Las matrículas personalizadas son una utopía en España, pero en aquellos rincones del mundo en los que se permiten han llegado a convertirse en uno de los accesorios del automóvil más vendidos, tanto que su precio parece no tener techo y son muchos los que invierten grandes sumas de dinero en ellas con el fin de especular posteriormente.
Probablemente estarás pensando que el mundo se va al garete y la verdad es que nadie te culpará por ello. Todo está cambiando rápidamente y, con el auge de las redes sociales, vivimos en una sociedad cada vez más estúpida digital que nos incita a mostrarle al mundo lo únicos y especiales que somos. Ahora ya no basta sólo con gastar cantidades ingentes de dinero en un vehículo.
Junto a nosotros mismos, el coche que conducimos es la mejor forma de mostrarle al resto de los mortales quiénes somos (o quiénes aparentamos ser), así que en aquellos lugares donde la cultura del automóvil está muy extendida, las matrículas personalizadas se han convertido en una potente declaración de individualidad y prestigio. Y no solo eso, también se ha convertido en un negocio muy lucrativo para los gobiernos.
En el Reino Unido se lo montan muy bien
Uno de los grandes mercados de placas de matrícula personalizadas es el Reino Unido. El DVLA, la Agencia de Licencias de Conducir y Vehículos del Gobierno del Reino Unido, comenzó a emitir matrículas personalizadas en 1989, vendiendo el registro «A1» por 160.000 libras esterlinas (177.315 euros al cambio) en una subasta de Christie’s el primer día.
Inicialmente, al negocio le costó arrancar, con un total de 658 registros vendidos el primer año, pero en 1990 las cosas cambiaron radicalmente, aumentando dicha cifra hasta unos nada despreciables 26.000 ejemplares. Sin embargo, eso no es nada comparado con los 5,9 millones de placas de matrícula personalizadas que se han vendido en los últimos 30 años.
¿Los beneficios? Unos dos millones de libras esterlinas o, lo que es lo mismo, 2.22 millones de euros al cambio para las arcas del estado. En el año fiscal 2018-2019, se alcanzó un récord de matrículas personalizada con 404.000 unidades vendidas. Normalmente, el precio medio de las mismas en subasta online ronda las 807 libras (972 euros al cambio), mientras que en las subastas en vivo alcanzan las 3.225 libras de media (3.574 euros).
Además, el mercado británico de matrículas personalizadas tiene algunos compradores especialmente fieles, como es el caso de Afzal Kahn. Sí, su nombre probablemente te suene, pues es el creador de Kahn Design, el conocido especialista del mercado de accesorios del automóvil. De hecho Kahn compró la matrícula ‘F1’ en 2008 por la friolera de 440.000 libras esterlinas (487.561 euros al cambio), la cual luce su Bugatti Veyron.
Afzal Kahn en su Bugatti Veyron luciendo la placa «F1».
Desde entonces, se ha especulado mucho acerca de cuándo y por cuánto la venderá, ya que Afzal siempre ha señalado que la placa está a la venta si se le ofrece la cantidad correcta de dinero. Sin embargo, nadie conoce cuál es la cantidad «mágica». Por el contrario, sí que sabemos que el año pasado la matrícula F1 se puso a la venta en regtransfers.co.uk por 12.009.995 libras esterlinas, unos 13.308.210 euros al cambio.
De haberse vendido por esa cantidad, la cifra final con IVA de la compra habría superado los 18 millones de euros, una cantidad desmesurada para la mayoría de los mortales, pero no para muchos de los propietarios de alguno de los 100 McLaren F1 que hay en circulación. Lo que está claro es que, si algún día se vende esa placa, su precio será muy superior al del vehículo que la luzca.
Y ojo, porque eso es mucho decir, ya que el último McLaren F1 que se ha vendido en una subasta (RM Sotheby’s) ha alcanzado los 19,8 millones de dólares (17,8 millones de euros). Ha tenido lugar este 2019 en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach. El anterior se vendió por 15.620.000 dólares (14,2 millones de euros al cambio) en la subasta Bonhams ‘Quail Lodge durante la Semana del Automóvil de Monterrey en 2017.
