Estaréis de acuerdo conmigo en que el Ford Mustang Mach 1 de 1969 es un muscle car icónico. Esa es precisamente la razón por la cual Classic Recreations, un especialista del mercado de accesorios del automóvil con sede en Oklahoma del que os hemos hablado en varias ocasiones, ha utilizado el coupé de la firma del óvalo azul como base para una de sus últimas creaciones.
Bautizado como ‘Hitman‘, este ejemplar único parte de la base del modelo original de 1969, pero la compañía le ha inyectado un buen puñado de tecnología moderna. En el exterior destaca el trabajo de pintura inspirado en John Wick, así como los numerosos aderezos aerodinámicos que hacen todavía más suculento al pony car.
Algunos de los accesorios que podemos encontrar en este Ford Mustang Mach 1 «Hitman» son unas llantas de 18 pulgadas American Racing calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 2 en medidas 2 en 225/40 en la parte delantera y 315/30 en la trasera, nuevos paragolpes y unas remozadas pinzas de freno Wilwood de seis pistones en el eje delantero y cuatro pistones en el trasero.
Tampoco faltan el alerón frontal propio de la época, el spoiler posterior o las insignias ‘Mach 1’. A pesar de las novedades con las que cuenta (a gusto de su afortunado propietario), se trata del primer Mach 1 construido por Classic Restorations bajo licencia oficial de Ford. Es más, la compañía puede personalizar y fabricar otro para ti si cuentas con la brutal cifra que debe de costar en la cuenta corriente.
El estilo único continúa en el habitáculo, donde vemos un sistema de aire acondicionado «Old Air», un equipo de sonido JVC de diseño personalizado con un amplificador Kicker, un volante de madera, arneses de cinco puntos, indicadores hasta 160 mph, paneles interiores TMI Mustang y una jaula antivuelco.
Para darle un aspecto más agresivo sin comprometer su aspecto clásico se combina con una suspensión personalizada de tipo coilover. Cuenta con muelles Total Control en la parte posterior y barras estabilizadoras especiales en ambos ejes, combinándose con un sistema de dirección de cremallera y piñón motorizado para lograr la máxima precisión al volante.
Debajo del capó hay un enorme motor V8 Coyote de 5.0 litros y 32 válvulas con una admisión BOSS 302 que, en conjunto, es capaz de producir 1.000 CV de potencia (746 kW). Está asociado a una transmisión manual Tremec de seis velocidades que envía la potencia a las ruedas traseras a través de un eje de transmisión con Posi-Traction.
Ponen la guinda del pastel un sistema de escape y un colector de acero inoxidable Mandrel personalizados, unos silenciadores Magnaflow y un depósito de combustible específico de mayor capacidad firmado por Rick’s Tanks.