El Goodwood Festival of Speed de este año es bastante especial para Aston Martin. El fabricante de automóviles británico tiene nada menos que dos aniversarios que celebrar. Por una parte, se cumplen 60 años de su triunfo en las 24 Horas de Le Mans; y de otra parte, han pasado siete décadas desde que la compañía participara por primera vez en el Goodwood Motor Circuit.
Para conmemorar ambos hitos de su historia, la división Q de Aston Martin ha diseñado seis ejemplares únicos del nuevo Vantage. Lo curioso es que cada uno de ellos rinde homenaje a un importante automóvil de carreras del pasado, y no verán la luz más de 60 ejemplares de la serie. Cada cliente podrá elegir con que librea prefiere el suyo.
Todos los modelos reciben un nuevo paquete aerodinámico para la carrocería que incluye un alerón trasero de fibra de carbono y un nuevo splitter frontal, lo que permite incrementar la carga aerodinámica en 194 kilogramos a 306 kilómetros por hora. A estos se unen unas ruedas más ligeras, el paquete deportivo plus y un embellecedor interior de fibra de carbono.
Bajo el capó se mantiene intacto el bloque V8 biturbo de 4.0 litros obra de Mercedes-AMG, específicamente ajustado para los requisitos del Vantage. El motor, la bomba de combustible, la transmisión y el sistema de escape se han calibrado para su funcionamiento en el Aston Martin, desarrollando una potencia total de 510 CV (375 kW) a 6.000 rpm y 685 Nm de 2.000 a 5.000 rpm.
Para gestionar todo el potencial de esta mecánica que también podemos ver en el Mercedes-AMG GT, se ha incorporado un diferencial de gestión electrónica y una caja de cambios automática ZF de 8 relaciones, aunque en el segundo trimestre de 2018 también veremos una variante de transmisión manual. Sus cifras son espectaculares: un 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y una velocidad punta de 312 km/h.
Por último, cabe destacar que entre los modelos más emblemáticos en los que se inspira la edición especial podemos encontrar el Razor Blade, que corrió en 1928; o el Vantage GTE que ha competido recientemente en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) de la FIA. Tampoco faltan el Ulster, el DB3S con su icónica librea amarillo-verdosa, el AMR1 de 1989 y el DBR9, que ganó la clase GT de las 24 Horas de Le Mans en 2007 y 2008.