Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7
Notable
Tras unos años sin estar presente en el mercado español, finalmente Subaru ha lanzado en nuestro país la última generación del Impreza, la cual destaca por ofrecer una relación valor-precio favorable y el sistema de tracción total a las cuatro ruedas de serie en todas las versiones, como es costumbre en la marca. Está asociado a dos niveles de terminación y una sola mecánica, lo que probablemente sea su mayor hándicap.
Como ya sabrás, este 2018 se celebra el 60 aniversario de Subaru -además de 30 años de STI– y la firma nipona no podía haber elegido mejor momento para lanzar en nuestro mercado un modelo tan icónico como el Impreza. Hablamos de un vehículo que, en su quinta generación, pretende convertirse en la referencia en seguridad del segmento, aterrizando en España con armas como la tecnología EyeSight, la tracción total simétrica y el motor bóxer (estos tres elementos ya los incorpora el 98% de los modelos que vende Subaru).
Las cifras lo dicen todo: 18 millones de motores bóxer fabricados desde 1966, 1,6 millones de coches vendidos con tecnología EyeSight, 1,06 millones de vehículos vendidos en 2017 o 39.000 ejemplares vendidos en Europa en lo que va de año son cifras realmente buenas, y más para un fabricante independiente con tecnología propia como Subaru. Con la llegada del nuevo Impreza, Subaru contará con una alineación de siete modelos en España, lo que reforzará sus ventas de cara a los próximos años.
Puede que, a primera vista, te parezca que la quinta generación del Subaru Impreza no ha cambiado en exceso respecto a su predecesor, pero lo cierto es que el nuevo modelo no comparte ninguna pieza con este e incluso estrena plataforma -que comparte con el nuevo Subaru XV-, más ligera y rígida. La evolución en el diseño es evidente y, aunque no rompe moldes, resulta mucho más atractivo, especialmente teniendo en cuenta que llevábamos cuatro años sin él en nuestro país.
Además, promete convertirse en una interesante propuesta gracias a su sistema de tracción total incluido de serie en todas las versiones. Por el momento, sólo podrá comprarse con carrocería de cinco puertas y asociado a una sola motorización (con tracción total y cambio automático, eso sí), y no se ha confirmado la posibilidad de ver la versión sedán por Europa o una gama mecánica más amplia. Ahora la pregunta es, con 3,5 millones de ejemplares vendidos a lo largo de sus 25 años de historia -650.000 uds. en Europa-, ¿es digna esta generación de llamarse Impreza?
Evolución, no revolución
El nuevo Subaru Impreza se mantiene fiel al ADN de diseño de la marca y, como buen japonés que es, trata de adaptarse a los nuevos gustos de los clientes con una evolución de los rasgos, sin grandes revoluciones estéticas o florituras innecesarias. En realidad, es como una especie de Subaru Levorg en miniatura, y lo cierto es que, personalmente, me resulta bastante atractivo por ello. En la vista frontal destaca la contenida parrilla, donde podemos encontrar el logo en posición central, dos lamas cromadas y un borde con este mismo detalle a contraste.
Los faros cuentan con una firma lumínica LED en forma de ‘C’ que pretende simular la disposición de los pistones en un motor bóxer, dando sensación de uniformidad al morro al representar la continuación de las lamas de la parrilla. Los faros son halógenos en la versión Sport y Full LED adaptativos en el Executive tope de gama. Más abajo, en el paragolpes, vemos una nueva entrada de aire y las luces antiniebla en los extremos. Los detalles cromados son propios del acabado Executive.
En la vista lateral, el Impreza no pierde enteros. Cuenta con unos pasos de rueda ligeramente más musculosos y un marcado nervio a media altura para darle mayor sensación de robustez al conjunto. Los espejos retrovisores integran los intermitentes y la superficie de las puertas es totalmente limpia, lo cual no resulta del todo práctico si aparcamos en un hueco estrecho. Las lunas posteriores, por su parte, son tintadas, mientras que para las llantas hay tamaños de 16 y 17 pulgadas.
