Tras la salida de Chevrolet de Europa y la venta de Opel a PSA, General Motors sigue acaparando titulares bastante importantes.
Ahora, el grupo automovilístico GM ha anunciado que planea cerrar siete plantas de producción a la vez que ha confirmado un recorte que afectará a nada menos que el 15% de su plantilla a nivel mundial.
Bajo lo que han denominado como una reestructuración masiva y necesaria para enfocar el futuro del grupo automovilístico hacia el vehículo autónomo y eléctrico, GM anuncia un plan de recortes que tendrá lugar en los próximos meses y se extenderá por todo el globo. La verdad es que resulta un poco «patético» que le echen la culpa a las nuevas tecnologías y demandas del mercado en vez de reflexionar y pararse a pensar lo que han estado haciendo mal todos estos años.
La firma estadounidense ha sido duramente golpeada por el enorme descenso en la venta de vehículos que han sufrido sus marcas en los últimos años y ha estado luchando y reorganizando su gran entramado empresarial con la venta de sus últimas marcas disponibles en el Viejo Continente.
En América del Norte, las ventas de GM se han visto gravemente afectadas por la caída en la demanda de la carrocerías de tipo sedan, algo que ha forzado al fabricante a apostar por los modelos de tipo SUV y los pickups tal y como han hecho sus principales rivales.
Según apuntan los informes del fabricante, modelos de la talla del Chevrolet Cruze, el Impala, el Cadillac CT6, el Buick LaCrosse o el Chevrolet Volt serán eliminados del catálogo definitivamente o reemplazados por vehículos de corte SUV.
Con la reducción de la gama y la reconversión tecnológica, GM ha anunciado que planea cerrar cinco plantas en América del Norte para fines de 2019. Entre las instalaciones de ensamblaje de carrocerías afectadas nos encontramos con las que GM tiene en Detroit -Hamtramck-, Ohio -Lordstown Assembly en Warren- y Ontario -Oshawa Assembly en Oshawa-. También se verán afectadas las fábricas de transmisiones de Michigan -Warren- y Maryland -White Marsh-.
Además de estas cinco factorías nortemericanas, GM cerrará dos factorías -aún por determinar- fuera del suelo americano. Estos siete cierres acompañarán al cierre previamente anunciado de la factoría de GM en Corea.
El cierre de estas ocho factorías a nivel mundial redundará en un recorte de personal de nada menos que el 15% del global de la plantilla, lo que viene traduciéndose en nada menos que 18.000 trabajadores. Desde GM también confirman que se reducirá la cúpula directiva en un 25%. Con estos recortes se frenarán las pérdidas generadas por las factorías y se reducirán los costes laborales consecuentemente, dando liquidez a la marca para seguir reestructurando su entramado societario e industrial.