No será hasta el próximo año cuando cuando vea la luz la nueva categoría de competición GT2 de SRO Motorsports, la compañía de Stéphane Ratel, pero Audi Sport ya nos ha mostrado las primeras imágenes de su nuevo coche de carreras-cliente. Bautizado como Audi R8 LMS GT2, hablamos además del Audi R8 LMS más potente hasta la fecha.
Como cabría esperar, su uso queda restringido a la pista, donde promete unas prestaciones de infarto. Como podéis ver, se basa en el último facelift del Audi R8 y formará parte de la oferta de competición de la compañía germana, integrada por los R8 LMS GT3, R8 LMS GT4 y RS3 LMS.
Curiosamente, Audi Sport indica que la geometría del chasis tiene más en común con el R8 Spyder que con el Coupé, aunque la sección del techo se ha extraído de este último. Los aderezos aerodinámicos son múltiples, a fin de incrementar la carga del modelo a alta velocidad, pero destacan especialmente las enormes entradas de aire frontales, la toma del techo y el alerón de proporciones bíblicas.
Todos los componentes adicionales, como el splitter frontal, el prominente difusor trasero o los faldones laterales han sido fabricados en CFRP (polímero reforzado con fibra de carbono), a fin de restar peso al conjunto. Igualmente, el interior se ha despojado de todo lo «inservible» y se ha equipado con los ajustes de seguridad propios de la competición.
Así, podemos encontrar un habitáculo protagonizado por parabrisas y ventanillas de Makrolon, una jaula antivuelco de acero, asientos con arneses de seis puntos, sistema de extinción de incendios, columna de dirección ajustable en altura y longitud, pedalera también ajustable, cámara de vídeo de visión trasera, volante de competición extraíble y una trampilla en el techo.
Como consecuencia de la reducción de peso, el R8 LMS GT2 tiene un peso de solo 1.350 kilogramos, lo que supone un ahorro total de 100 kilos respecto al GT4 y le permite obtener una relación peso/potencia de 2,1 kg/CV. Pone la guinda del pastel la mecánica, el bloque atmosférico V10 de 5.2 litros cuya potencia se ha elevado hasta unos nada despreciables 630 CV (470 kW).
Para ello solo ha sido necesario modificar la admisión y la gestión electrónica. Además, el modelo cuenta con ABS, control de tracción y control de estabilidad, los cuales se pueden regular en cuatro niveles. Toda la potencia se transmite al asfalto a través de una transmisión S-Tronic de doble embrague accionada por levas, como la del R8 LMS GT4.
Otros ajustes técnicos pasan por la incorporación de una suspensión de dobles triángulos en ambos ejes, unos amortiguadores y barras estabilizadoras ajustables o un equipo de frenos con discos de 380 mm en el eje delantero y 350 mm en el trasero. Combinan las pinzas de freno del GT3 delante y las del GT4 detrás, mientras que las llantas de 18 pulgadas están calzadas con neumáticos de competición en medidas 325-660/18 y 325-710/18, respectivamente.