La semana pasada Škoda nos mostró unas peculiares imágenes en las que parecía distinguirse el chasis de un pick up, pero no ha sido hasta hoy cuando hemos conocido lo que la firma checa se traía entre manos. Tras varios meses de duros esfuerzos y más de 2.000 horas de trabajo, el resultado no es otro que un Kodiaq de carrocería pick up.
Bautizado como Škoda Mountiaq, la mala noticia es que lo que tenéis ante vosotros no es más que un prototipo creado por 35 estudiantes de los programas de formación de la compañía en Mladá Boleslav, así que mucho me temo que nunca llegaremos a verlo en producción. Y es una auténtica pena, porque luce realmente bien.
Como es habitual en este tipo de vehículos, el Škoda Mountiaq luce un robusto exterior que destaca por el llamativo color de carrocería Sunset Orange. Tiene una cabina simple con espacio para dos ocupantes, lo que permite una mayor capacidad de carga en la bañera, que es abierta, cuenta con iluminación y esconde un pequeño compartimento oculto para los objetos de valor.
En el interior hay detalles específicos como el logotipo de Škoda en el techo, elementos en naranja, un equipo de infoentretenimiento Columbus de alta potencia y dos walkie talkies.
Respecto al Kodiaq en el que se basa, presenta nuevos paneles personalizados, un portón trasero realmente funcional, protecciones en la carrocería y en los bajos del vehículo, nuevos paragolpes y luces antiniebla remozadas, entre otros elementos. Además, refuerza sus capacidades off-road con una toma de aire de tipo snorkel, una barra de iluminación LED sobre el techo y un cabestrante frontal.
También se ha incrementado la altura libre al suelo, que ahora es de 290 milímetros, lo que supone un aumento de 10 centímetros respecto al Škoda Kodiaq Scout. No faltan las llantas Rockstar II de 17 pulgadas con neumáticos todoterreno, la tracción total y un potente bloque 2.0 TSI de 190 CV (140 kW) de potencia en el vano motor para enfrentarse a los terrenos más difíciles.