Tras el debut hace apenas unas semanas del nuevo Audi Q7, la versión más picante se ha hecho realidad. En el exterior, luce el estilo de diseño típico de las versiones convencionales, pero añade algunos elementos ‘S’ específicos para resaltar su carácter deportivo. Claro ejemplo de ello son las cuatro salidas de escape, la nueva parrilla, las entradas de aire rediseñadas, el difusor posterior en plata, las insignias ‘S’ o las llantas opcionales de hasta 22 pulgadas, entre otros.
Tampoco faltan de serie los frenos deportivos en las cuatro ruedas con pinzas rojas opcionales, la suspensión adaptativa y el Audi Drive Select que nos permite elegir entre varios modos de conducción. Aquellos que quieran ir un paso más allá, también dispondrán de manera opcional de la dirección en las cuatro ruedas, el diferencial deportivo y las barras estabilizadoras activas electromecánicas.
En el interior, los asientos del SQ7 están tapizados en cuero y Alcántara, incorporando los logotipos ‘S’ grabados. Encontramos también umbrales de las puertas específicos y pedales de acero inoxidable, así como algunos cambios menores en diversos elementos, como el cuadro de instrumentos, donde se puede leer Audi SQ7.
Pero la guinda del pastel la pone el poderoso motor V8 de 4.0 litros que se esconde en sus entrañas, un bloque que ya hemos analizado en detalle y que también hemos visto en modelos como el Audi SQ8, el Porsche Panamera, el Bentley Bentayga o el Volkswagen Touareg V8 TDI. La gran diferencia es que en este modelo equipa el sistema mild hybrid con batería de 48V y un compresor eléctrico que apoya a los dos turbocompresores.
Hablamos de un bloque V8 con 3.956 cm³ de desplazamiento que, con dos árboles de levas en cada culata, inyección directa por conducto común, turbo, compresor e intercooler, es capaz de desarrollar una potencia total de 435 CV (320 kW) y 900 Nm de par entre las 1.250 y las 3.250 vueltas, empujando con contundencia prácticamente desde parado.
El consumo de combustible en ciclo combinado es de 9,1 l/100 km, lo que se corresponde con unas emisiones de CO2 de 231 g/km.
Está claro que este SUV establece nuevos puntos de referencia en el segmento, pues acelera con contundencia de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos a pesar de su peso de más de dos toneladas, siendo capaz de pasar de 80 a 120 km/h en apenas 3,5 segundos. Alcanza una velocidad máxima limitada de 250 km/h y está asociado a la caja de cambios tiptronic de ocho relaciones y al sistema quattro de tracción total.