La nueva generación del BMW X6 hará su debut internacional en el Salón del Automóvil de Frankfurt 2019 a partir del 12 de septiembre, pero no lo hará solo en sus versiones convencionales. Hoy la firma bávara ha anunciado que también llevará a la cita germana el BMW X6 Vantablack VBx2, el coche negro más negro que verás en tu vida.
Esto se debe a que la sustancia de la que hablamos es capaz de absorber más del 99 por ciento de la luz visible, lo que convierte a esta pintura en el color negro más oscuro del mundo. Para su desarrollo, BMW se ha asociado con el fabricante de Vantablack Surrey Nano Systems y la agencia creativa Levitation 29, y ojo, porque podría tener una razón de ser más lógica de lo que parece.
El objetivo de semejante creación podría no ser otro que crear uno de los mejores camuflajes para ocultar las líneas de futuros modelos. En lugar de usar vinilados o paneles adicionales, este color increíblemente oscuro hace que las líneas del SUV (o de cualquier otro modelo) sean realmente difíciles de distinguir. Al menos eso ocurre en las fotos, habrá que esperar a verlo en persona.
Por lo que se pude apreciar en las fotografías, estamos ante una mancha negra en la que apenas se distinguen las ruedas, algunas molduras, las ventanillas y las luces. Una superficie recubierta en Vantablack pierde sus características definitorias para el ojo humano, con objetos que aparecen en dos dimensiones. Esto puede ser interpretado por el cerebro como mirar un agujero o incluso un vacío.
El nombre Vantablack contiene un acrónimo de la tecnología que permite conseguir este negro tan profundo en sus dos primeras sílabas, que representan V ertically Un ligned N ano T Ube UnRray, una matriz hecha de carbono. Cada uno de estos nanotubos de carbono tiene una longitud de 14 a 50 micrómetros, con un diámetro de 20 nanómetros, lo que lo hace alrededor de 5.000 veces más delgado que un cabello humano.
Como resultado, alrededor de mil millones de estos nanotubos de carbono alineados verticalmente caben en un centímetro cuadrado. Cualquier luz que golpee esta superficie se absorbe casi por completo en lugar de reflejarse, y se convierte efectivamente en calor. Curiosamente, esta tecnología se desarrolló inicialmente para el recubrimiento de componentes espaciales.
Como se puede aplicar a temperaturas tan bajas como 430 grados Celsius, es adecuado para materiales delicados como el aluminio, y los componentes ópticos recubiertos con Vantablack permiten la observación de estrellas débiles y galaxias distantes que hacen que la luz del sol sea difícil de detectar. La primera generación de Vantablack en 2014 absorbió hasta el 99.965 por ciento de la luz, eliminando casi por completo la reflectancia y la luz parásita.