El 2018 no ha sido un año fácil para el grupo Jaguar Land Rover y con el comienzo del 2019 nos llegan noticias de un despido masivo de sus trabajadores. Según ha comunicado la propia compañía tendrán que despedir a alrededor de 4.500 trabajadores como consecuencia de la inestabilidad provocada por el Brexit, la crisis del diésel o la caída de las ventas en China. Además, la marca se prepara para la electrificación completa y un cambio profundo en sus factorías.
Jaguar Land Rover ha justificado esta reducción de plantilla como consecuencia del programa ‘Charge and Accelerate‘, gracias a este planean ahorrar más de 2.700 millones de euros en un periodo de 18 meses. Los principales objetivos de este programa son crear una organización «más ágil y resistente» o electrificar las instalaciones de la marca para fabricar una futura gama de vehículos eléctricos, aunque ello conllevará la reducción de miles de puestos de trabajo.
Estos despidos supondrían el 10% de la fuerza laboral de la marca, quien ha confirmado que afectará principalmente a los trabajares en Reino Unido, desde altos directivos hasta supervisores, ingenieros y trabajadores de diseño. Según ha informado Automotive News, los trabajadores de la línea de producción no sufrirán esta reducción de plantilla. Y es que los números no han sido buenos durante el pasado año…
En el 2018 el grupo Jaguar Land Rover cerró el ejercicio con una caída en las ventas del 4,6%, con un total de 600.000 vendidas. El jefe de finanzas de la marca, Ken Gregor ha explicado que «China ha impulsado el agudo deterioro de las ganancias«, además, ha afirmado que «la planta de Jagira en Changshu, China, «básicamente ha estado cerrada durante la mayor parte del mes de octubre«. La crisis del diésel también ha tenido parte de culpa, con un desplome en sus ventas provocado por el aumento de los impuestos.
Ahora el mayor reto de la marca está en alcanzar la electrificación completa, un proceso lento y costoso que irá asociado a grandes cambios en sus formas de trabajo y factorías. El fabricante ha asegurado que gracias al programa ‘Charge and Accelerate’ han podido ahorrar más de 1.000 millones de libras, a las que habría que sumar otros 500 millones de libras que la marca ha ahorrado en el 2018.
A partir de este año se comenzarán a fabricar las Unidades Eléctricas en el Centro de Fabricación de Motores en Wolverhampton, las cuales serán alimentadas en el nuevo centro de Hams Hall (Reino Unido). Este ha sido bautizado como ‘Battery Assembly Center‘ que será «uno de los más grandes de su tipo en el Reino Unido» para fabricar baterías en los futuros eléctricos de la marca.