Los escándalos de emisiones parecen no tener fin y si fue con Volkswagen el inicio de la guerra de acusaciones, no son pocas las marcas que de una u otra manera han sido también nombradas por falsificar los datos. La última es Nissan en Corea del Sur aunque niegan que hayan utilizado sistemas capaces de engañar en las homologaciones.
El gobierno de Corea del Sur le ha dado a Nissan un plazo de 10 días para demostrar que el Qashqai no va equipado con un sistema capaz de detectar cuándo se están realizando las mediciones y así poder cumplir con la legislación. Las unidades afectadas llevan motor diésel y de no confirmarse que efectivamente todo es legal se retirarán varios centenares de vehículos además de imponer una multa.
En principio el coste que se baraja como «toque» a la japonesa asciende a 330 millones de wones, unos 247.000 euros al cambio actual de multa que tendrían que pagar sólo si se han manipulado los datos. El caso es que aunque no sea cierto y Nissan haya pasado los test como dicta la ley, la imagen ha quedado dañada.
Los surcoreanos se toman muy en serio el tema de las emisiones y bastante un simple vistazo a las cifras de Volkswagen para comprobar el castigo impuesto por los usuarios. En los primeros meses del año han perdido el primer puesto como firma importada y la demanda ha caído drásticamente hasta niveles nunca vistos.
En su defensa Nissan dice que no sólo no ha manipulado ninguno de sus Qashqai sino que está dispuesta a colaborar con las autoridades para aclarar el asunto lo antes posible. Renault, perteneciente a al alianza, se mantiene en silencio por ahora y suponemos que será en unos días cuando algún portavoz trate de informar sobre el tema.
[Fuente: Nissan Korea y GlobalAutonews]