Hemos tenido que esperar dos años para conocer el Aston Martin Vantage Roadster, pero finalmente la marca nos ha revelado todos los detalles de su nuevo descapotable que debutará en el Salón del Automóvil de Ginebra 2020. En términos de diseño, no hay grandes cambios respecto a la versión coupé, que como recordaréis arrasó en ventas nada más llegar al mercado.
Así, el Vantage Rodaster se limita a ofrecer los cambios pertinentes para adoptar un nuevo techo retráctil de lona, como el mecanismo de plegado en Z y los refuerzos que suman 60 kilogramos al conjunto. Eso sí, es la capota más rápida del mercado, ya que se puede bajar en solo 6,7 segundos cuando el automóvil está parado o en 6,8 segundos a velocidades de hasta 50 km/h.
Como el coupé, logra un impacto visual mucho más agresivo y atlético que el de su predecesor gracias a una larga distancia entre ejes y unos voladizos más cortos, resultando algo más corto que un Porsche 911 pero ofreciendo una mayor batalla. Mide 4,46 metros de largo, 1,94 metros de ancho y 1,27 metros de alto, mientras que la distancia entre ejes asciende a 2,7 metros.
En términos de diseño, una parrilla frontal amplia y un capó más pronunciado parecen estar olfateando el suelo en busca de su presa. A estas se unen las generosas branquias laterales y unas no menos imponentes llantas de 20 pulgadas calzadas con neumáticos Pirelli P Zero (255/40 ZR20 y 295/35 ZR 20) diseñadas específicamente para este modelo.
La zaga, por su parte, es capaz de quitarte el hipo con ese musculoso difusor que integra las salidas de escape. En él todos los elementos aerodinámicos se integrado dentro del diseño estructural del Vantage. La misma inspiración en el DB10 de 007 se traslada al interior, donde encontramos una cabina amplia, deportiva y, sobretodo, tecnológica.
Todo ha sido esculpido de forma cóncava, desde las puertas hasta el salpicadero, y lo cierto es que el resultado es delicioso para la vista. El mencionado salpicadero cuenta con un diseño en cascada en el que se integran múltiples botones para manejar las diversas funciones del vehículo, todo ello complementado con una generosa pantalla flotante y una consola central que expone originalmente los mandos de la transmisión.
El volante se ha recortado en su extremo inferior para facilitar el acceso y salida al vehículo, así como para mejorar la experiencia de conducción al volante del nuevo Aston Martin Vantage. Las calidades y los acabados son de primera, al tiempo que los diferentes sistemas múltimedia muestran unos gráficos de alta definición.
En cuanto a las mejoras técnicas, destacan un reparto de pesos del 50/50 y una ubicación del poderoso bloque V8 en la posición más retrasada que permite el chasis de aluminio del Vantage, que no es otro que el del DB11 y cuenta con ingeniería propia de la aviación, un nuevo bastidor trasero optimizado y, como no podía ser de otra manera, una rigidez torsional muy superior a la del modelo que le precede.
Tampoco faltan una suspensión pilotada con varios tipos de regulación, una dirección asistida eléctrica o un potente equipo de frenos con discos de 400 mm y pinzas de seis pistones delante y 360 mm y cuatro pistones detrás. Pero indudablemente la guinda del pastel la pone el bloque V8 biturbo de 4.0 litros obra de Mercedes-AMG, específicamente ajustado para los requisitos del Vantage Roadster.
El motor, la bomba de combustible, la transmisión y el sistema de escape se han calibrado para su funcionamiento en el Aston Martin, desarrollando una potencia total de 510 CV (375 kW) a 6.000 rpm y 685 Nm de 2.000 a 5.000 rpm. Sus cifras son espectaculares: un 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y una velocidad punta de 306 km/h.
Esto representa solo dos décimas de diferencia y 6 km/h menos de punta respecto al coupé. Para gestionar todo el potencial de esta mecánica que también podemos ver en el Mercedes-AMG GT, se ha incorporado un diferencial de gestión electrónica y una caja de cambios automática ZF de 8 relaciones. Está por ver si llegará una variante AMR de transmisión manual.