Hace unas horas, Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Madrid a siete personas y han desmantelado un taller clandestino en el que desmontaban en pocas horas los vehículos que sustraían para su posterior venta por piezas.
Presuntamente, los arrestados se dedicaban al robo, despiece y también la reparación de vehículos con el material robado, actuando como una cadena de montaje de una fábrica al ponerse en marcha ante la demanda de una pieza o vehículo.
Tras sustraer el coche solicitado, era trasladado hasta una nave industrial de Alcalá de Henares (Madrid) donde se desmontaba en función de los elementos que se necesitaban.
Posteriormente, las piezas útiles eran vendidas a través de Internet y en talleres, mientras que el chasis y las partes carentes de valor se enviaban a chatarrerías donde desaparecía cualquier rastro del vehículo. En el registro del taller clandestino, los agentes recuperaron tres vehículos completos sustraídos y una gran cantidad de piezas cortadas y despiezadas, así como multitud de útiles para realizar las sustracciones y operaciones posteriores.
La investigación comenzó el pasado mes de febrero, cuando los policías tuvieron conocimiento de una nave industrial situada en Alcalá de Henares (Madrid) donde presuntamente se despiezaban vehículos sustraídos.
Según avanzaba la investigación, los agentes comprobaron que el grupo delictivo funcionaba como una empresa especializaba en el robo de coches de gama media. Cada uno de sus miembros tenía una función específica y perfectamente coordinada con los demás, actuando como una cadena de montaje de una fábrica que se ponía en marcha cuando entraba la demanda de un producto hasta satisfacer el “pedido”.
Tras robar el coche era recibido en el taller, donde se desmontaba en función de los elementos que se iban a vender a terceros -motor, caja de cambios, volante, salpicadero, llantas de aleación o asientos- abandonando el resto de las piezas que carecían de valor. Esta tarea se efectuaba por tres personas en cuestión de horas, empaquetando y distribuyendo las piezas de más valor, separando las que carecían de valor para su destrucción.
Los policías también constataron que la organización desmantelada se dedicaba a estafar a compañías aseguradoras, al estar «compinchadas» las supuestas víctimas de los robos con las personas que despiezaban los vehículos. De esta forma obtenían un doble beneficio ya que, por un lado, conseguían la indemnización de la compañía aseguradora y, por otro, el dinero obtenido por la venta de las piezas de dicho vehículo.
Tras identificar a todos los implicados, se estableció el correspondiente dispositivo operativo que permitió el arresto de siete personas, todas ellas en la Comunidad de Madrid, entre los que se encuentran los encargados del robo y despiece así como a los receptores de las piezas. Las gestiones de los agentes han permitido esclarecer, hasta el momento, 25 hechos delictivos que habrían causado un perjuicio económico superior a los 600.000 euros.