Otro nombre famoso en esto de la personalización de las matrículas británicas es el de John Collins, fundador de Talacrest, uno de los concesionarios de Ferrari y otros deportivos de élite más famosos del Reino Unido. Collins no solo es la referencia a la hora de comprar un Ferrari, sino también de algunas de las matrículas más adecuadas para los Cavallinos Rampantes que vende.
Lo de los Emiratos Árabes Unidos es otro nivel
Bueno, ¿realmente hay algo en los Emiratos Árabes Unidos que no sea de otro nivel? Allí el negocio de las placas de matrícula personalizadas es todavía mayor que en el Reino Unido, siendo la Autoridad de Carreteras y Transportes (RTA) de los Emiratos la encargada de llevar a cabo las subastas. Son subastas sencillamente espectaculares que mueven más dinero que las de cualquier otro país.
Claro ejemplo de ello es la cifra que pagó en 2008 Saeed Abdul Ghafour Khouri, un joven de 25 años que fue noticia mundial cuando pagó un récord mundial de 52.2 millones de dírhams (1,29 millones de euros al cambio) por la placa de matrícula de Abu Dhabi «1». Lo mismo ocurre con el coleccionista de matrículas Khouri , con placas que cuestan más que los vehículos que las lucen -y eso que no son precisamente baratos-.
Habitualmente, el precio de las matrículas personalizadas en los Emiratos Árabes Unidos ronda los 912.000 euros al cambio, una cifra elevada, pero muy por debajo de los 12,9 millones de euros al cambio que ha llegado a pagar Khouri, quien ostenta el récord mundial en la materia. Ya en 2008, los Emiratos Árabes tenían las cuatro matrículas de automóviles más caras del mundo, así que es muy probable que allí se hayan vendido más del 90% de las 100 placas de matrícula más caras del mundo.
Por otra parte, una nueva emisión conmemorativa de placas en Abu Dhabi generó un segundo «1», que alcanzó los 7,7 millones de euros al cambio en junio de 2016, lo que ha dado lugar a dos placas con el mismo número. Y no hay nada que impida que pueda haber más, ya que ahora las placas se pueden producir a todo color, y es una interesante fuente de ingresos para el estado. No muy lejos de allí, en Sharjah, la matrícula «1» se vendió por casi 4,5 millones de euros al cambio en junio de 2016.
Tal es el negocio que, recientemente, la Autoridad de Transporte y Carreteras de Dubai abrió recientemente unas nuevas instalaciones de fabricación de matrículas automatizada que recibe sus pedidos directamente del Sistema de Licencias Electrónicas y pueden imprimir 33.000 planchas al día, reemplazando al anterior sistema que solo era capaz de crear 3.000 planchas diarias.
La sólida herencia australiana
Australia es otro de los grandes mercados de las placas de matrícula personalizadas. Realmente, es algo lógico, pues hablamos de uno de los lugares con mayor tasa de vehículos per cápita. En la actualidad, las matrículas con números de uno, dos y tres dígitos emitidos por primera vez después de 1910 están muy cotizadas, pero este negocio no atrae al Impuesto a las Ganancias de Capital australiano.
El récord actual en la materia es de 2.572.500 dólares australianos (15,8 millones de euros al cambio), establecido por Shannon’s Auctions en agosto de 2017. Fue el precio a pagar por el empresario chino-australiano Peter Tseng -un conocido coleccionista de placas de matrícula- para obtener el registro número «4» en Nueva Gales del Sur. Tseng también es propietario de la matrícula «1 » de Hong Kong y de la matrícula «ONE» de Nueva Gales del Sur.
¿Y qué hay de las motos?
Pues la matrícula de moto personalizada más cara del mundo se vendió hace no mucho por un precio que oscila entre los 350.000 y los 700.000 dólares australianos (entre 235.290 y los 470.580 euros al cambio). Steven Hantos, de NumberPlates.com.au, no ha querido dar la cifra exacta de la placa NSW «1», pero sí que ha confirmado que se encuentra dentro de ese rango de precio.