Abrir el capó y encontrarse con un motor bien presentado, es algo que a muchos les llena de emoción y es que incluso debajo del capó, donde la gran mayoría de la gente no mira en su vida, ni para rellenar o comprobar el nivel de líquidos esenciales, hay que tener un buen aspecto.
Aunque hasta hace años, cuando elevábamos el capó nos encontrábamos con la mecánica descubierta, poco a poco se fue introduciendo en el mercado una nueva pieza, una placa que cubría el motor y que «mejoraba» la estética y la presentación de los diversos componentes.
Las tapas para cubrir el motor se presentaban en diversos formatos y no debía ser muy necesaria porque no todos los modelos de nueva generación las montaban.
Con el paso de los años, estas tapas cubre motor se fueron sofisticando y presentando diversos diseños que incluso dejaban ver varios patrones de color, el logro de la marca en relieve, el logo de la marca insertado y mucho más. La verdad es que en algunos casos la presentación estaba muy trabajada y aunque no nos dejaban ver el motor como tal, sí que daba una mayor sensación de orden y buen remate.
Además de la finalidad estética, muchas de estas tapas de plástico supuestamente tenían más funciones entre las que nos encontramos la de evitar quemaduras si se toca accidentalmente el motor cuando este está caliente, aislar el ruido de la mecánica -en casos en los que equipan material de aislamiento añadido- o incluso impedir que los más atrevidos «metan mano» a la mecánica.
Con la llegada de los recortes en algunas marcas y grupos hemos visto casi de todo, desde las salidas de escape más falsas de la historia hasta la retirada de tapizados o enmoquetados en los asideros de las puertas pasando lógicamente con lo que hoy os comento, que a pesar de ser una minucia, no deja de ser un tijeretazo adicional.
En este caso os pongo el ejemplo nuevamente del Grupo Volkswagen y es que nos ha sorprendido que en su nueva generación de compactos -Golf, León y A3- ya hemos visto este recorte.
En la anterior generación del trío de compactos alemán nos encontrábamos con compartimentos de motor bastante bien rematados que incluso llegaban a exhibir el logo de la marca en una posición muy visible y aunque no aportaban nada más que estética, en la nueva generación del Golf, el León y el A3 se ha equipado la misma tapa cubre motor, sin ningún tipo de distintivo y sin logotipo de marca, por lo que se trata de una clara reducción de costes al hacer una pieza menos personalizada y mucho más simple.
Cabe destacar, que por el momento, este «recorte», solo lo hemos apreciado en la gama de acceso al Grupo y ojo, porque ya hemos detectado que muchos fabricantes han hecho lo propio.
Sin duda alguna, hablamos de una «chorrada» pero no deja de ser una de esas cosas de la que nos hemos percatado y que se suma a otros muchos «tijeretazos».
Las tapas son aislantes acústicos, no son meramente estéticos y poner o quitar un logo de la tapa no le supone ahorro si estamos hablando del grupo vag. Otra cosa sería verlo en Dacia por ejemplo. O que directamente la quitarán, eso sí supone ahorro de costes. Pero es una opinión.