En los últimos años hemos estado escuchando continuos rumores sobre el posible lanzamiento de algunas marcas francesas en el mercado estadounidense sin que finalmente se hayan producido. El problema principal de Peugeot o Renault está en las malas gestiones realizadas en anteriores etapas que gastaron en exceso su imagen.
En el caso concreto de Renault, la firma tuvo un éxito muy elevado a mediados de los 80. En aquellos años la firma francesa había comprado la empresa nacional AMC y se propuso revolucionar el mercado con una gama interesante por precio, completa y estilo europeo, algo que los usuarios veían con buenos ojos.
Si años antes el pequeño Renault 5, allí bautizado como LeCar, ya había conquistado a los usuarios más preocupados con el gasto de combustible, los Renault 18 pusieron su granito de arena en el sector de las berlinas compactas aunque con menor éxito (al menos proporcional al volumen de ese nicho de mercado).
La propuesta para conquistar el segmento C estaba clara en Renault: ofrecer los 9 y 11 europeos adaptados al mercado local. Siendo dueños de AMC se podía aprovechar la planta de Wisconsin para la producción doméstica, de manera que se evitan las largas listas de espera y las desastrosas fluctuaciones de divisa.
Algo más pequeño que un Ford Escort de aquella época, estaba asociado a un bloque de 1,4 litros y sólo 65 caballos en su variante de acceso. Algo después del lanzamiento llegarían los 1,7 litros y 80 CV, y un dos litros con 95 CV que daba vida a las versiones más deportivas. Según la mecánica elegida podía tener cambio manual de cuatro y cinco velocidades, o bien automático con sólo tres.
El Alliance se ofertaba en carrocerías de dos y cuatro puertas, y durante su primer año de ventas logró conquistar a nada menos que 142.000 usuarios, un dato excelente. Viendo que se podía explotar mucho más el segmento, AMC-Renault lanzó en 1984 el Encore, un rebautizado «11» con pequeños cambios estéticos para adaptarlo a las normativas locales. Era el gran rival de los Ford Escort, Plymouth Horizon y Chevrolet Chevettes.
Las matriculaciones del Encore fueron también muy positivas y pronto encontraron un sitio privilegiado en el segmento. Eran tan buenos los resultados comerciales de estos modelos que incluso Renault decidió expandir su oferta con una carrocería descapotable desarrollada a partir del Alliance y que nunca se comercializó en Europa. Apareció en 1985 como modelo 1986.
Además de bastantes problemas de fiabilidad, Renault tuvo que verse las caras con una situación económica en el país que había cambiado notablemente. La crisis del petróleo había desaparecido, los combustibles bajaron de precio y los usuarios dejaron de comprar coches económicos y pequeños, algo a lo que no estaban realmente acostumbrados, provocando un descenso en las matriculaciones hasta las 150.000 unidades de los Encore y Alliance en 1985.
El año 86 fue bastante peor y con unas ventas casi simbólicas de 65.000 unidades, Renault decidió lanzar el «21» para sustituir al 18i/Sportswagon que ya había agotado por completo su ciclo comercial. Se rebautizó durante el primer año de comercialización (1987) como Renault Medallion aunque posteriormente sería comercializado como Eagle Medallion.
La fiebre de los productos de ciertas prestaciones y diseño dinámico regresó al panorama nacional, ya sin miedos por los costes de la gasolina y fue cuando la firma francesa introdujo las versiones GTA de los Alliance. Se comercializaron en 1987 con carrocería de dos puertas y cabriolet. También se sustituyó la denominación Encore del «11» por Alliance Hatchback por cuestiones de marketing pero lo cierto es que no haber mejorado la oferta antes provocó que las ventas bajasen empicado.
¿Se puede decir que Renault fracasó? Sí y no. Los Encore y Alliance llegaron en el momento oportuno e hicieron «el agosto» pero dormirse en los laureles esperando maximizar la inversión inicial provocó que en poco tiempo se quedasen fuera de lugar en un mercado que evolucionaba a marchas forzadas. De haber trabajado en condiciones, quizás la firma francesa seguiría presente con una buena cuota de mercado.
Durante su aventura comercial, Renault entregó más de 620.000 unidades de los Alliance y Encore en Estados Unidos, una cifra excelente a pesar de la mala gestión. La firma debería haber estudiado mejor el mercado para adelantarse a los cambios locales como ya hicieron Volkswagen y Toyota. La colaboración con Chrysler en los años finales tampoco sirvió de nada, y aunque Jeep tuvo una recepción interesante en Europa gracias a los «Cherokee con motor diésel Renault», al otro lado del charco no iban las cosas bien.
Un claro ejemplo del fin de la Renault estadounidense estaba en su último lanzamiento: el Eagle Premier. Se trataba de una berlina de tamaño medio (aquí grande) desarrollada sobre el Renault 25 pero convertido en un sedán convencional. Se había invertido bastante dinero para adaptado estéticamente a los gustos nacionales pero, una vez más, el coche pasó sin pena ni gloria. Se comercializaba junto con otros modelos de Eagle que tomaban la base de productos Mitsubishi y que sin embargo sí tuvieron cierto éxito comercial.
¿Regresará Renault al mercado estadounidense? No está muy claro que ocurrirá dentro de unos años. Posibilidades hay aunque quizás deberían comenzar con Canadá, un país más parecido en los gustos al mercado europeo y en el que los compactos tienen bastante relevancia. Además aprovechar la influencia francesa de regiones como Québec o Montreal podría ayudar a la firma del rombo.
Mas que mala gestión fue la falta de fiabilidad de Renault. Algo imperdonable en el mercado USA. Recordemos tambien el caso FIAT.
Y otros como el 5 el 21 o el Fuego
Sí, ya se citan en el artí
El Alliance GTA el mas exótico
Si eso es un R11 descapotable
No había oído estos coches en la vida
Eliseo Lo Ma
¡Eh! que os olvidais del Le Car, que era un R 5 con los paragolpes separados, al estilo yankee, y hasta con tapicería de cuero
Si que sale …
No dije nada simplemente no lei el artículo, excusas
Vicente Paricio Rodrigo
Muchos los conocía ya, bonitas las versiones americanas de 9 y 11
El Renault Encore GTX1985 es un carrazo, de los mejores automóviles, el mejor.
Los yankees saben lo que es bueno, y decididamente Renault no lo es. Por eso no tuvo éxito. Son autos muy frágiles para el trato que ellos están acostumbrados a darle a sus autos. En el único lugar donde pueden funcionar es en un país tercermundista como nosotros acostumbrados a atar todo con alambre.