo cuentan con las funciones que les corresponden, dejando las indicaciones de consumo medio, nivel de gasolina, temperatura del motor y demás a la pantalla TFT central en blanco y negro. De esta forma, la información queda bastante más clara y los cuadros mucho más limpios.
Si giramos la vista ligeramente hacia la derecha encontramos la consola central. En la parte superior de esta observamos la pantalla táctil de siete pulgadas que incorpora el sistema multimedia y de navegación, todo ello novedad tras este lavado de cara (aunque con un diseño parejo al anterior. A primera vista puede que su funcionamiento resulte un poco lioso, pero basta cinco minutos para familiarizarte con él y observar que su funcionamiento es de lo más sencillo, aunque quizá un poco lento para mi gusto (es el que ya probé en el SsangYong Tivoli y el XLV).
El sistema de navegación con cartografía de radares lo firma la marca Sygic (antes era Caska) y, aunque su apariencia no es tan refinada como otros navegadores que incorporan marcas premium, funciona francamente bien, siendo fácil de usar. La cámara de visión trasera se proyecta en esta pantalla táctil con una resolución decente, cumpliendo su función con creces. Bajo este encontramos la botonería para las lunetas térmicas, las luces de emergencia y, muy en la línea de SsangYong, el reseteo del ordenador de viaje.
El sistema de climatización se sitúa en el inferior de la consola central. Se maneja mediante las clásicas ruletas mostrando claramente lo que se necesita: más frio o más calor con mayor o menor intensidad. Esta información se muestra en un pequeño display que se sitúa entre estas dos ruletas. Sencillo, pero práctico. Y hablando de practicidad, en el nuevo Korando tampoco faltan diversos huecos portaobjetos como el que se observa debajo de este sistema de climatización, o el que se sitúa entre los dos asientos delanteros bajo el reposabrazos, sin olvidarnos de los huecos portabebidas situados en los paneles de las puertas.
La habitabilidad, una de las grandes virtudes
La habitabilidad es lo que más sorprende de este modelo y quizás sea su punto más fuerte. Los asientos delanteros son confortables, recogen bien el cuerpo y los sistemas de regulación te permiten adoptar una postura cómoda sin necesidad de mucho esfuerzo. Además, son calefactables, accionándose por medio de dos botones situados entre estos. En las plazas traseras caben tres adultos sin necesidad de ir demasiado apretados -esto es en parte gracias a la ausencia del túnel central- y destaca los respaldos reclinables en 17,5 grados. El espacio para las piernas es suficiente al igual que la altura al techo para la cabeza, que favorece a las personas de talla alta.
Al igual que ocurre con la habitabilidad, también ocurre con el espacio del maletero, un total de 486 litros con formas regulares y 1.312 litros con los asientos traseros abatidos (60:40). Esto es algo a destacar, ya que al abatir el respaldo la banqueta a su vez baja unos centímetros, quedando un piso prácticamente plano permitiendo albergar en su interior objetos como una bicicleta de montaña de talla media sin necesidad de desmontar la rueda delantera.
Además, bajo el fondo del maletero cuenta con un compartimento extra. La boca de carga también hace su función, ya que no resulta muy alta y permite efectuar la maniobra de carga y descarga sin demasiada complicación.
Solo una mecánica y diésel
En la firma coreana abogan por la sencillez y es por ello que la gama del SsangYong Korando ahora solo está disponible con una única mecánica diésel, pues al fin y al cabo es lo que más se demanda a pesar de las restricciones en las grandes ciudades. Concretamente, hablamos de un propulsor turbodiésel de 2.200 cc, 178 CV de potencia y 400 Nm de par motor. Con estas prestaciones, se consigue una aceleración de 0 a 100 Km/h que ronda los 10 segundos y una velocidad máxima de 185 km/h.
Dejando las cifras puras a un lado, desde SsangYong han querido huir de la moda actual de exprimir al máximo las mecánicas con escasa cilindrada para centrarse en lo que se denomina rightsizing -“tamaño correcto” en español-, es decir, el empleo de motores con cilindradas razonables, como es el caso de este common rail de 3ª generación. Lo cierto es que hablamos de un motor que en términos generales rinde muy bien, entregando el par desde 1.400 revoluciones, lo que nos permite sacarle todo el jugo en un generoso rango de vueltas y obtener buen empuje desde los bajos del motor.
Sí es cierto que al arrancar y tras recorrer los primeros metros con él te llamará la atención el sonido del propulsor, algo acusado a bajo régimen, resultado un poco “tractoril”. Antes de seguir, aclararé esto, no quiero decir que su sonido sea igual al de un tractor, si no que hoy en día nos hemos acostumbrando a motores diésel que ya no suenan como antaño, siendo cada vez más silenciosos, similares a los gasolina -lógicamente la tecnología ha evolucionado y los motores diésel actuales poco se parece a los primeros Perkins-. Es por esta razón, por lo que este propulsor puede parecer más ruidoso a priori, pero tampoco hay que olvidar que estamos ante un todocamino y que suene más de la cuenta también tiene cierto encanto.