Lo cierto es que las llantas de acero de 16 pulgadas con tapacubos no resultan muy vistosas y es extraño que Subaru las equipe en la versión Sport. En las Executive encontrarás las de 17 pulgadas calzadas con neumáticos Bridgestone Turanza en medidas 205/50 R17. El Subaru Impreza alcanza los 4,46 metros de largo (+45 mm), 1,77 metros de ancho (+35 mm) y 1,48 metros de alto (-10 mm. La altura libre al suelo es de 130 mm). La batalla asciende a 2.670 mm (+25 mm) y las vías delantera y trasera a 1.540 mm y 1.545 mm, respectivamente.
En la vista posterior predomina la horizontalidad, con unas marcadas líneas en el portón y el paragolpes. Destaca en la parte superior un sutil spoiler con la tercera luz de freno, así como una luna de aceptables dimensiones. A media altura, las ópticas quedan divididas en dos partes por el generoso portón y cuentan con los intermitentes en una posición ligeramente inferior. En posición central, el logo y el tirador, donde se ubica la cámara de marcha atrás.
En el tercio inferior vemos el paragolpes, de discretas líneas, mientras que este queda reforzado en su parte más baja por una protección plástica donde se encuentran los catadióptricos. La salida de escape, en este caso, queda disimulada bajo el paragolpes, al tiempo que el conjunto se muestra ancho y asentado sobre el asfalto.
Una mejora en todos los aspectos
Si os he comentado que en el exterior hemos encontrado una evolución en lo que ha diseño se refiere, en el interior Subaru no iba a ser menos. Si hay algo de lo que siempre se han quejado los clientes de la compañía japonesa es de la austeridad del habitáculo de sus modelos, y es por ello que el equipo encargado del desarrollo del Impreza ha hecho un esfuerzo por mejorar todos los aspectos posibles, a fin de que su hatchback pueda competir en el segmento en igualdad de condiciones que sus rivales.
El interior no sólo es más vistoso, sino que, además, se ha cuidado especialmente la calidad de los materiales. El diseño ya no es tan sobrio como antes y encontramos materiales blandos recubriendo la totalidad del salpicadero. Es agradable al tacto y a la vista en líneas generales, sin prejuicio de que haya algunos botones que no me terminan de convencer, como los de acceso directo a las funciones del sistema multimedia, hechos en un plástico duro sobre el odioso acabado negro.
La mejoría no sólo se percibe en los ajustes y los materiales, sino también en el nivel tecnológico y en materia de conectividad con el que se ha equipado al modelo. A pesar de que luego hablaremos del equipamiento de manera específica, ya os adelanto que tiene todo aquello que el usuario medio e incluso algo más exigente podría necesitar. Adicionalmente, todo se ha pensado para quedar al alcance de la mano y sin desviar la vista del volante, con gran parte de las funciones manejables desde el volante, así que punto en ergonomía para el Impreza.
En función del nivel de acabado, hay dos pantallas. La más sencilla es de 6,5” y la superior es de 8”. Ahora la tendencia japonesa es sustituir los navegadores por Apple CarPlay y Android Auto. Habrá a quien le guste y le resulte más manejable o cómodo a la hora de evitar las actualizaciones, pero personalmente lo considero un verdadero engorro.
Es destacable la presencia de dos pantallas en el salpicadero . Estas aglutinan toda la información del sistema multimedia y del vehículo que no caben en el ordenador de abordo, ubicado en una pantalla entre los diales analógicos de la instrumentación. En ellas se nota también una gran mejoría en la interfaz, resultando bastante intuitivas y rápidas para lo que estábamos acostumbrados en la marca. Además, mejoran los gráficos, hasta ahora meramente aceptables.
Respecto a la habitabilidad, hay que señalar que las plazas delanteras ofrecen espacio más que de sobra tanto en anchura como en altura, algo que también ocurre en las plazas laterales traseras, donde podríamos alojar cómodamente a pasajeros de casi dos metros -la anchura en las plazas delanteras crece 29 mm y 34 mm en las traseras-. Es más, diría que cuenta con unas cotas incluso excesivas -21 mm de espacio extra para las rodillas de los pasajeros-, pudiendo haber optado por añadir algo más de maletero. La plaza central trasera es muy limitada tanto en anchura como en espacio para las rodillas.
