¡Por fin se hacen realidad! Los BMW M8 y M8 Cabrio son dos de los modelos más esperados este año y, después de las últimas noticias por parte de firma bávara, estábamos ansiosos por conocerlos. Los modelos ya han completado su fase de desarrollo y, según Markus Flasch, presidente del Consejo de Administración de BMW M Gmbh, «el nuevo BMW M8 eleva la dinámica, la agilidad y la precisión a un nivel completamente nuevo en su segmento».
Esto se debe a que el modelo insignia ha sido desarrollado conforme a la base de conocimientos de BMW M en la competición de motor. El BMW Serie 8 tiene todos los ingredientes en términos de minimización de peso, centro de gravedad, distribución de peso, distancia entre ejes, ancho de vía, rigidez del chasis y de la carrocería, para brindar un manejo centrado en una dinámica lateral y longitudinal soberbia.
Estéticamente, son tan agresivos y llamativos como cabría esperar de ellos, con afiladas líneas en los paragolpes, grandes entradas de aire, numerosos componentes en fibra de carbono y unas llantas de 20 pulgadas M forjadas con diseño de brazos en estrella (en los Competition, 19″ en los M8 y M8 Cabrio). Están calzadas con neumáticos de altas prestaciones 275/35 R20 delante y 285/35 R20 atrás.
El paquete opcional exterior M Carbon incluye inserciones para las tomas de aire frontales, las cubiertas de los retrovisores, el difusor y el spoiler trasero hechos de CFRP…
Lo mismo ocurre en el interior, donde el puesto de conducción ergonómicamente optimizado está orientado hacia una conducción concentrada y refleja el excepcional potencial dinámico de los nuevos BMW M8. Materiales de alta calidad, detalles elegantes y un meticuloso acabado anticipan la incomparable experiencia que aguarda al conductor.
Pero no solo un poco más de potencia y algunos retoques aquí y allá hacen que el modelo sea un auténtico M. Tal y como nos cuenta la marca, los nuevos modelos van un paso más allá en materia de personalización gracias a un nuevo modo M que promueve la conducción centrada en la carretera y en el circuito; una configuración para el sistema de frenos y un nuevo sistema de visualización y control.
Los nuevos deportivos M ofrecen la posibilidad de adaptar la configuración del vehículo tanto a la situación actual como a las preferencias personales utilizando el botón de configuración de los modos de conducción. Además, se confirma que llegan un BMW M8 Coupé, un BMW M8 Competition Coupé, un BMW M8 Cabrio y un BMW M8 Competition Cabrio.
Ahora el sistema de control desarrollado para los modelos de BMW M permite configurar de forma separada la potencia y la tecnología del chasis a gusto del conductor y de sus necesidades, pudiéndose activar varios modos de potencia, suspensión y dirección independientemente uno del otro. En los modelos con el sistema M xDrive, la distribución de la potencia entre las ruedas delanteras y traseras también podrá ser ajustado.
Pero indudablemente lo más llamativo es la posibilidad de configurar el sistema de frenos según sea necesario. El sistema es dos kilogramos más ligero en su conjunto y, gracias a un sistema eléctrico, regula la asistencia, modificando la presión necesaria para obtener una respuesta más dinámica. Con ello, BMW asegura intervenciones mucho más rápidas y precisas en el sistema de control de estabilidad de conducción.
Por otra parte, la respuesta de frenado no se ve afectada en el conductor cuando las carreteras están mojadas, cuando hay aceleración lateral significativa o altas temperaturas a la hora de frenar, lo que garantiza una medición precisa de la potencia de frenado en todo momento. Está disponible tanto para los frenos estándar compuestos por M como para los opcionales carbono-cerámicos M.
Respecto al nuevo Modo M, este eleva la intervención del control de estabilidad, permitiendo un sobreviraje controlado, al tiempo que permite la desconexión del DSC. Además, con el nuevo botón M Mode en la consola central, se podrá cambiar rápidamente las respuestas de los sistemas de asistencia a la conducción, las pantallas e instrumentos digitales y el Head-Up display.