Dicho esto, es una mecánica que tal y como os comentaba funciona bien y empuja con solvencia y brío en autopista y a la hora de adelantar. Su uso por ciudad es agradable, respondiendo a golpe de gas desde bajas revoluciones, y el cambio automático de seis velocidades con convertidor de par rinde de forma aceptable. Este tipo de transmisiones suponen siempre una comodidad extra y su funcionamiento es suave, pero por otra parte le impide a la mecánica mostrarnos todas sus bondades para priorizar los consumos. Además, aquí he de hacer mención al modo secuencial de la palanca de cambios, el cual es un pequeño pulsador localizado en la parte izquierda de la misma que, además de poco intuitivo, resulta ligeramente confuso.
Ficha técnica
Version | D22T - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 2.157 cm3 |
Potencia | 178 CV (131 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.400 - 2.800 |
Peso | 1.769 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.410 / 1.830 / 1.710 mm |
Volumen Maletero | 486 (1.312) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 185 km/h |
Consumo homologado | 8,6 / 5,7 / 6,8 (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 177 g/km de CO2 (Euro 6) |
Precio de partida | 19.150 euros con descuentos |
Aplomado en carretera, contundente fuera del asfalto
Tras los primeros kilómetros a los mandos del nuevo Korando, rápidamente descubrirás que es un coche ágil para ciudad y estable para carretera. Está claro que cuando nos ponemos al volante de un coche con cierta altura tendemos a pensar que va a ser menos estable de la cuenta, pero no en todos los casos es así. En el Korando destaca su aplomo cuando circulamos con él por autovías y autopistas, además de una sensación confortable cuando el conjunto de suspensión tiene que absorber alguna imperfección del asfalto, gracias al blando tarado de su amortiguación y al perfil de sus neumáticos. En este aspecto, bien podríamos decir que dirección y suspensiones guardan un buen equilibrio, aunque esta última se me antoja imprecisa y lenta a la hora de circular por carreteras secundarias.
Aun así, para un uso tranquilo del vehículo, el funcionamiento de la dirección es correcto, te lleva por donde le guías pero se echa en falta en su tacto algo más de dureza. Los frenos de disco ventilados en eje delantero y en el eje trasero cumplen su función, siendo suficientes para el tamaño y el peso del Korando, sin fatigarse en exceso cuando le sometes a una conducción más estricta. Por contra, el balanceo de la carrocería es notable si nos metemos en una carretera de montaña, debido esencialmente a la altura de su carrocería y el tarado de la suspensión enfocado al confort, pero nada que no ocurra en la gran mayoría de sus rivales.
Fuera del asfalto, si bien es cierto que la versión 4×4 -se conecta de forma automática mediante un embrague de tipo Haldex- puede facilitarte las cosas cuando se ponen feas, por lo general su uso deberíamos limitarlo más bien a caminos forestales con algún que otro obstáculo. Sí, está por encima de sus rivales gracias a la experiencia de la marca en la materia, pero su altura al suelo (especialmente su ángulo ventral de 18,5 grados) es su mayor hándicap. Además, la suspensión blanda favorece el uso por este tipo de terrenos, pero hay que tener cuidado de no alcanzar una velocidad excesiva si no queremos que en algún bache más hondo de la cuenta el amortiguador pueda hacer tope, ya que el recorrido de suspensión es corto y levantará la rueda fácilmente.
Precio y Equipamiento
El nuevo SsangYong Korando cuenta con tres líneas de equipamiento cerradas: Line, Premium y Limited, siendo únicamente opcional el color de la carrocería (410 euros, salvo el Silent Silver). El nivel de terminación básico se denomina Line. De serie incluye el aire acondicionado, sistema de audio integrado con bluetooth, control de velocidad, ordenador de viaje, apoyabrazos central delantero, cristales tintados, llantas de aleación de 16 pulgadas, cuatro elevalunas eléctricos, cierre con mando y retrovisores eléctricos, entre otros.
El nivel Premium añade a lo anterior el paquete cromado exterior, llantas de aleación de 17 pulgadas, climatizador automático, sistema de sonido/navegación con pantalla táctil, asientos delanteros térmicos, puerto USB, cámara de visión posterior, sensores de parking traseros, sensor de lluvia, encendido automático de luces, faros antiniebla, volante en piel o espejo interior fotosensible.
Por último, el nivel Limited suma el techo solar eléctrico (salvo automático 4×2), asientos traseros térmicos, tapizado en piel, apliques en símil aluminio y madera, llantas de aleación de 18 pulgadas y retrovisores abatibles. El 4×4 con caja automática cuenta también con acceso sin llave y arranque por botón.
Los precios incluyendo las promociones de lanzamiento (2.000€) son los siguientes:
Motor | Line | Premium | Limited |
2.2d 178 CV 6MT | 19.150 | 22.250 | 24.250 |
2.2d 178 CV 6AT | – | – | 25.750 |
2.2d 178 CV 4×4 6MT | – | 23.750 | – |
2.2d 178 CV 4×4 6AT | – | – | 28.250 |
Respecto a sus rivales el Korando juega en un segmento en auge, donde prácticamente todas las marcas cuentan con un modelo con una mecánica y equipamiento similar, por lo que la oferta y la competencia es muy amplia. Por precio podemos compararlo con modelos como son el Kia Sportage, Mitsubishi ASX o Nissan Qashqai, entre otros, pero hay que mencionar que en ese rango de precio, sus rivales ofrecen motorizaciones más bajas. Respecto al tamaño, el espacio interior y la capacidad de maletero que ofrece el Korando pocos pueden hacerle frente, siendo una baza muy importante a su favor debido a que son dos de las cosas prioritarias y decisivas por parte del comprador a la hora de adquirir un coche de este segmento.