La capacidad del maletero viene determinada por el tipo de rueda de repuesto que lleva el modelo: en caso de escoger un neumático normal, se conservan 310 litros; en caso de llevar una rueda de emergencia, hay 345 litros disponibles; por último, con un kit antipinchazos, la capacidad es de 385 litros, aunque algunos medios afirman haber medido hasta 420 litros. Con los asientos abatidos -60:40-, el volumen de carga asciende a los 1.310 litros, ofreciendo a su vez unas formas bastante regulares. Eso sí, pierde algunos puntos al no estar tapizado en sus laterales.
Adiós al diésel: sólo una opción de gasolina
La firma nipona ha lanzado el nuevo Impreza en nuestro país asociado únicamente al motor 1.6 Bóxer de 117 CV en combinación con la caja automática de tipo CVT que la firma denomina Lineartronic. Es un motor suficiente con el que alcanza los 180 km/h de velocidad máxima y declara un gasto medio de 6,2 l/100 km, aunque es una pena que no esté disponible la mecánica 2.0 Bóxer con 156 CV e idéntica transmisión que sí se ofrece en otros mercados. Quizás más adelante…
Concretamente, hablamos de un bloque de aluminio con dos árboles de levas en la culata e inyección directa que, con 1.600 cm3 y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 114 CV (84 kW) a 6.200 rpm, todo ello asociado a un par máximo de 150 Nm a partir de las 3.600 rpm. Como podéis ver, no entrega la potencia en un rango excesivo de revoluciones y lo hace muy arriba, lo que nos obliga a llevar el coche bastante revolucionado para tener algo de empuje. Para contribuir a la reducción de los consumos en ciudad, cuenta con sistema Start/Stop.
En cualquier caso, resulta una mecánica bastante frugal, sin fuertes aceleraciones y con una entrega de potencia muy progresiva. Es un coche ideal para moverse por ciudad y por los alrededores, pero es cierto que a la hora de viajar con el vehículo cargado, los 114 caballos se nos pueden quedar bastante cortos, pues con dos personas a bordo es capaz de mantenerse sin esfuerzos a 120 km/h, pero le cuesta ganar velocidad.
Con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 12,4 segundos y alcanzar de una velocidad máxima de 180 km/h. En carretera, el motor gira por encima de 2.500 rpm a 120 km/h.
Además, el cambio Lineartronic no ayuda a aprovechar todas las posibilidades del motor. Es un buen cambio en cuanto a que resulta suave y suficientemente rápido para el motor del que disponemos, pero en aceleraciones fuertes no tarda en salir a relucir el característico sonido molesto de las transmisiones de variador continuo. Si bien es cierto, la gestión del cambio trata de simular seis marchas para reducir la sonoridad. Por el contrario, en una conducción tranquila resulta un vehículo muy silencioso y suave.
Respecto a los consumos, no hemos podido medirlos con precisión dada la brevedad de la prueba, pero incluso dándole algo de caña al coche este no ha superado los 9,0 litros a los 100, por lo que no parecen excesivamente elevados. Oficialmente, la marca homologa un consumo urbano de 8 l/100 km, un consumo extraurbano de 5,5 l/100 km y un consumo medio de 6,4 l/100 km. El depósito de combustible es de 50 litros. Es importante señalar que, por 1.750 euros adicionales, se ofrece la posibilidad de instalar un kit de GLP en este motor.
Ficha técnica
Version | 1.6i - 4 cilindros Bóxer |
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Cilindrada | 1.600 cm³ |
Potencia | 114 CV (84 kW) @ 6.200 rpm |
Par | 150 Nm @ 3.600 rpm |
Peso | 1.376 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.460 / 1.775 / 1.480 mm |
Volumen Maletero | 385 (1.310) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 12,4 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Consumo homologado | 8,0 / 5,5 / 6,4 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 145 g/km de CO₂ (Euro 6C) |
Precio de partida | 20.400€ (precio de la gama con descuentos) |
Comportamiento
Desde Subaru señalan que los usuarios se compran sus vehículos por tres razones esenciales: seguridad, diversión y fiabilidad. Es por ello que el nuevo Impreza apunta muy alto desde sus entrañas, donde nos encontramos con la nueva plataforma de la marca que ha sido estrenada en este modelo y servirá como base para los futuros modelos. Ha ganado entre un 70 y un 10 por ciento de rigidez, lo que le permite superar las pruebas de choque hasta 2025. Además, está preparada para aceptar propulsión térmica, híbrida y eléctrica.
