CONTACTO
Para la presentación nacional la organización decidió que los medios especializados probasen el coche tanto en carretera como en autovía y pistas, dejando claro que el nuevo RAV4 HSD mantiene el espíritu aventurero de siempre.
Hay que alabar el suave funcionamiento del sistema híbrido qué al igual que ocurre en los Yaris y Auris apenas se deja notar cuando cambia de modo. El conductor lógicamente nota un leve aumento en la sonoridad pero sin brusquedades. En modo AUTO la propia gestión electrónica es la que decide en cada momento cómo realizar el reparto de energía y, si hay batería suficiente, apuesta por el modo 100% eléctrico.
En modo Sport el bloque de gasolina trabaja junto al eléctrico para garantizar una respuesta más inmediata. Al menor pisotón sobre el acelerador el RAV4 gana velocidad con contundencia y aunque quizás no corra tanto como otros crossovers de potencia parecida, sí garantiza unos rápidos adelantamientos. En este caso me parece que el conjunto es mucho más satisfactorio que en los Auris, a veces algo justos de potencia.
Lo que no me ha terminado de gustar es la transmisión en modo automático. Mantiene el clásico funcionamiento de las CVT y revoluciona en exceso el motor en condiciones en las que aparentemente no es necesario. Esto provoca que no sea silencioso, escuchándose en exceso en el habitáculo. En modo manual se logra disimular este mal común a las CVT gracias a las velocidades pre-fijadas pero sigue resultando más ruidoso que un RAV4 gasolina o incluso diésel a velocidades estabilizadas de autovía.
El comportamiento general del RAV4 me ha gustado. Es cómodo gracias a unas suspensiones que cuidan bien a los ocupantes y aunque la carrocería balancea algo más de la cuenta, no me ha parecido un crossover torpe. Sí me parece preferible su uso por autovías que por carreteras llenas de curvas pero recalco que no se defiende mal.
Fuera del asfalto se desenvuelve mejor que otras alternativas aunque no es un todoterreno de verdad. Tiene ciertas limitaciones como la escasa altura libre al suelo, los neumáticos y llantas usados y la ausencia de reductora. Es válido para acceder a fincas o circular por caminos en buen estado pero si se complican las cosas, mejor no arriesgarse. No creas que esto es un mal del RAV4 sino que ocurre con prácticamente todos los crossovers actuales salvo en aquellas versiones que están preparadas para campo (por ejemplo un VW Tiguan con pack Off-Road).
¿Y los consumos? Pues depende del uso que se haga. Me ha parecido demasiado sensible al tipo de conducción y si se conduce con normalidad es fácil que ronde los 7,5 L/100. Si se realiza una conducción deportiva se puede ir más allá de los 9,0 L/100 mientras que en modo “ECO” acelerando con suavidad se rebajan sin problemas los 6,0 L/100. En definitiva mucho más sensible al uso que el diésel.
Por último hacer un pequeño repaso interior y al espacio disponible. El RAV4 tiene espacio para suficiente para que cuatro adultos de mucha altura no viajen incómodos. Un tercer pasajero en la fila posterior no irá cómodo por culpa de una anchura algo limitada. En las plazas delanteras no se pueden poner pegas, con mucha altura libre al techo y un ancho más que holgado para que los dos posibles pasajeros viajen holgados.
El maletero es algo más pequeño que en el resto de los RAV4 por culpa del sistema híbrido. A pesar de esto no pierde demasiado volumen y supera los 500 litros de volumen (501 concretamente) mejorando a otros modelos rivales como los Nissan Qashqai y Renault Kadjar. Lo bueno es que no varía en función del tipo de tracción.
La calidad de realización en general está a buen nivel aunque Toyota debería modernizar algunos mandos que ya se perciben excesivamente viejos (retrovisores, palancas, etc). Los plásticos en las zonas superiores son agradables al tacto pero los inferiores tienen peor aspecto y no transmiten la misma sensación de calidad. Sí son buenos los ajustes entre piezas, no habiendo holguras importantes.
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento de serie
Equipamiento disponible
Habitabilidad
Maletero
Mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.7
Notable
Por fin el RAV4 estrena una mecánica híbrida. Con 197 CV de potencia responde bien al acelerador y presume de un nivel de prestaciones notable. Los consumos son sensibles al uso pero en urbano el sistema híbrido es fantástico. Buen comportamiento, buena habitabilidad y mucho equipamiento para este equilibrado todocamino
Seguro q renta más el diésel q el híbrido aparte creo q no pueden llevar remolque
800 kg de remolque el 2WD y 1.650 kg el 4WD