El M Mode permite al conductor activar los modos ROAD y SPORT, mientras que el nuevo BMW M8 Competition Coupe y el nuevo BMW M8 Competition Cabrio incorporan un modo TRACK. Vamos a verlos en detalle:
- Modo ROAD: Todos los sistemas de asistencia al conductor y opcionales están completamente activados.
- Modo SPORT: Los sistemas de asistencia al conductor están activos (en la configuración establecida por el conductor), ahora solo transmite alertas sobre límites de velocidad y restricciones de adelantamientos. Este modo desactiva todas las intervenciones en los sistemas de frenado y dirección, aparte de los avisos de advertencia por colisión o el asistente de evasión. Visibilidad M en los instrumentos y en el Head-up Display (información relevante con una conducción deportiva).
- Modo TRACK: Para un uso en circuito, pues todos los sistemas confort y de seguridad están desactivados. El sistema de las pantallas se apaga para que el conductor esté centrado única y exclusivamente en el trazado, donde obtendrá una sensación ultra pura, inspirada en un coche de carreras con el sentimiento M. El grupo de instrumentos y la pantalla de visualización superior incluyen también la vista M.
Los ingenieros de BMW M GmbH han trabajado profundamente en elementos como la dirección electromecánica M Servotronic, los frenos de compuesto M equipados de serie, los frenos opcionales carbono-cerámicos M y las llantas de 19 pulgadas (20″ en los Competition) con neumáticos deportivos. Bajo el capó, el modelo monta un increíble motor V8 con tecnología M TwinPower Turbo capaz de desarrollar 447 kW / 600 CV a 6.000 rpm y 750 Nm de par entre 1.800 y 5.600 rpm.
Los M8 y M8 Cabrio son capaces de pasar de 0 a 100 km/h en 3,3 y 3,4 segundos, respectivamente.
La unidad de altas revoluciones utiliza la tecnología M TwinPower Turbo para desarrollar una potencia máxima brutal. Un sistema de escape controlado por válvulas hace que el motor se exprese con soltura y no sea muy contaminante, porque además de su imponente sonido, el modelo monta un filtro de partículas de gasolina en la mayoría de mercados.
En el caso de las versiones Competition, el V8 con tecnología M TwinPower Turbo desarrolla 460 kW / 625 CV a 6.000 rpm y 750 Nm de par entre 1.800 y 5.800 rpm. Con estas cifras, los M8 Competition y M8 Cabrio Competition son capaces de pasar de 0 a 100 km/h en 3,2 y 3,3 segundos, respectivamente. Los 200 km/h se alcanzan en 10,6 segundos (11,1 segundos en el BMW M8 Cabrio).
Todas las versiones tienen una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente, que puede subir a 305 km/h con el paquete opcional M Driver.
Todas las prestaciones de la bestia mecánica se trasferirán a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática M Steptronic de 8 velocidades acoplada a un sistema de tracción integral M xDrive. Para hacernos una idea de la combinación, podemos decir que es exactamente la misma que la que encontramos en el BMW M5.
La tracción integral sólo envía potencia al eje delantero si las ruedas traseras han alcanzado los límites de su capacidad.
Al activar el modo M Dynamic se abrirá la puerta a los derrapes controlados. El Diferencial M Activo en el eje trasero, que también funciona de manera totalmente variable y tiene un efecto de bloqueo entre el 0 y el 100 por cien, desempeñará un papel fundamentel en la maximización de la agilidad y la tracción en todas las condiciones. Más adelante, también tendremos un BMW Serie 8 Gran Coupé en versión M.
Por último, es preciso mencionar su completo equipamiento, en el que no faltan los asientos de serie M Sport, los asientos traseros abatibles (50:50), la tapa del maletero eléctrica, el deflector de viento y el calentador de cuello en los Cabrio, los asientos climatizados o el acristalamiento de protección solar, entre mucho otros.