Todo ello se traduce no sólo en una mayor seguridad ante un golpe, sino también en un mejor comportamiento y una gran comodidad, pues permite una conducción bastante dinámica sin necesidad de equipar unas suspensiones excesivamente firmes que resulten secas al pasar por tramos en peor estado o badenes. En este caso, encontramos un esquema McPherson en el eje delantero y una suspensión doble de tipo horquilla en el trasero, con una puesta a punto de lo más equilibrado.
Hay que reconocer que la comodidad se ha incrementado notablemente y estamos ante un vehículo capaz de ofrecer gran confort en carretera -está, además, muy bien aislado– y un poco de diversión en curvas lentas. En este sentido, es preciso volver a mencionar que es una pena la escasa potencia del bloque motor, pues el Impreza apunta maneras para ser un coche tan seguro como divertido con, al menos, 150 caballos.
Es en carretera donde su dirección no me ha gustado tanto, pues la asistencia eléctrica me ha resultado excesiva y no transmite ningún feedback al conductor.
Tampoco podemos olvidar la tracción integral con control activo de par – Symmetrical All-Wheel Drive–, la cual permite al Impreza mostrar al conductor un comportamiento predecible y neutral incluso cuando nos acercamos un poco pasados de rosca a una curva cerrada. A la hora de enlazar curvas, los balanceos son muy poco acusados y la dirección reacciona con rapidez y eficacia, aunque tampoco podríamos hablar de un compacto deportivo como tal.
Bien equipado a precio favorable
Al igual que ocurre con las motorizaciones, en otros mercados el nuevo Impreza se ofrece con hasta cuatro terminaciones para todos los gustos, pero en el mercado español la gama inicial queda conformada por dos niveles de acabado que se denominan Sport+ y Executive. En ambos son de serie los controles de tracción y estabilidad, ABS, EBD, TPMS, múltiples airbags, anclajes ISOFIX, asistente al arranque en cuestas, control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, etc.
El acabado Sport también cuenta con climatizador automático, ordenador de viaje, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas, cierre con mando, retrovisores térmicos, sistema de sonido con pantalla de 6,5 pulgadas, bluetooth, USB, Apple CarPlay, Android Auto, faros antiniebla, llantas de aleación y asientos delanteros térmicos, entre otros.
La terminación Executive añade a lo anterior el climatizador automático de dos zonas, acceso sin llave, arranque por botón, volante forrado en piel, retrovisores abatibles, llantas de 17 pulgadas, faros Full LED inteligentes, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas, SmartBeam, detector de objetos en ángulo muerto, Subaru Startlink, cristales tintados, cámara trasera y control por voz.
Los precios recomendados para nuestro país incluyendo la promoción de lanzamiento (1.400€ en el Executive y 1.700€ en el Sport) son los siguientes:
Modelo | Sport | Executive |
Impreza 1.6 Bóxer 117 CV AWD CVT | 20.400€ | 23.200€ |
- Ofrece un completo equipamiento a un precio irresistible.
- Comportamiento dinámico reseñable, es cómodo y seguro, con un gran confort de marcha.
- Notable mejoría en la calidad, tecnología y conectividad. El diseño interior, además, se ha trabajado para no resultar tan sobrio.
- Mucho espacio en las plazas traseras.
- EyeSight y Symmetrical All-Wheel Drive de serie en todas las versiones.
- Su diseño está muy visto y no es especialmente llamativo, solo «uno más».
- La gama mecánica se limita a un solo motor que, además, resulta escaso de potencia, ofreciendo una aceleración demasiado pobre para lo buen coche que es dinámicamente hablando.
- La dirección tiene exceso de asistencia para mi gusto, no transmite apenas información al conductor y resulta algo blanda.
- Las llantas de acero de 16 pulgadas con tapacubos deberían haberse sustituido por unas llantas de aleación.
- Supresión del navegador y sustitución del mismo por Apple CarPlay y Android Auto.